
El exfutbolista fue declarado culpable de la mayoría de los hechos denunciados por la hija de su concubina, quien fue abusada en forma reiterada desde 2010 hasta 2014, cuando tenía de 13 a 17 años. En su “última palabra” dijo ser inocente

La camarista Silvia Saslavsky de Camandone le impuso ayer una condena de 10 años de prisión efectiva a Sebastián Carlos “Magú” González (34), el exfutbolista villamariense que llegó a juicio acusado de haber violado reiteradamente a la hija de su pareja entre 2010 y 2014, cuando la víctima era menor de edad.
En la quinta y última audiencia de debate, González fue declarado autor penalmente responsable de “abuso sexual simple reiterado”, “abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado” y “abuso sexual con acceso carnal reiterado” y recibió una pena que está dos años por encima del mínimo previsto por la legislación vigente para el más grave de esos delitos, que tiene una escala que va de los ocho a los 20 años de prisión.
Cabe recordar que en su alegato del viernes pasado, el fiscal Francisco Márquez había solicitado una sanción de 13 años de cárcel para “Magú” luego de considerar que era culpable de todos los hechos, a excepción de la acusación que se le atribuía inicialmente por el delito de “corrupción de menores”.
Por su parte, el abogado David Bazán Carricaburu (codefensor de González junto a su socio y colega Marcelo Castro), había reclamado la absolución, invocando el principio jurídico del “beneficio de la duda” por entender que se trataba de “la palabra de uno (la denunciante) contra la de otro” (el acusado), e incluso pidió que se declarara nula la pericia psicológica realizada a la joven tras sostener que esta incompleta, que tenía errores y que carecía de verosimilitud.

Fallo condenatorio
A la hora de dictar sentencia, la magistrada coincidió con el planteo acusatorio del fiscal de Cámara, pero no con el monto de la pena requerida y le aplicó una sanción que -de quedar firme- dejará a “Magú” en la cárcel hasta, por lo menos, los primeros días de mayo de 2024.
En principio, por tratarse de un convicto primario (la de ayer fue su primera condena), González podría obtener la “libertad condicional” cuando complete las dos terceras partes de la pena, es decir seis años y ocho meses. Y como está detenido desde el 7 de noviembre de 2014, alcanzará los dos tercios de 10 años el 7 de julio de 2021.
Sin embargo, lo más probable es que “Magú” deba cumplir prácticamente toda la condena, ya que cuando se trata de delitos sexuales, la Justicia es mucho más estricta y rigurosa al momento de evaluar la pericia psicológica que determina si el presidiario está en condiciones de reinsertarse socialmente, más allá de observar buena conducta durante todo el período de detención.
Hasta mayo de 2024
De este modo, González estará en condiciones de ser excarcelado a partir del 7 de mayo de 2024, fecha en la que podrá acceder a la “libertad asistida”, un instituto legal que permite dejar la cárcel seis meses antes del cumplimiento total de la sentencia.
A poco de iniciado el debate final, aunque todavía a puertas cerradas, la presidenta del tribunal unipersonal le concedió a González la “última palabra” y en la ocasión el exfutbolista reiteró que era inocente.
Momentos más tarde, ya en audiencia pública, el secretario Guillermo Picco dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia. Asimismo, se informó que los fundamentos del veredicto condenatorio se darán a conocer el próximo 6 de junio a las 10 de la mañana.

Críticas del fiscal
Concluido el juicio, el fiscal Márquez habló con los medios de prensa y fustigó a los codefensores de González: “Durante todo el juicio los abogados han hablado mal de la víctima; una nena que a los 4 años empezó a ser abandonada por la madre… a jugar como una hojita al viento, entre la casa de la madre y la casa de la abuela, a la cual la obligaron a hacer un aborto”.
Sobre la pena impuesta, el titular del Ministerio Público señaló: “Le han puesto una condena de 10 años; a mi juicio merecía más, pero igualmente se trata de una condena importante”.
En otro pasaje de sus declaraciones, Márquez afirmó: “Lamentablemente, la nena terminó siendo víctima de la calle. Los abusadores sexuales se aprovechan de la vulnerabilidad de la víctima. Tienen una especie de radar para detectarlas. No cualquier persona puede ser víctima de un abuso sexual intrafamiliar”.
“Hay que investigar”
Al ser consultado sobre el aborto denunciado por la menor, el fiscal señaló: “El propio imputado dijo que esto era una venganza porque le habían hecho un aborto en contra de su voluntad. Se le preguntó a la víctima y ella dijo: ‘Me llevaron de un doctor Rovira, después me llevaron a un centro radiológico que está una cuadra y media afuera del bulevar y después tuve una pérdida que no terminó bien, razón por la cual me llevaron al Pasteur para que me hicieran un legrado’. De la historia clínica surge que el feto, de 18 semanas, tenía perforado el cráneo y abierta la panza. ¡Claro que hay que investigar ese aborto! Porque fue en contra de la voluntad de la criatura y porque es un delito”.
El fallo y el aborto
En su veredicto condenatorio, la jueza Silvia Saslavsky también dispuso que se remita a la Fiscalía de Instrucción de turno copia de todo lo actuado durante el juicio para que se investigue el aborto denunciado por la víctima.
“Atento el pedido del Ministerio Público, por haber surgido en el debate la posible comisión de un delito de acción pública, remítase al señor fiscal de Instrucción las constancias de las actas y de la sentencia a los fines de que proceda a investigar el posible delito de aborto sufrido por la menor”, señala el último punto de la sentencia difundida en la víspera.