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“Es un collage de géneros en escena”

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“Es un collage de géneros en escena”
Darío es el conductor del programa “Mentira la verdad”

Esta tarde presentará su propuesta que combina a la filosofía con el rock nacional con una banda en vivo. Las entradas ya están totalmente agotadas

Darío es el conductor del programa “Mentira la verdad”
Darío es el conductor del programa “Mentira la verdad”

Hoy a las 19 se presentará en el Teatro Verdi (Yrigoyen 329), el reconocido filósofo Darío Sztajnszrajber con el espectáculo “Desencajados”, donde se mixtura la filosofía con el rock nacional.

Previo a su llegada, Darío dialogó con este cronista acerca de la destacada propuesta cuyas entradas (gratuitas), se agotaron a mediados de semana.

“Junto a la banda en vivo interactuamos a partir de distintos temas filosóficos como el amor, el tiempo, el poder, la angustia o la felicidad, tratando de encontrar canciones de nuestro rock que vayan por la misma línea, en paralelo, con Soda, Charly, Redondos, Fito Páez o Fernando Cabrera”.

-Como único antecedente que haya hecho esa mixtura recuerdo a Alejandro Rozitchner con “Escuchá qué tema”.

-Claro, pero ese libro que está muy bueno es más de análisis de las letras. Acá no hay una prioridad de la filosofía, sino es como un cuadro teatral donde se propone que una misma cuestión existencial se puede expresar a través de la filosofía, la música, el teatro, la interpretación de textos, el stand up o la danza. Es como un collage de géneros en escena.

-¿Cómo surgió hacer el programa “Mentira la verdad” por Encuentro?

-Del canal me vinieron a buscar. Algunos de sus integrantes habían tomado clases conmigo en Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). Querían un programa de filosofía para jóvenes desde un punto de vista pedagógico. Luego se sumó la productora Mulata Films y así se armó todo.

-Te sienta bien la cámara. ¿Tomaste clases de actuación?

-Un docente naturalmente es alguien que le va bien en cámara en la medida que le hable a la cámara como le habla a los alumnos. Después tuve una situación en la temporada 3 que necesitaba una interpretación más concreta y ahí sí tuve un coach actoral. Aunque yo había estudiado cuatro años teatro.

-En el programa hacés una sátira denominada “Philosophy Now!” donde abordás la sociedad consumista. ¿También podría leerse como una crítica a la época actual del país?

-Ahí estarías armando un puente, aunque es cierto que va direccionado para ese lado. En general, el mundo tiene esos ciclos de derecha, izquierda o queda en el centro. Es muy interesante cómo esos ciclos son tan regulares en distintas culturas. La idea central fue satirizar el éxito o fracaso de la filosofía “para todos”, porque allí entra en el debate entre lo masivo y lo popular. Nosotros creemos en una popularización de la filosofía, pero no que caiga en su industrialización y su masificación. Mostrar ese debate es mostrar nuestras propias miserias.

-¿Has oído las declaraciones de Adrián Paenza en la TV Pública (donde critica al Gobierno actual)? ¿Harías algo así?

-La verdad que no lo escuché, pero Canal 7 no es lo mismo que Encuentro que es del Ministerio de Educación. Aunque todavía no sé para dónde va el canal porque todavía no me han vuelto a llamar para este año.

 

El “bilardismo”

-Al igual que tu hermano (el periodista Mauro Szeta), sos fanático de Estudiantes y “bilardista” (por Carlos Salvador Bilardo). ¿Cómo combinás la filosofía con el fútbol? ¿Ves una filosofía en el “bilardismo”?

-No creo que yo haya dicho tal cosa, porque pienso que ambas cosas que no se unen. La filosofía es una práctica que cuestiona todo donde cualquier apasionamiento o fanatismo se derrumba. Pero después, en la vida diaria, cuando cocino, soy padre o voy a la cancha, no hago filosofía. Y por supuesto, no soy “bilardista” en otras esferas de la vida. Sí puedo decir que el “bilardismo” le hace bien al fútbol argentino porque permite cargarle todas las miserias que otros no se animan a asumir. Es un chivo expiatorio para que todo el mundo se la dé de puro, aunque todos hayan hecho una que otra trampita y todos quieran ganar.

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