Ernesto Fernández Núñez será vicepresidente y Eduardo Belloccio va como secretario general adjunto de la prestigiosa entidad de escritores
La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) fundada en 1928 por el cordobés nacido en Villa de María del Río Seco Leopoldo Lugones y presidida entre otros por el porteño Jorge Luis Borges, tendrá desde hoy a dos villamarienses entre sus principales directivos. Es que en la lista que preside precisamente quien fue el biógrafo de Borges, Alejandro Vaccaro, aparecen como vicepresidente Ernesto Fernández Núñez y como secretario general Eduardo Belloccio.
Vaccaro iniciará un nuevo período al frente de la entidad madre de los escritores argentinos, con sede en la calle Uruguay del barrio Norte porteño, acompañado por una comisión directiva que muestra un ascenso notable de los representantes locales, ya que Fernández Núñez pasa del cargo de secretario general al de vicepresidente y Belloccio avanza de vocal a secretario general.
La noticia llega a la ciudad en momentos en que la filial local de la SADE, que fue dirigida en distintos períodos por el citado Belloccio, está celebrando su medio siglo de vida.
Fernández Núñez expresó ayer a EL DIARIO su “gran satisfacción” y destacó que desde la conducción “se volverá a trabajar para que la entidad represente cada vez más la unidad de los escritores y el federalismo”.
“La idea es integrar a las filiales de la Argentina. Se debe tejer la relación entre los escritores para actuar en unidad. Tenemos asignaturas pendientes como lograr la Ley de Derecho de Autor, apuntando a defender la propiedad intelectual del escritor, para que la creatividad sea paga y no tenga barreras, así como desarrollar la asistencia integral al socio en el plano cultural y social, y que la SADE Central sea la polea literaria de todas las expresiones de los escritores de la República Argentina”, comentó.
La SADE es una asociación civil que nuclea a escritores del país, en lo que se puede denominar como una institución gremial y cultural con sede central en Buenos Aires, pero con más de 50 seccionales distribuidas en todo el país, entre ellas la de Villa María.
Entre sus objetivos aparecen: representar, administrar y defender los intereses profesionales de los asociados y entidades de escritores del país y del extranjero que le confiaren su representación; propender a que todo trabajo literario sea adecuadamente remunerado; defender y proteger el respeto y la dignidad que merecen los escritores y contribuir al enaltecimiento de la profesión, asegurándoles respaldo jurídico e institucional; fomentar y difundir la literatura Argentina y representar a sus asociados dentro y fuera del país, en todo aquello que se relaciona con la defensa de sus derechos de propiedad intelectual.
