El fiscal René Bosio pidió que se le practicara una autopsia para determinar la causa del deceso. Asimismo, receptaba anoche en su despacho el testimonio de dos personas que aportarían datos importantes
Sobre el cierre de esta edición, alrededor de las 21.30, el fiscal de Instrucción del Tercer Turno, René Bosio, confirmaba a EL DIARIO que momentos antes había fallecido un hombre de 39 años, tras haber sufrido convulsiones en la vía pública.
Se trata de Sebastián Perozzi, quien registraba domicilio en la calle Lamadrid 526, no lejos de donde padeció el ataque letal.
El funcionario judicial ordenó inmediatamente que se practicara una autopsia y caratuló el caso como “muerte de etiología dudosa”, mientras se disponía a echar luz sobre las circunstancias que causaron el deceso del hombre.
Para desentrañar ese enigma, Bosio cuenta, en principio, al menos con dos testigos que podrían aportar datos significativos. Con ellos se reunió, de manera consecutiva, ayer a la noche, pasadas las 22, mientras el médico forense llevaba adelante su tarea pericial.
No llegaron a tiempo
Al parecer, según los primeros trascendidos, Perozzi se habría encontrado en un llamativo estado de exaltación en la tardenoche de la víspera, en la vía pública, incluso “molestando a la gente que pasaba por el lugar”, indicó uno de los testigos.
En esa circunstancia se encontraba cuando fue presa de las mencionadas convulsiones. Tan pronto como fue posible, Perozzi fue trasladado al Hospital Regional Pasteur. Sin embargo, a pesar del esfuerzo del personal del centro de salud, finalmente terminó falleciendo.
“Preferimos, por el momento, no adelantar ninguna opinión sobre el caso. Esperaremos el resultado de las pericias que estarán listas mañana (por hoy) y evaluaremos las declaraciones de los dos testigos, antes de emitir algún comunicado oficial”, señaló el fiscal Bosio al confirmar el caso a nuestro cronista.
Cabe señalar que el funcionario policial no descarta de plano ninguna hipótesis y avanzará su investigación sin minimizar ninguna posibilidad.
