La secretaria de Educación del municipio dijo que hay que interrogarse por qué algunos chicos huyen despavoridos de la escuela, y si se conforma un ámbito de contención que los haga felices. Ese es el espíritu del congreso que se viene
Autoridades educativas de Villa María plantearon ayer públicamente sus reflexiones sobre si la escuela actual es un espacio feliz de encuentros, al presentar el 14º Congreso de Educación del Centro del País, que se realizará el 16 y 17 de junio.
“A veces nos olvidamos que la escuela debe propiciar niveles de felicidad”, señaló la titular del área en el municipio, Margarita Schweizer.
“Por qué hay tanto rechazo, por qué no se la quiere, por qué a veces la abandonan casi despavoridos… quizás deberíamos preguntarnos qué le está faltando”, dijo la respetada funcionaria, al encabezar junto al intendente Martín Gill la conferencia de prensa en la que en el Salón Blanco del ex-Palace Hotel se presentó el evento.
“Quizás nos estamos olvidando de la persona que transita el establecimiento”, advirtió y sostuvo que “es responsabilidad de todos preguntarnos si es posible generar espacios agradables, que sean convocantes y que no generen rechazo”. Y evaluó que hay que buscar las condiciones para que “la escuela se pregunte por otras cuestiones humanas”.
Schweizer afirmó que dicha institución “es también aprendizaje en la vida” y dijo que quizás lo más demandante del aprendizaje sea “caminar y construir la felicidad”. “Nuestros niños tienen que ser felices”, demandó y añadió que “a veces” la sociedad no brinda el mundo infantil que es necesario. Apuntó que suele ocurrir que “los adultos hacemos añicos el diálogo, la inocencia”.
La doctora consideró que el colegio debe preguntarse estas cuestiones y trazó que “muchas veces corremos detrás del conocimiento frío y nos olvidamos de que sean felices”.
“Los pequeños bajitos deben convocarnos para que sean felices y que no escapen de la escuela”, expresó, al tiempo que interpretó como oportuno este congreso “para preguntarnos por qué camino seguir para que cada vez sean más contenidos con amor, que a veces es lo que está faltando”.
Los disertantes ya confirmados son Ruth Harf, Violeta Guyot, Gabriel Brener, Lucía Garay, Elena Achili y Liliana Abrate. Además habrá una pequeña mesa de disertantes.
El congreso se hará en el Teatro Verdi y tiene un costo de 500 pesos, a pagar en dos cuotas.
La fecha límite para inscribirse es el 6 de junio. Se informó que el puntaje oficial está en trámite.
Qué dijeron los inspectores
En la presentación del congreso y tras la palabra de Gill y Schweizer, el inspector Enrique Luna planteó que “deberíamos preguntarnos qué le pasa a los alumnos” y “cómo resolver algunos problemas que impactan en su mundo interior”.
“La gran cuestión es cómo convivir en ambientes que nos provoquen alegría”, expresó.
Por su parte, la también supervisora de Nivel Medio Silvia Ballarino aseguró que este tema “se está trabajando en las escuelas y preocupa”, haciendo referencia a los acuerdos de convivencia. “No se puede aprender si no hay un clima propicio para eso”, resaltó. Dijo que todo lo que ocurre en la sociedad impacta en las aulas y que a los docentes también “les pasan cosas” como a los chicos.
Ballarino evaluó que es importante que se revisen los acuerdos de convivencia y se trabaje en ellos.
Cuando se les preguntó a los inspectores si tenían contestado el interrogante que plantea el congreso, el de si la escuela es un espacio feliz de encuentro, hubo sonrisas y el que habló fue el inspector Sergio Cornatosky. “La respuesta se va dando en el hacer”, indicó.
Enunció problemáticas comunitarias que impactan en la escuela, como la violencia o la pérdida de empleo, y sostuvo que los colegios atienden todos esos problemas. “Se hace un esfuerzo permanente” para que estas cuestiones sean trabajadas y se camine a revertirlas desde las aulas hacia el afuera, sostuvo el funcionario.
En la conferencia también estuvo presente el rector de la Universidad Nacional de Villa María, Luis Negretti, institución que como la UTN también organiza el evento.
