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“Debemos encontrar el precio más justo y objetivo del bien que tasamos”

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“Debemos encontrar el precio más justo y objetivo del bien que tasamos”

Pormenores de una  profesión que busca el equilibro entre el precio y el valor

Inés Caisutti: “Entiendo nuestra profesión como un servicio; es decir, una persona confía en que uno le ayuda a determinar el valor de un bien”

La pregunta es casi obvia; pero la respuesta no o, mejor dicho, la respuesta que nos ofrece la perito tasador Ines Caisutti nos sumerge en un universo de variables, combinaciones y posibilidades que sorprenden por lo insospechadas e impensadas, en muchos casos, y abren la puerta a un mundo que es más complejo de lo que comunmente puede una persona desprevenida imaginar.

-¿En qué se fija un perito tasador a la hora de valuar un bien, cualquiera sea éste?

-Si hablamos, por ejemplo, de un inmueble, lo primero que uno tiene en cuenta es la ubicación: adónde está emplazado. Luego, hay que verlo, comprobar en qué estado está, cuál es el entorno físico, es decir, el barrio y la ubicación dentro del barrio; el entorno social, la funcionalidad de su diseño, las dimensiones y las proporciones. Y es bueno explicar que lo que hace al precio, en este caso, del inmueble, no es sólo la suma de todas las variables que mencioné antes, sino la relación de estas variables entre sí.

Para dar un ejemplo concreto de sólo una o dos de estas variables, pongamos por caso un inmueble de 500 metros cuadrados: no es lo mismo 10 metros de frente por 50 metros de fondo, que 50 metros de frente por 10 de fondo, que 12 metros de frente por 40 de fondo. Aunque la superficie sea la misma, las proporciones varían y con ellas varía el precio. Y así, la relación y combinación de cada una de las variables entre sí y a su vez, estas variables con las otras van a determinar un precio. Y es importante remarcar que nada tiene que ver el valor con el precio. Nosotros debemos establecer un precio al bien que vayamos a tasar, el precio más justo y objetivo; pero el valor tiene raíces también en la subjetividad, que es otro terreno; aunque no estemos ajenos a él.

De esta manera, el perito tasador debe proceder con cada uno de los bienes que deba tasar: inmuebles, vehículos, obras de arte, joyas, ya que un perito tasador está habilitado a tasar cualquiera de estas cosas. Pero un buen profesional tiene que ser lo más realista posible porque las cosas valen lo que valen, no lo que uno cree que valen. Nuestro trabajo tiene que ver con el valor objetivo de los bienes.

 

Interdisciplinario

-A medida que uno se adentra en el mundo de la tasación, va descubriendo que el mismo tiene relación con otras especialidades y disciplinas y actúa en permanente interrelación.

-Nosotros somos o, mejor dicho, podemos ser auxiliares de la Justicia e intervenir, si se nos solicita, en diversos conflictos en los que haya bienes para repartir: por ejemplo, un inmueble o cualquier otro objeto de valor. Y no sólo si lo requiere un juez, sino que también podemos ser peritos de parte propuestos justamente por alguna de las partes que pugnan en ese conflicto; ya sea un divorcio o la disolución de una sociedad, por ejemplo. Si hay artículos de valor que repartir, bienes gananciales que dividir, se solicita el auxilio de la competencia de un perito tasador para determinar el valor de ese bien. Y a la vez, nosotros hacemos consultas a distintos especialistas, incluso a nuestros mismos colegas, cuando no tenemos la seguridad plena en cualquier tasación; cada día más, es conveniente trabajar de manera interdisciplinaria y hacer interconsultas, en virtud de logar determinar el precio más justo y exacto de los bienes. Y esto tiene que ver con entender nuestra profesión como un servicio; es decir, una persona confía en que uno la ayude a determinar lo más exactamente posible cuánto vale ese bien material que desea vender o comprar. Incluso, en varias oportunidades, podemos aconsejar no vender, por ejemplo.

-¿Cómo es eso?

-Bueno… Suele ocurrir que una persona quiere, por ejemplo, vender un inmueble para solucionar algún tipo de problema que cree que éste le acarrea. Por ejemplo, que quiera vender una casa porque no quiere vivir más con un hijo, porque ese hijo le trae problemas y, para evitar la convivencia, decide vender la casa. Entonces, uno termina aconsejándole que al deshacerse de la casa no se va a deshacer del problema que tiene con el hijo. Se ven muchas cosas en esta profesión, que es por cierto apasionante, porque tiene relación directa con el ser humano.

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