Uno de los muros frontales de la Catedral de Villa María apareció con una pintada en la que se cuestiona a la Iglesia. Pedro Lucchese, el sacerdote del lugar, dialogó con EL DIARIO sobre su visión de este hecho

“En primer lugar, es claro que la gente que hace esto es gente de la oscuridad. Lo hicieron de noche, a las sombras, que es un concepto que tiene como contrapartida a la luz. Y no es que me ponga en ningún lugar de referencia de la luz, pero me parece que es un primer dato que surge al ver lo que hicieron”, dijo Pedro Lucchese, sacerdote de la Catedral de Villa María.

La entrevista de EL DIARIO fue a raíz de que el jueves último, una de las paredes frontales de la casa parroquial apareció con una pintada en la que se puede leer “Bancar a la Iglesi (sic) es matar un pobre”.

Al ver eso y por no ser la primera vez que se hacen pintadas contra la Iglesia en pisos y muros de la Catedral, Lucchese formalizó la denuncia en la Unidad Judicial que funciona en la planta baja de la Departamental de Policía de esta ciudad. Sabe que no hay muchas esperanzas de identificar al o los autores. “Porque también surge claramente que quienes provocan este daño se esconden en el anonimato”, agregó.

También entiende que pueden ser personas “mandadas por otros”. “Así como en muchos delitos hay un autor material y otro intelectual, entiendo que el que pintó no es el autor intelectual; por algunos detalles, por ejemplo, la falta de ortografía”, dijo, al referirse a que en un primer momento habían escrito con “c” Iglesia y después corrigieron completando el símbolo para convertirlo en “s”.

Intolerancia

En otro tramo de la nota, Lucchese se refirió a la “intolerancia”. “Esto pasa justo cuando más se habla de una sociedad plural. A partir de ese concepto, podemos entender que todos tienen sus voces. Pero lo que no se admite en esa pluralidad es la violencia o la agresión. Acá agredieron, dañaron el patrimonio de la ciudad”.

Lucchese agregó un cuarto adjetivo para calificar las acciones de los autores de esa pintada, al referirse a la “ignorancia”.

“Estoy seguro de que desconocen lo que hace la Iglesia por los que menos tienen. Nosotros recibimos a los excluidos de todos lados. Por ejemplo, los adictos a las drogas, a los que estamos brindando contención. A las familias carenciadas, que por las políticas que muchos llevan adelante son excluidas del sistema económico, también las recibimos y sostenemos. ¿Lo hacemos desde la caridad? Sí, pero a ellos parece que la caridad no les cae bien, porque también pintaron la sede de Cáritas con una inscripción que dice ‘Caridad es violencia’, lo que habla a las claras de su perspectiva. Mi perspectiva es que violencia es agredir, como hicieron con nuestros muros”.

“Tenemos comedores en la ciudad, no sé si es mucho, pero aportamos. Ni hablar de lo que fue en los años 2001 y 2002. Fue la Iglesia la que contuvo a las personas en la crisis social, política y económica que vivimos los argentinos, para que no haya mayores estallidos sociales”, recordó.

“Es mi humilde punto de vista, como un hombre con 32 años de cura. No es un dogma ni la palabra de Dios. Es mi manera de pensar”, agregó.

Nunca visto

El 3 de junio de este año, al concluir la marcha impulsada por el colectivo “Ni Una Menos”, un grupo de manifestantes siguió hacia la Catedral y realizó, en esa oportunidad, un escrache a los que estaban participando de la misa. Además, pintaron la vereda del templo y escribieron consignas frente a la sede de Cáritas.

En esa oportunidad, no se hicieron denuncias.

Ahora, aparece una nueva inscripción. Al ser consultado el sacerdote sobre la situación, indicó que es la primera vez que se exterioriza de esta manera una mirada anticlerical que “desde que me acuerdo existió”.

“La sociedad ha cambiado vertiginosamente. Se nota que hay más agresión en la actualidad. No es que no haya habido una expresión contra la Iglesia, pero lo que he notado que antes se planteaba desde el debate, desde la discusión. Nunca he visto en los lugares donde he estado que se hayan expresado con este tipo de agresiones”, dijo.

“Venir a reclamar por el aborto legal a la Iglesia refleja que no tienen en claro dónde reclamar. La Iglesia tiene su postura, creo que tienen que solicitarlo en el Congreso, donde corresponde. No acá”, concluyó.