No se confirmó ni se desmintió que el papá de Joel Solá se haya ahorcado en una celda de la Comisaría, como definió el médico forense. Atienza indicó que pronto habrá novedades

La Justicia todavía no confirmó ni desmintió lo que definió el médico forense respecto a la muerte de Carlos Alberto “Pato” Solá, el papá de Joel Solá que falleció en una celda de la Departamental San Martín de Policía el 30 de noviembre del año pasado.

El fiscal Gustavo Atienza, quien instruye el caso, dijo a EL DIARIO que “en la próxima semana” habrá novedades. Esquivó dar detalles sobre la causa pero dijo que está en investigación.

Mientras, el abogado Daniel Volpe, quien representa a la hermana de Joel, indicó que presentarán nuevas medidas de prueba y resaltó que lo que piden de la Justicia es “profundidad antes que celeridad”, por lo que aprueba que el fiscal se tome el tiempo necesario para avanzar para despejar las dudas que envuelven al hecho.

Para el forense, Solá se suicidó ahorcándose y “por esa razón” el expediente está caratulado como suicidio, aunque implícitamente para la Justicia es una muerte de etiología dudosa.

Una fuente judicial dijo ayer que los policías que debían salvaguardar aquella noche la integridad de Solá fueron pasados a situación pasiva por decisión de la fuerza. Esto fue explicado por el jefe de la Departamental San Martín Héctor Moyano cuando fue consultado por este matutino en la víspera: “Fueron puestos en tareas pasivas pero ya están trabajando normalmente. Se reincorporaron luego de la investigación preliminar. Habían sido separados un tiempito supuestamente para que no entorpezcan la investigación”, confirmó.

Cuando se le preguntó si la vuelta al trabajo significa que se determinó que no tuvieron responsabilidad en la muerte de Solá, indicó que no es así. “No necesariamente está finalizada la causa, ellos han vuelto a su función pero prosigue tanto el sumario judicial como el sumario administrativo hasta que haya una resolución”, señaló.

Como se conoce, Solá había sido detenido horas antes de su fallecimiento en inmediaciones de un quiosco de bulevar Vélez Sarsfield y Sabattini, según la Policía porque se hallaba en condiciones de ebriedad “y generando algunos problemas”, de acuerdo a lo que comentó el fiscal Atienza a la prensa el día en que se lo encontró ahorcado en un calabozo de la Policía local.

Solá era el padre de Joel, un pibe de 16 años que murió el 12 de noviembre de 2014 también en confusas circunstancias cuando se encontraba en manos del Estado tras ser aprehendido acusado de hurto. Como falleció en la capital cordobesa, esa causa se sustancia en una Fiscalía de aquella ciudad y sigue caratulada aún hoy como “muerte de etiología dudosa”.

Solá había dicho a su familia y a algunos periodistas que policías lo habían amenazado por pedir justicia para su hijo.

Por otro lado, vale consignar que el 17 de enero pasado ambos sucesos alcanzaron trascendencia nacional. Ese día, el diario Clarín realizó un extenso informe titulado “El extraño caso de padre e hijo que murieron presos”. En esa nota se recordó también que una mujer, Soledad Fonseca, falleció “ahorcada con su corpiño” en la misma sede de la Departamental tiempo atrás.