Colón y Unión Social entablaron un 2 a 2 cambiante en Arroyo Cabral; la unidad, en definitiva, cayó bien en ambos equipos porque el Rojinegro pudo salvar la derrota y la visita quedó como único líder de su zona

Escribe: Pablo Luna Broggi

De antemano se sabía que la hermosa tarde de Arroyo Cabral iba a ser escenario de un partido intenso con varias emociones. Colón estaba invicto, puntero de la Zona Sur y jugaba por primera vez como local en el torneo. Unión Social, líder de la Zona Norte, había ganado en las dos primeras presentaciones y visitaba nuevamente el pueblo cabralense con la misión de volver a sumar de a tres, luego de haber perdido el último fin de semana por 4 a 2 a manos de Rivadavia.

El duelo interzonal prometía y el ambiente generado por los locales hacía que esta sensación creciera aún más.

La primera jugada del partido fue un balón largo de Navarro para que Gabetta corriera por el sector derecho y resolviera desde una posición ventajosa. Claramente ensayada en la semana, la jugada finalmente se malogró porque Gabetta no pudo controlar de buena manera el balón, se trastabilló y la pelota se marchó por la línea de fondo. Sin embargo, quedó evidente la intención ofensiva de Colón desde los primeros segundos.

La idea del local era agresiva, y esta enjundia futbolística estimulada desde las tribunas hizo que el marcador se abriera rápidamente. A los 9 minutos, un pase en cortada de Lucas Morre, que se desvió levemente en un defensor visitante, dejó cara a cara a Giraudo y Garofani. Ante esto, el delantero rojinegro, con demasiada experiencia y categoría, sorteó la humanidad del arquero de Unión con un “sombrerito” envidiable y definió con tranquilidad de cabeza, para desatar la algarabía en todo el estadio cabralense.

Sin embargo, la alegría duró poco, porque los dirigidos por Marcelo Zabala, apenas movieron el balón del medio, enviaron un centro al área y Fernández se anticipó de cabeza a la salida en falso de Federico Pedernera, para poner nuevamente paridad en el marcador.

Iban apenas 10 minutos y el precio de la entrada ya se justificaba. Dos goles y 80 minutos aún por disputar.

Aunque el cimbronazo del empate fue fuerte y le costó unos minutos reaccionar, fue Colón quien propuso más. Siempre con la banda derecha como carril principal, el local iba acorralando a su adversario de a poco, pero no lograba asestarle el golpe final.

Reynoso con un remate sin demasiada potencia, Navarro a través de un tiro de esquina “olímpico” y Giraudo de cabeza, intentaron romper la fortaleza visitante, pero la seguridad de Garofani se imponía una y otra vez.

En el complemento, el trámite del partido transcurrió en la misma sintonía. Colón siendo el protagonista y Unión aguantando como podía. Ya a los 3 minutos, el visitante se salvó del gol rojinegro cuando Lucas Morre no logró terminar de la mejor manera una contra generada por su sector. Luego, promediando los 15 minutos, Garofani sacó del ángulo un buen disparo de Navarro.

No obstante, el local se durmió en un lateral que fue ejecutado con celeridad, Heredia desbordó por izquierda, envió un centro rasante y Aguirre convirtió en propia puerta. Nadie lo podía creer. Como en el primer tiempo, Unión pegaba en el momento menos esperado y se estaba llevando hacia Alto Alegre tres puntos valiosísimos.

Pero los dirigidos por el Mono Zabala pecaron de inocentes y la juventud del plantel le jugó una mala pasada. Cuando debía controlar el partido y cuidar la ventaja, comenzaron a “revolear” la pelota sin sentido a cualquier lado y Zabala se hizo expulsar infantilmente.

Inmediatamente, Casale cometió una falta tonta en la puerta del área y Kevin Plaza, sin piedad, convirtió el tiro libre en el empate definitivo.

Colón al parecer mereció más, pero casi lo pierde y pudo empatarlo sobre el final. Unión pudo haberlo ganado, pero no hizo méritos para lograrlo. Ambos hicieron negocio con el empate y se fueron conformes.

La figura: Diego Gabetta: Fue siempre la alternativa ofensiva de Colón, que atacó continuamente por el sector derecho, impulsado por la habilidad y despliegue del experimentado volante.

El árbitro: Brian Chiaraviglio: Bien. Controló el partido y no influyó en el resultado. Los expulsados y los goles anulados estuvieron correctamente cobrados.