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Alacranes y malezas altas en una calle oscura

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Alacranes y malezas altas en una calle oscura
Por ser una zona tranquila, hay mucha presencia de niños y niñas en la calle. Muchos de ellos son los que encuentran a los alacranes por la noche

En la calle Angel Benito Cámpora no hay ni una luminaria y por las noches salen alacranes que aparecen en los hogares donde, en la mayoría, habitan niños y niñas

Por ser una zona tranquila, hay mucha presencia de niños y niñas en la calle. Muchos de ellos son los que encuentran a los alacranes por la noche

El barrio Ramón Carrillo, emplazado en las inmediaciones del Hospital Pasteur, es uno de los sectores en desarrollo de la ciudad.

Las casas que existen están, en su gran mayoría, terminando de refaccionarse o construirse. Sobre la calle Elpidio Torres, entre José Ingenieros y Lisandro de la Torre, se desprende la calle Angel Benito Cámpora que llega hasta la avenida Independencia (la que desemboca en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María).

La arteria es muy transitada en horas pico ya que es utilizada como un atajo para llegar hasta la casa de altos estudios. A pesar de ello, no se encuentra instalada ni una luminaria y los sectores de la calzada no tienen mantenimiento alguno y se pueden observar malezas de más de dos metros de alto.

 

Uno de los alacranes que guardaron los vecinos. Encuentran alrededor de cuatro por noche en cada casa

Alacranes nocturnos

Según comentaron vecinas que habitan la zona, por la noche, desde las malezas comienzan a avanzar los alacranes que son encontrados en el interior de cada una de las viviendas.

“En este barrio la mayoría somos gente joven y en todas las casas hay niños. Tenemos que estar muy atentos por ellos a pesar de que no todos los alacranes son venenosos”, comenta Marcela, una de las vecinas.

Aseguran que ya realizaron en reiteradas veces el reclamo al municipio por la limpieza del lugar, donde también comenzaron a tirar escombros y basura (siempre sobre la calle Angel Benito Cámpora).

Frentistas calificaron como una “boca de lobo” el sector ya que cuando entra la noche sólo se ven a lo lejos las luces del Campus de la UNVM.

Esto representa, según narraron los ciudadanos, un temor permanente de los que habitan el lugar. De hecho, sospechan que en los últimos robos ocurridos los ladrones se refugiaron entre las malezas luego de los atracos.

La presencia de escombros que arroja la gente muchas veces impidió el paso de la maquinaria que sirve como desmalezadora ya que se temía que rompan la hélice utilizada para tal fin.

 

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