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Condenaron a dos hermanos por un violento asalto en un depósito

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Condenaron a dos hermanos por un violento asalto en un depósito

Se trata de Angel Balmaceda y Alan Lazarte (hermanos por parte de madre), quienes junto a un menor irrumpieron armados en una distribuidora de huevos ubicada en Porfirio Seppey y Darío Ramonda. El atraco ocurrió el 10 de diciembre de 2014

Angel Balmaceda declara mientras lo escuchan su medio hermano Alan Lazarte y el abogado Juan Rusconi
Angel Balmaceda declara mientras lo escuchan su medio hermano Alan Lazarte y el abogado Juan Rusconi

A requerimiento del fiscal de Cámara y como consecuencia de un acuerdo previo con el abogado defensor, la jueza Silvia Saslavsky de Camandone les impuso ayer condenas de cinco años de prisión a dos jóvenes que confesaron haber asaltado a un comerciante local en diciembre de 2014.

En el marco de un juicio de trámite abreviado, Angel Jonathan Balmaceda (21) y Alan Lazarte (22), hermanos por parte de madre, fueron declarados coautores penalmente responsables de “robo calificado por el resultado lesivo”, aunque el primero de ellos también fue hallado culpable de “violación de domicilio”.

En el violento atraco por el que ambos sujetos fueron juzgados y condenados también intervino el adolescente D. F. C., de 16 años, quien realizó un pedido de “probation” (suspensión de juicio a prueba) y evitó sentarse en el banquillo de los acusados.

Lo concreto es que Balmaceda y Lazarte, hijos de Analía Verónica Lazarte, recibieron una sanción de cinco años de cárcel de cumplimiento efectivo por un robo a mano armada perpetrado a media mañana del 10 de diciembre de 2014 en barrio San Martín de Villa María.

 

Amenazas y golpes

El asalto tuvo como víctimas a Juan Carlos Heredia (61) y a su esposa, propietarios de un depósito ubicado en la esquina de avenida Porfirio Seppey 250 (exruta de tránsito pesado) esquina Darío David Ramonda, donde al momento del hecho funcionaba una distribuidora de huevos, además de ser el domicilio del matrimonio.

Ese miércoles, alrededor de las 10, tres delincuentes armados ingresaron al depósito donde, bajo amenazas de muerte y luego de golpear violentamente a Heredia en la cabeza, se apoderaron de unos 10 mil pesos y 200 dólares en efectivo y se dieron a la fuga corriendo.

Cuando escapaban, un vecino advirtió la maniobra, por lo que decidió seguirlos en su camioneta, y a unos 100 metros del lugar del hecho los tres delincuentes subieron a dos motocicletas que habían dejado estacionadas.

El vecino dio inmediato aviso a la Policía e incluso describió las características físicas de los asaltantes, como así también las vestimentas que usaban y algunos detalles de las motos en las que escapaban, lo que posibilitó que efectivos de la Patrulla Preventiva los localizaran poco después en barrio San Nicolás.

Los tres jóvenes terminaron su huida en la vivienda ubicada en calle Mafalda Gilli 179, domicilio de una familia de apellido Carrera, frente a la cual abandonaron los dos rodados (ambos eran propiedad de la madre de Balmaceda y Lazarte), para de inmediato ingresar al inmueble.

Con los uniformados siguiendo sus pasos, los tres individuos saltaron una tapia y huyeron por los techos linderos, pero dos de ellos fueron detenidos momentos después.

 

El depósito donde se produjo el violento robo, ubicado en Seppey y Ramonda. Allí, portando armas de fuego y con violencia, los tres asaltantes sustrajeron 10 mil pesos y 200 dólares la mañana del 10 de diciembre de 2014 (foto de archivo de EL DIARIO)
El depósito donde se produjo el violento robo, ubicado en Seppey y Ramonda. Allí, portando armas de fuego y con violencia, los tres asaltantes sustrajeron 10 mil pesos y 200 dólares la mañana del 10 de diciembre de 2014 (foto de archivo de EL DIARIO)

Insólita decisión

Curiosamente, Angel Balmaceda ingresó ilegalmente a la vivienda de unos vecinos y tras decirle a la dueña de casa “me sigue la Policía”, se metió de prepo en el baño, se desvistió y comenzó a ducharse para simular que era miembro de esa familia y que no tenía nada que ver con el asalto.

La mujer, atemorizada por lo que estaba sucediendo, salió raudamente de su domicilio y cuando vio a los uniformados, les avisó que una de las personas que estaban buscando se encontraba adentro del baño y bajo la ducha. Y fue en ese lugar donde lo detuvieron.

El menor D. F. C. fue aprehendido en las inmediaciones, mientras que Alan Lazarte logró evadir la acción policial y estuvo prófugo durante casi dos meses, hasta que finalmente fue detenido.

En el patio de una vivienda que está ubicada exactamente detrás de la casa de la familia Carrera, pero que da a la calle Nicolás Sarno, la Policía encontró -debajo de un árbol- una bolsa con el botín sustraído a Heredia y su esposa. Allí estaban los 10 mil pesos y los 200 dólares que los ladrones habían arrojado en su desesperaba huida.

 

Jueza y partes

Además de la camarista Saslavsky, intervinieron en el juicio oral y público el fiscal Francisco Márquez, el abogado Juan Antonio Rusconi y la secretaria Gabriela Sanz.

La confesión lisa y llana de los hechos por parte de los dos acusados posibilitó que la audiencia de debate se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir, omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala.

Así, a la hora de los alegatos, el acusador público solicitó la pena finalmente impuesta, pedido al que adhirió el defensor de ambos imputados.

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