Inseguridad en diferentes barrios de ambas Villas

Desde la Policía confían que es cada vez más común y reiterativo que haya vecinos que se comunican para alertar sobre una persona con “conducta sospechosa” en cercanías a sus hogares

Uno de los partes de prensa policiales de las últimas horas indicó que dos personas fueron detenidas por “conducta sospechosa”, según el artículo 70 del Código de Convivencia Ciudadana. Antes, cuando estaba en vigencia el controvertido Código de Faltas, la figura similar era conocida como “merodeo”.

Este medio consultó a diferentes policías de la Departamental San Martín, quienes confiaron que los llamados al 101 de vecinos que alertan sobre alguna actitud que no consideran regular por parte de gente “ajena” al sector son reiterativos.

Es sabido que entre vecinos de la misma cuadra o del mismo barrio se han organizado mediante grupos de WhatsApp o con alarmas comunitarias para poder frenar los hechos de inseguridad de los que son víctimas. Además, en muchos casos la comunicación es permanente y se mantienen alerta, sobre todo quienes más robos han sufrido.

Ante esto, confirmaron fuentes policiales que son muchas las veces que tienen que acudir a un lugar porque un vecino alerta sobre la presencia de una persona con actitud sospechosa. “Llaman diciendo que hay una persona mirando las casas, que va y viene, merodeando”, contó el comisario Juan Carlos Arias a Uniteve.

En ese sentido, afirmó que “es una situación cada vez más común tanto en Villa María como en Villa Nueva” y aclaró que “en los pueblos también se da, pero en esos casos los vecinos se conocen más entre ellos y distinguen más si se trata de alguien realmente ajeno al lugar”.

Ante cada uno de los llamados recibidos, los móviles policiales llegan al lugar y el panorama con el que se encuentran puede ser variado.

O bien la persona apuntada por los residentes de ese sector colabora y explica qué hacía ahí o, caso contrario, como sucedió en uno de los hechos a los que se hizo referencia en el comienzo de la nota, “la persona no da motivos ni explica por qué se encuentra ahí, por lo que se la traslada y se la pone a disposición del juez de Paz”.

Pero, a su vez, también se dan situaciones en las que “el móvil llega al lugar y la persona se da a la fuga, o se resiste a dar datos” por lo que, en esos casos, “lo que era conducta sospechosa termina derivando en una detención por resistencia a la autoridad o desobediencia a la autoridad”.

Cabe recordar que el Código de Faltas de la Provincia fue remplazado por el de Convivencia en 2016. Para esto fueron necesarias marchas, reclamos y manifestaciones de resistencia a ciertos artículos que eran aplicados por las fuerzas policiales permanentemente, entre los que figuraba principalmente el de merodeo y que motivó planteos por cientos de detenciones “por portación de rostro” en plena vía pública.

En la práctica, la diferencia sustancial entre la actual y la pasada normativa es que el actual Código de Convivencia funciona a fuerza de denuncias, es decir, la aplicación sólo se hará efectiva si alguien acude o llama a la Policía al momento de ocurridas las situaciones en cuestión.

En ese sentido, algunos oficiales destacaron que “hay gente que cuenta que dudó en hacer o no la llamada cuando observa a alguien merodeando”, pero que una vez que lo hacen “se vuelve algo común para cada ocasión en la que alertan una conducta similar”.