Conocidos como la “banda de los premios” embaucaron a varias personas radicadas en distintos puntos del país
En un juicio abreviado fueron condenados en las últimas horas los integrantes de una banda que operaba desde la cárcel de Villa María, estafando durante meses a diversas personas radicadas en distintos puntos del país, mediante el estratagema de hacerles creer que habían ganado un auto.
La sentencia fue dictada por el juez Marcelo Jaime, titular de la Cámara 8 de Crimen de Córdoba luego de haber logrado un acuerdo entre el fiscal Hugo Almirón y los abogados defensores de los reclusos acusados, ahora condenados por “asociación ilícita” y “estafa reiterada”.
Las penas recayeron sobre Roberto Carlos Arnaudo y Marcelo Ramón Fernández, sindicados como los responsables de la asociación ilícita; y Pablo Alejandro Maldonado, Micaela Bini Rosales, María Soledad Ceballos, Camila Shirley Mónaco, Cristian Diego Palacios, Jesica Gisela Presidente, Melisa Yohana Presidente, Federico Leandro Otaiza y Jorge Alberto Sanduey, quienes también contribuían a la maniobra de rescate del dinero mal habido.
La acusación sostuvo que tres de los imputados eran quienes desde el Establecimiento Penitenciario número 5 de barrio Belgrano de esta ciudad comenzaban las estafas de los “premios virtuales” mediante llamados telefónicos en los que persuadían a los incautos “beneficiados” para que enviaran el dinero para pagar los gastos administrativos, patentamiento y seguro de los supuestos vehículos que luego iban a recibir.
El resto de los ahora condenados eran quienes desde afuera ayudaban a que esos montos (girados a través de transferencias vía Western Union o una cuenta del Banco Nación) fueran monetizados por la banda.
Al parecer, también habrían participado de la maniobra otros internos de las cárceles de Bouwer y Cruz del Eje, quienes aún no estarían identificados.
Asimismo, el propietario de un Pago Fácil, que también se dedicaba a reparar y vender celulares identificado como Federico Otaiza jugaba un rol fundamental en la maniobra, ya que era quien recaudaba los giros efectuados por las víctimas de las estafas y proveía a los presos de aparatos y chips con los cuales hablaban para estafar, señala el matutino cordobés La Voz del Interior.
Las condenas
A Arnaudo, entonces, le cayeron seis años de prisión y una pena unificada de ocho años y medio de prisión, con declaración de reincidencia; a Fernández, seis años de prisión y una pena unificada de siete años de prisión, con declaración de reincidencia; a Otaiza, cuatro años y medio; a Palacios, tres años y medio de prisión, con reincidencia; Maldonado, tres años y ocho meses y pena unificada de cinco años, con reincidencia.
Bini Rosales fue condenada a tres años de ejecución condicional; Ceballos, a tres años y medio de ejecución efectiva, pero domiciliaria; a Mónaco, Melisa Presidente y Jésica Presidente, le correspondieron tres años y dos meses de prisión (para Melisa, cuando la sentencia quede firme, la prisión será efectiva, mientras que para las otras dos, será domiciliaria).
Finalmente, a Jorge Sanduey le impusieron tres años y dos meses de prisión efectiva.
