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Aborto: aquí, la ley se sancionaría

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Aborto: aquí, la ley se sancionaría

El proyecto de legalización, a punto de tratarse en Diputados – Las legisladoras de la ciudad opinaron sobre el tema

Hipotéticamente, les preguntamos a las siete ediles del Concejo local cómo hubiesen votado el polémico proyecto si la decisión estuviese en sus manos. Cuatro se pronunciaron a favor de la legalización y tres en contra

Después de casi dos meses de debate, durante los cuales hubo 15 audiencias en las que se escucharon a 738 oradores a favor y en contra del proyecto de legalización del aborto, la medida se tratará sobre tablas este miércoles en la Cámara de Diputados.

La discusión excedió el Congreso y se instaló en todos los ámbitos de la sociedad, no fue un disentimiento ligth, sino un intercambio fuerte que dividió la opinión pública, a veces hasta puntos irreconciliables. Ambos bandos salieron a la calle en más de una oportunidad para expresarse –con mayor o menor vehemencia- con el objetivo de defender su postura: por un lado, los pañuelos verdes reclamando el derecho de la mujer a decidir qué hacer con su cuerpo y “Aborto legal para no morir”; por el otro lado, los pañuelos celestes portando como consignas “Salvemos las dos vidas» y «Sí a la vida”. Eso sí, paradójicamente el tema ha logrado unir bajo el mismo color a representantes de las más antagónicas banderas políticas que ni en sueños hubieran imaginado coincidir en una votación.

En este debate histórico en el que las mujeres fueron las mayores motorizadoras, quisimos conocer la opinión de las siete ediles que integran el Concejo Deliberante y para eso le preguntamos, en su carácter de legisladoras, cómo hubieran votado este proyecto y por qué. Aquí tampoco hubo una respuesta unánime y, de ser éste el recinto donde se tratara, por un voto, la iniciativa se hubiera sancionado.

 

Ricas y pobres

“Votaría a favor de la legalización del aborto. La actividad de legislar trasciende las opiniones personales y no puede estar limitada por creencias, éste un tema de políticas públicas sanitarias.

La penalización del aborto no ha reducido su número, sino que ha aumentado la cantidad de abortos inseguros y esto traspasa las fronteras del país. En Latinoamérica el aborto inseguro, esto es, aquel que no es realizado por un profesional o en las condiciones requeridas, supera el 90%. Por lo tanto, una ley como está no sirve, sólo ha generado muertes maternas, internaciones y daños irreparables.

En la Argentina hay abortos de mujeres ricas y de mujeres pobres, que no son iguales y no tienen las mismas consecuencias. Ante esta realidad, es obligación de quienes legislan cambiarla, pues esa es su función. No obstante, se está actuando sobre las consecuencias.

El aborto es una tragedia, por lo tanto, es fundamental fortalecer los programas de salud reproductiva y educación sexual”, Mónica Lazos.

 

Inconstitucional

“Tal cual está, votaría no a la legalización porque no iría en contra de la Constitución.

De aprobarse, ésta va a ser una ley anticonstitucional y eso no se discute. El eje está puesto en aborto sí o no y no en que nuestra Constitución defiende al ser humano desde el momento de la gestación, está adherido a la Convención Internacional de los Derechos del Niño, donde también la vida está desde la concepción y al Pacto de San José de Costa Rica de derechos humanos. Partiendo de ahí, antes de hablar si estamos a favor o en contra del aborto, hay que modificar la Constitución porque así es un debate estéril que no va a la solución del tema porque cualquier juez puede declararla inconstitucional.

Estoy en contra del aborto, defiendo la vida, tengo formación católica, pero siento que el Estado tiene que intervenir de alguna manera haciéndose cargo de las mujeres que deciden abortar y están en situación de pobreza. Quien tiene las condiciones económicas lo hace de igual manera y no tiene inconvenientes, pero quienes están en riesgo son las de menores recursos. Hoy no estamos en condiciones de aprobar una ley en Argentina, antes tenemos que modificar la Constitución, modificándola votaría a favor de la legalización, en protección de la mujer que decide abortar”, Verónica Vivó.

 

Trasvasar creencias

“Mi posición es no al aborto pero sí a la despenalización, por lo tanto, votaría a favor. Cuando estás en la gestión pública, ves muchas historias de vida de distintos sectores de la sociedad, que no solamente se relacionan con determinadas creencias religiosas.

Yo tengo una formación muy fuerte en lo religioso, en lo católico, no estoy a favor del aborto ni creo que sea la solución, pero entiendo que hay muchas mujeres o niñas que pasan por muchas cosas duras por no tener las herramientas legales para seguir su vida como lo desean. Entiendo que el Estado debe ser inclusivo y contemplar todas las situaciones, debe pasar a un primer plano al prójimo, no solo a la creencia, sea la católica o cualquier otra religión que se oponga a esta ley. Pienso que el Estado debe trasvasar las creencias para dejar incluidos a todos los sectores y a todas las necesidades y darles las herramientas necesarias para que puedan elegir cómo quieren vivir su vida dentro de un marco de legalidad.

