Se realizó en el mismo predio del Festival Nacional del Malambo con un clima que acompañó en ambas jornadas. Fue un encuentro artístico que incluyó feria, muraleada e intervenciones circenses
El festival Rockupa tuvo su sexta edición en Laborde los pasados días viernes 16 y sábado 17 de febrero con la particularidad de una fuerte presencia de bandas villamarienses en ambas jornadas.
En la apertura del evento se desplegó una feria de artesanos a un costado del escenario, mientras que en otro, un grupo de artistas preparaban pinturas alusivas al festival y a la música.
La noche comenzó con un homenaje a Charly García por parte de músicos labordenses y los locales Santiago Tacconi y César Rochetti, muchos de ellos integrantes del equipo organizador del Rockupa, un evento autogestivo que nació de un grupo de amigos.
El escenario se montó en una de las partes del inmenso parque que alberga al Festival del Malambo cada enero, armado con dos alas para agilizar la dinámica entre bandas y brindar más espacio a los malabaristas y artistas circenses que realizaron sus rutinas.
La cantante oriunda de Oncativo, pero radicada en Villa María, Araceli Bonfigli, subió después del homenaje a Charly junto a Gerardo Miotti, Jeremías Gutiérrez y Gastón Hernández. Repasó los temas de su último trabajo discográfico: Fluir.
Entre el público también hubo gente de Villa María, ya que se dispuso de un colectivo para que puedan viajar a Laborde a ver a las bandas.
Luego de la segunda parte del tributo a García fue el turno de La Cuerda Que Falta, la murga estilo uruguaya de esta ciudad que hizo su parada en Laborde en plena gira de Carnaval.
Más tarde, Harén pegó “el grito” -así se llama su primer álbum, el que se encuentran difundiendo por distintas plataformas- con la energía que caracteriza a la banda que tiene a Julieta Aiello como vocalista.
Con Nano Felipe (bajo), Facundo Felipe (guitarra), Lucho Morresi (guitarra) y Luciano Oddino (batería) desandaron algunas canciones de El Grito, incluido “El Club Bestial”, tema con el cual grabaron un descomunal videoclip.
Para el cierre de la primera velada la organización eligió a un “conocido” de la casa: Federico Lattanzi junto a la Funky Dealers Orchesta.
El músico participó en las últimas tres ediciones del Rockupa y se puso -literalmente- la camiseta del festival: “Hasta el año que viene”, dijo al despedirse cerca de las 4.30.
El labordense Boris Lerda (DJ Bors Low) hizo mover al público hacia una arboleda donde se montó una pista exclusiva para disfrutar de la música que propuso el DJ hasta el amanecer.
Esta dinámica se repitió el sábado, día en el que llegaron a Laborde las bandas Kanal Bantú (Mendoza), Eujoria (Corral de Bustos) y Arboles de Babilonia, integrada por músicos de Córdoba, Chacho y Corrientes.
En tanto, las villamarienses Adonde y Black Betty hicieron su aporte al Rockupa, que terminó ayer con la presentación de “Aráoz y la verdad”, la obra de teatro del ETI villamariense.
