“Ojalá no recaudáramos nada” por la cuestión vial, expresó. En su discurso fue crítico de la conducta ciudadana

Tránsito y Transporte ya funcionan unificadas y en su nueva sede de Intendente Maciel y Jujuy, un espacio que el municipio alquiló y que formalmente fue habilitado ayer.

Allí confluyen ahora el depósito de motos secuestradas, el control de taxis y remises, la guardia de Tránsito, el espacio para la atención al público, la sala de reuniones y el lugar para el desarrollo de las actividades de cada una de estas dependencias.

Se dejó así la guardia de Tránsito de avenida Yrigoyen (entre San Luis y Santiago del Estero) y la vieja casona del ferrocarril, al lado del Centro Cultural Leonardo Favio, en la que estaba Transporte.

Según se precisó en el acto de inauguración, desde Transporte se controla el servicio de todo transporte público y privado y desde Educación Vial y Tránsito se controla la circulación en las calles, lo atinente a la cartelería con señalización y todas las acciones educativas y de concientización vial.

“Su personal actual son 36 personas en turnos rotativos, más un control dinámico de observación con personal especializado”, indicó la locutora Mónica Céliz.

En este marco, el intendente Martín Gill brindó un enfático discurso en el que remarcó que su gestión no tiene “ningún interés” de que el tránsito “sea un elemento recaudatorio”, pero advirtió que el valor de la multa aparece como una manera de restablecer el orden.

“Ojalá no recaudáramos nada”, expresó e hizo referencia a la necesidad de aprender a vivir en comunidad. “No puede ser que cada uno viva como se le antoje”, disparó. Habló de la necesidad de límites para lograr “cuidarnos entre todos”.

Describió que en la época de campaña observó cuántos vecinos sufren las consecuencias de la accidentología vial, muchos estando postrados, en silla de ruedas o con otras secuelas.

“Somos un país que busca el vericueto para escaparle a la ley, está la avivada criolla para ver cómo le escapó a la ley, no sólo en el tránsito, sino en lo impositivo”, cuestionó.

En esos momentos pasó por la calle una mujer con un nene en moto, ambos con casco protector. Gill resaltó el caso y hubo un aplauso.

En un tramo de su discurso, cuando hizo mención a la Intendente Maciel como “exruta pesada”, el mandatario se corrigió y admitió que sigue siendo una vía del transporte pesado: los hechos así lo dejaban expuesto, porque se vio el paso de varios camiones.

Por otro lado, el secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria, Rafael Sachetto, anticipó que el área de Transporte verá incrementado su volumen de trabajo, entre otras cuestiones por la readecuación de los espacios de carga y descarga, “que hoy ya no sirven y hay que modificarlos”, porque fueron implementados hace largo tiempo, cuando existía otra dinámica.

El funcionario hizo alusión a la capacitación del personal durante todo 2016, a la incorporación de elementos y a la mejora de condiciones laborales.

También habló el secretario general del SUOEM, Sergio Rodríguez. Dijo que esta sede se anheló muchos años, en los que se bregó por un espacio físico. “En este año de gestión se están logrando muchas cosas, no sólo acá, sino en el Corralón, recuperándose la mano de obra”, expresó y agradeció a Gill por eso.