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Volviendo a la oralidad

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Volviendo a la oralidad
Una de las mesas de lectura del encuentro “Ciudad en llamas”
Una de las mesas de lectura del encuentro “Ciudad en llamas”
Una de las mesas de lectura del encuentro “Ciudad en llamas”

Con la participación de medio centenar de poetas de todo el país, finalizó ayer el encuentro de escritores “Ciudad en llamas”, organizado por el grupo Paco Urondo (GPU) de Villa María. Se entregaron los premios del Sexto Concurso Nacional de Poesía que organiza el colectivo.

En los altos del Centro Vasco, se dieron cita más de 50 poetas de todo el país para una nueva edición de “Ciudad en llamas”, el ya clásico encuentro nacional de autores que organiza el grupo. Además de los cinco poetas que conforman el colectivo (Susana Giraudo, Susana Zazzetti, Fernando de Zárate, Fabiana León y Eduardo Cichy) leyeron sus textos otros autores locales, de Córdoba Santa Fe, Buenos Aires, Tierra del Fuego y Neuquén. Y quizás uno de los momentos más emotivos de la tarde fue la ovación que se llevó Dolly Pagani, una leyenda de la literatura local. Horas más tarde en la noche del sábado, la comitiva se trasladó al salón de OSDE, donde fueron entregados los premios del Sexto Concurso Nacional de Poesía, cuyo ganador fue el joven poeta bonaerense Fernando Baroli por su libro “Criar cuervos”, que al decir de Fabiana León “es un poemario de gran compromiso social y una muy interesante exploración del lenguaje”. El premio consistió en la publicación del libro, mientras que los cuatro galardones siguientes merecieron la edición de la plaqueta “Todas las miradas”: Gabriela Schumacher de Santa Fe, Anamaría Mayol de Neuquén, Gabriela Fabiana Rivero de Tierra del Fuego y Natalia Carrizo de CABA. Cabe destacar que en el concurso participaron 220 poetas de toda la geografía nacional.

El segundo momento emotivo se produjo cuando las integrantes del GPU entregaron el “premio trayectoria” a la hacedora cultural local María Clelia “Puqui” Charras. Al final del evento, leyeron sus poemas y charlaron con el público los invitados especiales; los escritores platenses Rafael Felipe Oteriño y Silvia Montenegro.

Oteriño, nacido en 1945, además es especialista en crítica, abogado y miembro de la Academia Argentina de Letras. Por su parte, Montenegro nació en 1961 y fue traducida al italiano, al francés y al alemán. Quizás el mejor cierre de esta nota sean las palabras de Oteriño, quien hizo un diagnóstico de la actualidad de la poesía argentina y mundial en este tercer milenio.

“Pienso que la poesía está volviendo lentamente a la oralidad, es decir, a lo que fueron sus orígenes. Ahora que se ha apartado o que la han apartado de los suplementos literarios, aparece en encuentros como este, en las aulas universitarias, en los bares. Ahí está la poesía actual. Y con un beneficio extra porque ha tomado el pulso de la calle. O sea que se está vitalizando con el lenguaje cotidiano y está diciendo eso otro que debe decir. Porque la poesía no está para decir más de lo mismo, sino “lo otro de lo mismo”. De lo contrario, el poeta no tendría una función de ser. Y vaya que la tiene. Ya lo decía el poeta polaco Czezslaw Milosz, premio Nobel 1980 que vivió la Segunda Guerra Mundial y al que estoy traduciendo: “Si la poesía no sirve para salvar países y personas, se convertirá en un bla, bla”. Y es así porque la poesía salva hombres y países desde la invención de un lenguaje alternativo, diciendo que la convivencia es posible entre los hombres. Y él fue un ejemplo de esa salvación”.

 

Iván Wielikosielek