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Cabral no tuvo ganadores

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Cabral no tuvo ganadores
Agustín Tais (11) intenta proteger la pelota ante la presión de la figura del encuentro, Javier Demarchi (8)

El clásico entre Colón y Rivadavia terminó 0 a 0, un resultado que no sirvió demasiado para lo que viene. Las dudas en la cancha trasladaron la incertidumbre de la clasificación

Agustín Tais (11) intenta proteger la pelota ante la presión de la figura del encuentro, Javier Demarchi (8)
Agustín Tais (11) intenta proteger la pelota ante la presión de la figura del encuentro, Javier Demarchi (8)

Escribe: Pablo Luna Broggi

Arroyo Cabral palpitó el clásico durante toda la semana. El clásico entre Rivadavia y Colón paralizaba a todo el pueblo, donde lo único de lo que se hablaba estos últimos días era de este particular duelo que tenía un condimento especial: la clasificación a los playoffs.

Con campañas irregulares, tanto el Rojinegro como el Verde sabían que el clásico les brindaba una última oportunidad de comenzar a asegurarse el primer objetivo de la temporada.

El dueño de casa, con la sensible baja de Nicolás Keller (expulsado la fecha pasada), intentaría doblegar a su rival por medio de la velocidad de Santiago Rodríguez, la experiencia y el olfato goleador de Giraudo y la calidad interminable de su capitán, José Fernández.

José Villegas también no se guardaba nada y de arranque ponía a Castro, Arce y Domínguez en el sector ofensivo, avisando de las intenciones de sus dirigidos.

La primera chance del encuentro la tuvo el visitante, de la mano de Demarchi, quien de emboquillada habilitó a Federico Domínguez, pero el delantero cabeceó por arriba del arco defendido por Pedernera.

El partido era dominado por las imprecisiones y el nerviosismo. Nadie podía hacerse del monopolio del balón y el encuentro se tornaba muy trabado. Rivadavia estaba mejor que su rival y aunque no lo materializaba en llegadas concretas, mostraba su aplomo a la hora de trasladar el balón a través del circuito de juego ideado por su director técnico.

A los 14 minutos, Samuel Garis tuvo una nueva chance para abrir el marcador, pero fiel a su posición defensiva, no tuvo la suficiente pericia como para definir con certeza y envió el balón muy por encima del arco local, estando a escasos 10 metros de la línea de gol.

Pasados los 15 minutos de juego, Colón comenzó a despertar de a poco y a emparejar el dominio del balón. Su primera chance la tuvo en los pies Fernández, pero el 10 rojinegro no estuvo preciso y la pelota se marchó rozando el primer palo.

Luego, un centro enviado desde el córner derecho fue bajado de cabeza por Giordano y Giraudo de media vuelta tampoco pudo quebrar la resistencia de un firme Rodríguez. El goleador local insistió una vez más de cabeza, pero el remate se elevó para mantener la paridad en cero.

Colón ya estaba jugando mejor que su rival y dominaba el clásico. Sabía que debía arriesgar al máximo porque lo único que le servía era la victoria.

El elenco de Abatedaga asfixiaba al verde con continuos embates que no podían torcer el marcador: primero, a los 25, Galasso cabeceó un preciso centro de Fernández y el balón se fue por escasos centímetros arriba del travesaño. Luego, un eslalon de Santiago Rodríguez no tuvo final feliz porque marró su remate desviándolo al lado del palo izquierdo visitante. Una vez más, tras un saque de Federico Pedernera, de sorprendente precisión, Fernández quedó mano a mano frente a Rodríguez, pero el arquero verde le contuvo el potente remate al capitán de Colón.

El local continuó intentando abrir el marcador y torcer la paridad que le impedía soñar con los playoffs.

Pasados los 30 minutos, un cabezazo de Alvarez que peinó Giraudo casi lo consigue, pero una vez más Rodríguez atrapó con sus guantes las ilusiones rojinegras.

Tras los embates locales, Rivadavia pudo reaccionar sobre el final, a través de una gran jugada personal de Demarchi que atajó Pedernera de gran manera.

En el complemento la intensidad del juego bajó y Colón fue perdiendo las esperanzas de a poco. Ya sin Gastón Ripa, expulsado por doble amarilla, Rivadavia pudo liquidar el clásico y coronar una tarde de victoria y clasificación, pero malas decisiones en la fase final de ataque dejaron el clásico empatado sin goles, con el verde complicando un poco sus chances y con Colón casi fuera de la discusión.

 

Trapo gigante. Una gran bandera con los colores de Colón flameó toda la tarde en cancha del “Rojinegro”, cubriendo el ingreso lateral a la sede del club
Trapo gigante. Una gran bandera con los colores de Colón flameó toda la tarde en cancha del “Rojinegro”, cubriendo el ingreso lateral a la sede del club

La figura

JAVIER DEMARCHI: Fue el motorcito de Rivadavia. El mediocampista “verde” fue clave ofensiva y defensivamente hasta que le tocó salir. En Colón el mejor fue Aguirre, quien anuló el juego de Castro y de Arce.

 

El árbitro:

FRANCO RODRIGUEZ: Dirigió bien, sin inconvenientes, aunque quedaron dudas en la expulsión de Ripa, por la intención de la mano.

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