
En un juicio de trámite abreviado, en el que el acusado confesó los hechos que se le atribuían, la camarista Eve Flores de Aiuto condenó ayer a un taxista local que amenazó reiteradamente a su expareja e incumplió varias veces una orden que le impedía acercarse a la víctima.
Se trata de Pablo Hugo Roberto Báez Soria (40), quien recibió una pena de tres años de prisión de ejecución condicional y pudo recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia, realizada en la Cámara del Crimen de Villa María.
Báez Soria, domiciliado en Paraguay 535, en barrio Las Playas de esta ciudad, fue declarado culpable de “amenazas reiteradas” (tres hechos) y “desobediencia la autoridad reiterada” (cinco hechos), delitos que cometió entre el 11 de julio y el 23 de diciembre de 2016 en perjuicio de su exconcubina, Mayra Ivana Díaz.
Como se trata de un convicto primario, la pena impuesta fue en suspenso, lo que le permitió salir de la cárcel luego de casi 10 meses (había sido detenido el 30 de mayo pasado).
A requerimiento del fiscal Correccional, Horacio Vázquez, la jueza Flores dictó una serie de reglas de conducta que el condenado deberá cumplir a rajatabla, ya que si no lo hace quedará sin efecto la condicionalidad de la sanción y volverá a la cárcel.
Concretamente, Báez Soria no podrá acercarse, contactarse o comunicarse -directa o indirectamente- con Díaz, y deberá someterse a un tratamiento psicológico o psiquiátrico que será monitoreado por la Justicia.
El taxista fue defendido por la asesora letrada Silvina Muñoz y como secretario de Cámara intervino Guillermo Picco.