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Condenaron a vecino villanovense por hechos de violencia de género

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Condenaron a vecino villanovense por hechos de violencia de género
El fiscal Horacio Vázquez llegó a un acuerdo con la defensora Silvina Muñoz para que el juicio fuera abreviado

Juicio abreviado – Un año de prisión de cumplimiento efectivo por amenazar y golpear a su esposa

Se trata de Gustavo Fabián Cabrera, quien admitió los hechos cometidos en diciembre en perjuicio de Susana Isaia. El irascible sujeto tiene como antecedente una condena de ocho años (dictada en 2009) por haber abusado sexualmente de una niña de su entorno

Un constructor oriundo de Villa Nueva, que ya cumplió una dura sanción por haber violado a una nena en forma reiterada, fue nuevamente condenado ayer por la Justicia local, esta vez por amenazar con un cuchillo y golpear a su esposa en un nuevo caso de violencia de género.

En el marco de un juicio de trámite abreviado, Gustavo Fabián Cabrera (46) recibió una pena de un año de prisión de cumplimiento efectivo, con declaración de reincidencia, luego de ser declarado culpable de “amenazas calificadas” y “lesiones leves calificadas”, delitos cometidos hace ocho meses en contra de Susana Emilce Isaia, con quien contrajo matrimonio poco después de salir de la cárcel por la condena anterior.

Cabrera, nacido en la vecina ciudad el 20 de octubre de 1971, fue detenido el pasado 14 de diciembre luego de agredir verbal y físicamente a Isaia por cuestiones económicas.

 

Violenta reacción

El violento episodio se produjo alrededor de las 4 de la tarde en la vivienda que ambos ocupaban en calle Ituzaingó al 600, en barrio Lamadrid de Villa María, cuando el irascible sujeto (quien por entonces se ganaba la vida como gasista y electricista) reaccionó violentamente y amenazó de muerte a la mujer.

De acuerdo con la acusación, en momentos que la pareja se encontraba en la habitación matrimonial, Cabrera comenzó a zamarrearla y a empujarla hacia atrás hasta que la arrinconó contra una de las paredes.

En medio de la desesperación de Isaia, el agresor le tapó la boca con una mano y con la otra la tomó del cuello. Luego de unos segundos ella logró zafar, se dirigió a la ventana que da a la calle y comenzó a gritar “¡llamen a la Policía, llamen a la Policía!”

Seguidamente, la mujer se dirigió corriendo al comedor, pero fue perseguida por su esposo, quien tomó un cuchillo de cocina que había sobre la mesada y, luego de reducirla por segunda vez, le colocó la hoja del arma blanca en el cuello y le advirtió: “¡Callate porque te voy a matar!”

Con la situación dominada por la fuerza física, Cabrera tomó un repasador, lo mojó y se lo puso en la boca a Isaía para que no pudiera gritar. Como la mujer no podía respirar, el agresor la soltó un instante y ella aprovechó para salir corriendo hacia la habitación matrimonial y, nuevamente a través de la ventana, gritó “¡ayúdenme, llamen a la Policía, me quiere matar!”

Fue entonces cuando Cabrera decidió retirarse del inmueble.

Un vecino que escuchó el desesperado pedido de Susana llamó a la Policía y en pocos minutos arribó al lugar un móvil de la Patrulla Preventiva.

Pese a la violencia desplegada en su contra, la víctima decidió no realizar la denuncia. Pero enterado de lo que había sucedido, el fiscal que estaba de turno actuó de oficio y ordenó la detención de Cabrera, que se concretó horas más tarde.

 

Confesión, a medias

A poco de comenzada la audiencia y tras la lectura de la pieza acusatoria por parte del secretario Guillermo Picco, el convicto villanovense se declaró culpable de la agresión, pero -curiosamente- negó haber utilizado un cuchillo durante el violento episodio.

En un primer momento, esa circunstancia echó por tierra con el acuerdo al que habían arribado antes de la audiencia la defensora oficial, Silvina Muñoz, y el fiscal Correccional, Horacio Vázquez.

Como el acusado no confesó lisa y llanamente el hecho, el juicio no podía abreviarse, motivo por el cual el juez Félix Martínez dispuso un cuarto intermedio para que la asesora letrada (molesta por la actitud de Cabrera) pudiera conversar con su defendido.

Al reanudarse el debate, el constructor admitió que los hechos habían ocurrido tal como estaban descriptos en la acusación.

 

Condena anterior

El 17 de marzo de 2009, en otro juicio abreviado, el juez René Gandarillas le impuso a Cabrera una pena de ocho años de prisión efectiva tras declararlo autor responsable del delito de “abuso sexual con acceso carnal” en perjuicio de una menor ligada indirectamente a su entorno familiar.

Previo a la sentencia, el villanovense admitió haber sometido a sus bajos instintos -y en forma reiterada- a una chiquita que tenía entre 5 y 7 años de edad al momento de los hechos, registrados en fechas no determinadas puntualmente, pero comprendidas entre 2004 y 2007.

Cabrera había sido detenido en mayo de 2008 y estuvo privado de la libertad hasta 2015.

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