No podemos poner a la Justicia en jueces sobre cómo vivir la vida. Este un proyecto muy importante para toda la sociedad, si recordamos la ley de divorcio fue igualmente cuestionada, en ese momento se decía que iba a haber menos matrimonios, menos familias y más divorcios y no pasó nada de eso, la sociedad tuvo un orden civil distinto, adecuado a la nueva forma de familia que mutó de la tradicional. Esto tiene las mismas connotaciones que la ley de divorcio, creo que hay que afrontarlo con mucha responsabilidad y seriedad, porque las mujeres que recurren a un aborto, por lo general, es por situaciones límites, nadie va feliz a hacerse un aborto, todo lo contrario, entonces creo que esto tiene que ver con la realidad que vivimos, y con no esconderla más”, Rosana Suescum.

 

Desde la concepción

“Si tuviera que votar hoy, sería en contra de la legalización del aborto.

La defensa de la vida trasciende los límites religiosos y privados. El derecho a la vida es el más importante, según nuestra Constitución Nacional y pilar de otros derechos.

El niño por nacer es una vida humana que comienza con la concepción. Es una vida distinta a la de su madre, su ADN es diferente.

Escuchamos argumentos a favor y en contra del proyecto. Sobre la genética del embrión, sobre abusos sexuales u otros delitos, experiencias de otros países, derechos de la mujer y del varón, entre otros.

Las mujeres tenemos derecho a votar, a opinar, a alzar nuestra voz, a ser respetadas, a recibir educación, a vivir libres y seguras. Estoy a favor de que las mujeres elijamos responsablemente cuándo ser madres.

Nuestra sociedad necesita más justicia, mejor educación, menos pobreza material, afectiva e intelectual, más salud y también, mejores leyes de adopción”, Verónica Navarro.

 

Desigualdad y clase

“Votaría por la legalización del aborto. Considero que es un tema de derecho de las humanas y de salud ante todo. Adhiero al propósito de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.

El aborto es una práctica que existe, a la que recurren alrededor de 400.000 mujeres por año;  pero las que se lo realizan en condiciones inadecuadas y poniendo en riesgo su vida son mayoritariamente las mujeres pobres, por lo tanto, es un problema de salud, desigualdad, género y clase.

Las mujeres tenemos el derecho a decidir a sobre nuestros cuerpos y proyectos de vida. La maternidad debe ser una elección. La aprobación esta ley no obliga a abortar a nadie, sí garantiza el acceso seguro y gratuito para quien lo decida.

Yo pedí en reiteradas oportunidades a las concejalas que generáramos un espacio de debate sobre el tema en nuestra casa legislativa, pedí que se citara a los actores que sostienen las distintas posiciones porque se merecían que las ediles, que somos mayoritariamente mujeres, hubiésemos garantizado un espacio para contribuir al debate, pero no lo pudimos concretar”, Nora Landart.

 

Vida, principal derecho

“Estoy a favor de la vida, aquella que comienza desde la concepción, como lo establece nuestra Constitución Nacional, porque desde la vida, principal derecho del ser humano, emergen los demás derechos.

Desde lo técnico y constitucional, considero que el mecanismo que se está llevando adelante para legalizar el aborto no es el correcto. Primero debe modificarse la Constitución, que contempla la protección del derecho a la vida desde la concepción. De aprobarse la ley, no dudo que acarrearía planteos de inconstitucionalidad.

Dicho esto, no podemos desconocer la realidad, el aborto existe y se practica, las mujeres de mayores recursos lo realizan de manera segura y las de menores recursos en condiciones indignas y hasta arriesgando su propia vida. En este sentido el Estado no puede estar ajeno a esta realidad. De habilitarse la legalización del aborto, debería venir de la mano de una fuerte política de salud pública, educación sexual y reproductiva, nueva ley de adopción que facilite el trámite,  mayor rigor sobre los abusos sexuales, prevención, contención y acompañamiento a la embarazada, a fin de que la mujer y el hombre puedan elegir, evitando llegar al final menos deseado que es el aborto.

Así cómo está dada, no aprobaría esta ley porque sería inconstitucional, primero hay que reformar la Constitución. Sí aprobaría si viniera de la mano de políticas fuertes porque eso garantiza la prevención”, Gisele Machicado.

 

Un problema de salud pública

“Si me tocara votar este proyecto, sería a favor de la legalización del aborto. Aspiro a que los legisladores nacionales aborden, a la hora de tomar su decisión a favor o en contra de la despenalización, el hacerlo desde el lugar de la salud pública, porque considero que no deben inmiscuirse ni la religión ni la moral ni la ética de cada uno en el momento de votar. Hay que tomarlo como lo que es, un problema de salud pública, el aborto es una realidad que existe, que lamentablemente tiene consecuencias tremendas para la mujer que se somete y que no tiene los medios para tener una atención adecuada y eso se da en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Hay que entender también que ninguna mujer pasa gratuitamente, a la hora de tomar una decisión como ésta, por la elección de abortar, sino que en todas deja una huella, es una decisión difícil y nunca debe tomársela liviamanente y pensar que a una mujer le es indiferente adoptar esa decisión.

El Estado debe garantizar la salud pública y brindar las herramientas necesarias para que las consecuencias en la salud sean las menores. Creo que tampoco se trata de estar a favor de la vida o no, todos estamos a favor de la vida, y en función de eso debe garantizarse a aquella mujer que decide hacerse un aborto, las mejores condiciones para que la vida esté asegurada. Desde ese punto de vista, ojalá se pueda avanzar en la despenalización, entendiendo ésto como una cuestión de salud pública donde el Estado no puede estar ausente”, Karina Bruno.

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