El objetivo final que se persigue es que ninguna embarazada en la ciudad debe quedar sin los controles prenatales adecuados
En el marco de “Villa María Ciudad del Aprendizaje”, cuyo objetivo supera lo meramente escolar, el municipio presentó un dispositivo de búsqueda y atención de embarazadas en el marco de la gestión territorial de la salud.
En un trabajo en conjunto entre la Secretaría de Salud y la Universidad Nacional de Villa María, a través de un convenio de colaboración firmado oportunamente, se elaboró un protocolo de trabajo para cuidados prenatales y un programa de cuidado integral de la mujer embarazada.
La presentación estuvo encabezada por el intendente Martín Gill, acompañado por el secretario de Salud, Humberto Jure; las decanas de los institutos de Ciencias Humanas, Gloria Vadori, y de Ciencias Sociales, Elizabeth Theiler. También participaron la subsecretaria de Salud, Raquel Rodrigo, y la directora de Educación y Capacitación Permanente, Andrea Polverini.
Lo que se plantea es que ninguna embarazada en Villa María debe quedar sin los controles prenatales adecuados: “Para eso no basta solamente con las acciones del equipo de salud, necesitamos que toda la comunidad se involucre. Donde hay una embarazada ponemos especialmente el ojo y la atención y donde hay una embazada que tiene algún criterio de vulnerabilidad, como el embarazo adolescente, más todavía”, expresó Humberto Jure.
Trabajo en el territorio
El programa tiene un aspecto teórico, pero también implica un tiempo de trabajo que se destina en el territorio. Esto se llevará a cabo a través de la búsqueda activa de embarazadas durante actividades comunitarias en terreno. Se hará una revisión de los ficheros para ver quién no concurre a sus turnos, para así poder identificar a las embarazadas sin control. También se hará una revisión mensual del calendario de cuidado prenatal y se realizarán visitas domiciliarias para conocer los motivos de la discontinuidad y para acordar nuevo turno. En el proceso, se trabajará para concientizar sobre la importancia de estos cuidados.
“El objetivo, básicamente, es que el campo de control de la mujer embarazada y de las personas por nacer tenga por parte del municipio una estrategia concreta, una capacitación de todos los actores, una coordinación y una decisión de que sea un objetivo prioritario para alcanzar universalidad”, expresó Gill.
Resultados positivos
Este protocolo se empezó a aplicar en enero de este año y ya está mostrando un resultado positivo: “Estamos recién en el primer mes, pero hubo un incremento si analizamos la cantidad de controles por embarazada”, manifestó el intendente.
Si se comparan los meses de enero de los últimos tres años, se puede observar que en 2015 hubo 203 atenciones, 193 en 2016 y en enero de este año hubo 352, aclarando que hay mujeres que tienen más de una atención: “Si lo lleváramos a embarazos, esto también se refleja en cantidades. En enero de 2015 fueron 155, en 2016 fueron 132 y en 2017 fueron 227”, detalló. Lo que significa que más mujeres se están acercando a los centros de salud.
Controles insuficientes
“En cifras aproximadas, un 50% de las embarazadas estaban llegando al parto sin control o con controles insuficientes”, señaló Jure y agregó: “Eso lo confirma el mismo Hospital Pasteur. Por eso uno de los objetivos que establecimos en la guía es el de disminuir el número de pacientes embarazadas que llegan sin controles al Hospital o con control insuficiente”.
Se considera suficiente que una mujer tenga cinco controles durante el embarazo, como mínimo. Sin embargo, a los centros de salud han llegado mujeres con dos controles en los 9 meses o ninguno.
“La ciudad pasa a tener un protocolo de abordaje construido entre todo el equipo de salud para este objetivo que se transforma en primario. La primera intervención ya logró un resultado que esperamos que se sostenga en el tiempo”, finalizó el intendente.
