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Cómo tomar remedios correctamente

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Cómo tomar remedios correctamente
Si estamos bien informados, cumpliremos mejor el tratamiento
Si estamos bien informados, cumpliremos mejor el tratamiento

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que “en el mundo, más del 50% de todos los medicamentos se receta, se dispensa o se vende en forma inadecuada. Al mismo tiempo, alrededor de un tercio de la población mundial carece de acceso a medicamentos esenciales y el 50% de los pacientes los toma de forma incorrecta”.

Es importante tomar los medicamentos exactamente como nos han indicado. Debe cumplirse el tratamiento.

Si nos informamos bien sobre la enfermedad y el tratamiento a seguir, estaremos más mentalizados en cumplir el tratamiento, si queremos obtener el beneficio de la salud.

Es decir, si sabemos para qué tomamos aquellos medicamentos será más fácil curarse.

Por tanto, tenemos que tomar los medicamentos tal y como nos indica el médico.

Asegúrese de entender los tiempos de la medicación. Algunas preguntas que hay que tener en claro son las siguientes: ¿Es necesario terminar el blíster o puedo dejar de tomarlo una vez que me sienta mejor? ¿Debo comprar otro envase al acabar las dosis? ¿Cuántos días debo tomarlo?

Establezca una rutina de tomar la medicación. Puede ser útil para tomar la medicación con normalidad unirla a actividades cotidianas tales como almorzar o cenar o al irse a la cama. También puede guardar algunas dosis de la droga en el lugar de lugar de trabajo para evitar olvidos.

No todos los medicamentos son afectados por la comida, pero muchos pueden ser afectados por lo que usted come y a la hora que lo hace. Por ejemplo, tomar ciertos medicamentos al mismo tiempo que come puede interferir con la manera en que su estómago y los intestinos absorben el medicamento. La comida puede retardar o disminuir la absorción del medicamento. Este es el motivo por el cual algunos medicamentos deben tomarse con el estómago vacío; una hora antes de comer o dos horas después.

Por otro lado, algunos medicamentos son más fáciles de tolerar cuando se toman con comida.

Pregúntele a su médico o a su farmacéutico si está bien que usted se tome su medicamento con un bocado pequeño o con una comida o si debe tomarse con el estómago vacío.

Si hay medicamentos que debe tomar al levantarse, una posibilidad es colocarlos en el cuarto de baño, junto al cepillo de dientes o el desodorante y/o la máquina de afeitar.

Mantener los medicamentos en lugares visibles de la casa. Si un medicamento debe tomarse con la comida, el lugar en el que la medicación puede «recordarse» con mayor facilidad es poniéndola sobre la mesa de la cena o en la mesada de la cocina.

En general, los medicamentos se deben tomar con un gran vaso de agua y separados de todo lo demás si queremos tener el mejor efecto.

Sin embargo, toda regla tiene una excepción, en este caso, si tomamos antiinflamatorios no esteroides (AINES), como el ibuprofeno, el naproxeno o el ciclofenato.

Estos antiinflamatorios son nocivos para la mucosa del estómago, por lo que siempre hay que tomarlos con algo de comida.

Fuente: Chequeo General, Buenos Aires

 

Vía libre a dádivas de laboratorios a los médicos

Escribe Gabriel Morini AMBITO FINANCIERO

La Legislatura porteña “sinceró” una de las prácticas habituales de empresas para con galenos. Cuando reciban, sólo deberán notificarlas al Ministerio de Salud.

Bajo el sinuoso nombre de Ley para la Publicidad de Beneficios o Premios a los Médicos, se aprobó en la última sesión de la Legislatura porteña el expediente 592-D-2016, impulsado, entre otros, por la legisladora y exministra de Salud Graciela Ocaña. En su artículo primero, la norma sancionada postula un sinceramiento a una de las prácticas más habituales de la industria farmacéutica: los regalos, obsequios, pagos de viajes y prebendas otorgadas a los médicos para que receten a sus pacientes determinados medicamentos, de cuya marca comercial son fabricantes. También, en el artículo primero la norma postula que «fabricantes, importadores y distribuidores de productos médicos, biológicos y farmacéuticos que otorguen incentivos económicos o susceptibles de valoración pecuniaria con el objeto de incentivar en forma directa o indirecta al médico a tomar decisiones de diagnóstico y/o terapéuticas deberán informar dicha situación a la autoridad sanitaria local a efectos de darle la debida publicidad».

Es decir que en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires no sólo se regulariza el lobby de las firmas para lograr que sus remedios sean recetados y consumidos por los pacientes, sino que con el solo acceso a una base de datos las empresas deberán (si lo desean, porque el articulado no comprende sanciones para quien no lo haga) dar cuenta si le hizo a médicos pagos en efectivo, por honorarios, pagó actividades de formación profesional para el galeno, hizo pagos para solventar viajes y entregó de valores, pasajes, regalos, hospedajes, gastos de representación, comidas o cualquier otro bien que tenga algún valor.

El sindicato de los Agentes de Propaganda Médica (AAPM) de la República Argentina que agremia a los visitadores médicos puso el grito en el cielo y aclaró que repudia la ley que «blanquea la coima» de las farmacéuticas.

En los fundamentos del proyecto se argumentó en sentido contrario: pese a que se señaló lo habitual de esas «prácticas espurias» que redundan en un mayor costo para el sistema de salud y los usuarios, no siempre siendo el recetado el mejor medicamento para una patología, se justificó que la publicidad de esa dádiva permitiría al paciente saber si su médico poseía algún compromiso o conflicto de interés.

Pero en ninguno de sus cinco artículos se reguló una prohibición para que eso suceda, ni un castigo para quien lleve adelante ese mecanismo de «incentivo», que ha sido denunciado y que ya cuenta con leyes provinciales para su penalización. En un intento de émulo de un apartado del «Obama Care» de los Estados Unidos, el espíritu parece ser el de transparentar quienes dan y reciben esos «obsequios» a cambio de las recetas a sus pacientes. La norma de salud norteamericana tiene a continuación un régimen de multas para las compañías o grupos empresarios que omitan informar en detalle el origen de los pagos, si alguien los trianguló y a cambio de qué droga se aceptaron.

En la versión porteña, la autoridad de aplicación que es la cartera de Salud sólo estará habilitada a «requerir información adicional» en caso de que no quede conforme con las explicaciones brindadas por los profesionales. En ese ministerio se delegan las eventuales sanciones para quienes no cumplan con el informe.

Ocaña fundamentó que el proyecto llega para «arrojar luz» sobre esta práctica y en particular, sobre la relación del médico con el paciente que debe velar por su salud. pero a la vez termina por regular lo que desde la AAPM señalaron como «prácticas corruptas» de la industria.

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