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Contra el hambre: trabajadores de Surrbac con otra copa de leche

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Contra el hambre: trabajadores de Surrbac con otra copa de leche
Alassia junto a sus compañeros el pasado sábado, cuando iniciaron el trabajo en barrio La Calera

El trabajo solidario lleva cinco años

Los sábados toman la posta del comedor Caritas Felices, que de lunes a viernes ofrece contención y un plato de comida a un centenar de niños del barrio La Calera. Dicen que “la triste realidad” que observan es lo que los impulsa a seguir sumando espacios

Hace cinco años, un numeroso grupo de trabajadores del Sindicato Unico de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac) decidió abrir una copa de leche en la ciudad. El paso del tiempo y la cada vez más evidente necesidad de muchos niños que viven en barrios de los denominados periféricos, tanto en Villa María como en Villa Nueva, hicieron que se pongan al hombro más de estos espacios.

El pasado sábado, los trabajadores dieron inicio a la cuarta copa de leche. Fue en barrio La Calera y sumándose al fuerte trabajo social que viene desarrollando el comedor Caritas Felices, que de lunes a viernes contiene y ofrece un plato de comida a casi un centenar de niños.

“Hay muchísima necesidad”, remarcó Ariel “Piquito” Alassia, referente la Juventud Sindical 1º de Mayo del sindicato de recolectores y militante que llegó a ser candidato suplente a diputado en las pasadas elecciones.

Sobre el desembarco en La Calera, explicó que “Marisa Sánchez viene haciendo un gran trabajo con los chicos de ahí, de lunes a viernes, entonces planteamos la posibilidad de ir los sábados nosotros, que es cuando ellos ya no tienen Paicor ni el comedor, por lo que muchos se van el viernes y no vuelven al lunes, y para algunos no les resulta fácil tener un plato de comida el fin de semana”.

Actualmente, las copas de leche que sostienen cada sábado están en Las Acacias, en Villa Nueva en el centro y en El Vallecito y colaboran con Los Olmos. “Entre 45 y 60 chicos en cada lugar”, afirmó.

“Somos 65 trabajadores, esto es un compromiso de todos, un sábado están algunos, otra vez otros, y los que están fijos son los chicos que colaboran en la cocina”, sostuvo Piquito.

“La triste realidad que estamos viviendo nos impulsa a seguir trabajando. Ojalá el día de mañana no haya copas de leche. Nos entristece tener que abrir otra, al contrario, no debería haber más, cada padre tendría que poder, con un trabajo genuino, llevar el alimento a su casa”, reflexionó y contó que en los espacios “hay chicos de todas las edades”.

“En un momento por ahí se había planteado poner un límite de edad, pero concordamos que es imposible porque nosotros no le vamos a negar un plato de comida a nadie”, subrayó.

¿Cómo es una jornada en las copas de leche de los trabajadores de Surrbac?: “Largamos 9.30, más o menos, con un desayuno bien amplio. Tenemos una cadena de panaderías que colabora sábado a sábado así que arrancamos a las 6 nosotros haciendo el recorrido, los compañeros encargados de la cocina comienzan con el chocolate o el mate cocido. Después del desayuno hay distintas actividades, ya sean de arte, juegos o fútbol. A las 12 tratamos de tener la comida lista, ellos almuerzan, y muchas veces hacemos en cantidad para que puedan llevarse a su casa de lo que sobra, y alrededor de las 13 ya se van a sus casas”.

“Te genera impotencia. La idea es no tener que ver esa realidad que desde hace años vemos aumentar, como es cada vez más la gente en situación de calle”, consideró y aseguró que “permanentemente recibimos mensajes pidiéndonos bolsones, ropa, nos piden para comer. No es gente que está encaprichada en que le den, la realidad golpea fuerte y toca verlo diariamente a través de mensajes”.

Lejos de disfrutar de realizar esta tarea, dijo que es algo que “duele, entristece” porque “uno ha venido de abajo, somos trabajadores y lo hacemos con el corazón, pero el corazón te bombea a diez mil cuando vez una situación que no podés satisfacer por no tener los recursos en ese momento y por todos los medios salís a buscarlo”.

“Como recolectores queremos brindar una ayuda a los que menos tienen. Estamos colaborando con barrio Los Olmos y viendo si podemos abrir una copa de leche más ahí”, adelantó Alassia.

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