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Catorce años de prisión por violar a dos hermanas entre 2012 y 2015

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Catorce años de prisión por violar a dos hermanas entre 2012 y 2015
Peralta y Gallardo, al momento de escuchar el veredicto. El recibió una condena que lo dejará largo tiempo entre rejas. A ella se le impuso una pena menor y pudo recuperar la libertad

La pena recayó en Luis Claudio Peralta, un electricista domiciliado en la ciudad de Oliva que confesó los aberrantes hechos. Su exesposa estaba acusada de haber consentido los abusos, pero las pruebas en su contra no fueron suficientes y pudo recuperar la libertad

Peralta y Gallardo, al momento de escuchar el veredicto. El recibió una condena que lo dejará largo tiempo entre rejas. A ella se le impuso una pena menor y pudo recuperar la libertad

La Justicia villamariense le impuso ayer una condena de 14 años de prisión a un electricista radicado en Oliva que confesó haber violado reiteradamente a dos hermanas menores de edad entre principios de 2012 y mediados de marzo de 2015, cuando fue detenido tras una denuncia presentada por la abuela de las víctimas.

Se trata de Luis Claudio Cristian Peralta (41), alias “Pelusa”, quien fue declarado autor responsable de “abuso sexual con acceso carnal calificado por la condición de guardador, continuado y reiterado”; “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo”; “abuso sexual calificado por el vínculo”, “lesiones leves calificadas”, “amenazas calificadas” y “desobediencia a la autoridad”.

 

Ella, bajo sospecha

En tanto, su exesposa, Marisa Andrea Gallardo (36), quien estaba acusada del delito de “promoción o facilitación a la corrupción de menores, calificada por el vínculo, reiterado”, fue absuelta por el “beneficio de la duda”, pero recibió una sanción de un año y ocho meses de prisión por “desobediencia a la autoridad”, pena que se le dio por compurgada y pudo recuperar la libertad.

Como los hechos investigados son de instancia privada y las víctimas menores de edad, la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas en la sala que la Cámara del Crimen de Villa María posee en el quinto piso de los Tribunales locales.

 

Los condenados junto al abogado defensor de ambos, Eduardo Rodríguez

Confesión lisa y llana

De todos modos, pudo saberse que Peralta confesó todos y cada uno de los abusos cometidos en perjuicio de las hermanas (quienes actualmente tienen 18 y 16 años), en fechas no precisadas con exactitud, pero comprendidas entre los primeros meses de 2012, cuando la mayor tenía 13 años, y el 16 de marzo de 2015 (fecha de la detención), cuando la menor tenía la misma edad.

El disoluto individuo fue apresado poco después que la abuela de las adolescentes radicara la denuncia penal en la Policía olivense y la ratificara ante las autoridades judiciales de aquella ciudad.

En tanto, Gallardo fue detenida un par de semanas más tarde, sospechada de consentir los abusos cometidos por su expareja, pero la falta de pruebas contundentes obligaron ayer al fiscal de Cámara, Francisco Márquez, a tener que pedir su absolución por el “beneficio de la duda” en relación al más grave de los ilícitos que se le atribuían.

El juicio oral y privado fue presidido por el juez René Gandarillas y, además del acusador público, intervinieron en el debate el abogado Eduardo Luis Rodríguez (ejerció la Defensa de ambos imputados) y la secretaria Gabriela Sanz.

A poco de comenzada la audiencia y tras la lectura de la pieza acusatoria, Peralta se declaró culpable de todos los hechos y posibilitó que, al menos en su caso, el proceso se abreviara. Asimismo, recibió la pena que previamente habían acordado el fiscal y el defensor si el acusado confesaba los abusos y el resto de los delitos cometidos, algunos de ellos en perjuicio de su exesposa.

Con respecto a Gallardo la cuestión fue diferente. Al declarar, la mujer dijo que desconocía que su exmarido estuviera abusando de las menores. La ausencia de pruebas concluyentes que la incriminaran en las violaciones, Márquez no tuvo más alternativa que pedir la absolución con respecto a la “promoción o facilitación a la corrupción de menores calificada” que se le endilgaba.

Así, sólo quedó en pie la acusación por “desobediencia a la autoridad” y se le impuso una condena de un año y ocho meses de prisión; pero como hasta ayer llevaba detenida casi un año y 11 meses, se le dio por compurgada la pena y se ordenó su inmediata libertad.

 

Violencia familiar

Según pudo saber EL DIARIO, los problemas entre Peralta y Gallardo comenzaron en 2009, a raíz de reiterados hechos de violencia familiar, que incluyeron lesiones y amenazas, todo ello en base a una relación de pareja enfermiza.

Las permanentes desavenencias conyugales llevaron a la Justicia de Oliva a tener que ordenar restricciones de acercamiento mutuas. Sin embargo, al momento de ser detenidos los esposos estaban conviviendo, por lo que ambos incumplieron aquella disposición legal que les impedía tener contacto.

En definitiva, fue por ese delito (“desobediencia a la autoridad”) que se terminó condenando a Gallardo.

 

Otros detalles

Con respecto a Peralta, cabe señalar que como se trata de un convicto primario (la de ayer fue su primera sanción penal), podrá solicitar la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la pena impuesta, es decir nueve años y cuatro meses, por lo que “podría” llegar a salir a mediados de julio de 2024.

No obstante, lo más probable es que deba cumplir prácticamente toda la condena, ya que cuando se trata de delitos sexuales, la Justicia es mucho más estricta y rigurosa al momento de evaluar la pericia psicológica que determina si el presidiario está en condiciones de reinsertarse socialmente, más allá de observar buena conducta durante todo el período de detención.

 

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