Las Mojarras – La muerte “se escondía” entre los yuyos… y se clavó en el pecho de un trabajador

Humberto Orlando Núñez había nacido hace 23 años en Vera, provincia de Santa Fe. Ayer dejó de existir en un accidente laboral que “bien se podría describir como un hecho de mala suerte”, como le dijo a EL DIARIO el fiscal Francisco Márquez

La mañana de ayer amaneció con sol a pleno sobre el campo de Daniel Piva, ubicado en jurisdicción de Las Mojarras, apenas a 250 metros de la ruta nacional 158, a la altura del kilómetro 141, donde se halla el puente que se atraviesa en viaje desde esa localidad hacia Arroyo Algodón.

Con el patrón de vacaciones en Mar del Plata, el tucumano Juan Carlos Miranda, de 36 años, apuró el último mate que compartía con el santafesino Humberto Orlando Núñez, de 23 años, y le pidió que apartara un sulky que se hallaba junto a un alambrado, puesto que iba a realizar una de las tareas que tenía encomendadas: cortar el pasto alrededor de las viviendas que ocupan con sus familias ellos y los demás empleados del establecimiento, entre los que se cuentan el tambero, el guachero y el mixero, quienes hacían su trabajo en un corral cercano.

Miranda -que se podría decir que tenía “bajo su cuidado” a Núñez, ya que éste padecía un cierto grado de retraso madurativo-, le pidió que una vez que corriera el sulky se alejara del lugar, y el joven de 23 años le hizo caso y fue hacia el sector de las viviendas.

Entonces, el tucumano puso en marcha el tractor que arrastraba la de desmalezadora con hélice de corte, y cuando recorrió apenas un metro, escuchó un tremendo ruido. Frenó la marcha, bajo rápidamente a ver qué había pasado, pero ya era tarde. Había sucedido lo peor: la hélice “mordió” un hierro del 12 de un metro de largo que se hallaba oculto en el pasto, lo dobló y lo lanzó por los aires como un auténtico proyectil.

El hierro voló por 12 metros para ir a incrustarse entre el pulmón y el corazón del santafesino, que se desplomó producto del fortísimo impacto.

Enseguida los puesteros llamaron a los Bomberos y al lugar acudieron minutos después una dotación del cuartel de Villa María y otra del cuartel de Arroyo Algodón, también personal médico en una ambulancia de la Municipalidad de esa última localidad y una patrulla policial.

El fiscal, en el lugar del hecho

“La verdad es que el hierro apenas si ingresó cinco centímetros en el pecho de del chico… Ha sido una tragedia. Fui hasta el lugar y comprobé los dichos de Miranda en el sentido de que el tractor no había recorrido más que un metro. Se le tomó declaración a todos los demás trabajadores rurales que viven en el lugar. Revisé a los dos protagonistas y puedo decir que no hubo pelea, no hubo nada más que una tragedia; algo que bien se podría describir como un hecho de mala suerte”, expresó en horas de la tarde el fiscal Francisco Márquez a un periodista de EL DIARIO.

Márquez indicó además que dispuso que se practique una autopsia al cuerpo del infortunado trabajador rural. El funcionario judicial también resolvió que el tractor con su dispositivo de corte sean secuestrados, para que si los familiares de la víctima quieren comprobar lo sucedido, lo puedan hacer.

El fiscal contestó afirmativamente cuando se le preguntó por la versión que daba cuenta de algún grado de retraso madurativo del joven fallecido. “Sí, efectivamente, tengo el certificado de discapacidad de Humberto Núñez en mi poder”, expresó Márquez.

Cuando todo transcurría dentro del sosiego, la quietud, serenidad, la calma habituales en aquel campo ubicado a la vera de la ruta 158, la tragedia se abrió paso en el cielo despejado del mediodía como una tormenta, como un rayo, para atravesar una joven vida.