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El amor terminó en una buena idea        

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El amor terminó en una buena idea        
Mauro Guzmán recreó historias que le contaron durante la semana en el Parque de la Vida

Anoche en el Favio – Finalizó el ciclo de eventos “Son las cosas de la vida, son las cosas del querer”

La propuesta de Cultura culminó con una puesta narrativa y musical a cargo de Mauro Guzmán, Rocío Heredia y Ezequiel Infante

 

Una de las actividades más singulares que se han desarrollado en el marco del ciclo “Son las cosas de la vida, son las cosas del querer”, organizado por la Subsecretaría de Cultura en el marco del Día de los Enamorados, se llamó “Amor al contado”.

Se trató de una iniciativa plasmada en dos etapas. Durante la tarde del miércoles y de ayer, el escritor y narrador local Mauro Guzmán escuchó historias de amor que los ocasionales transeúntes le iban relatando sentados ante una mesa instalada en medio del Parque de la Vida (la invitación rezaba: “Escucho historias de amor, pago con un abrazo”).

El proyecto fue coronado anoche, pasadas las 22.30, cuando el propio Mauro recreó en el hall central del Centro Favio algunos de aquellos relatos que surgieron del intercambio oral previo y antojadizo, hilvanados con cuentos, ideas, abordajes filosóficos e intervenciones narrativas que Guzmán ya tenía estructurados en mente. La velada fue adornada con música en vivo, en diferentes estilos y géneros, de Ezequiel Infante (en bandoneón y guitarra) y Rocío Heredia (en voz y guitarra).

Consultado por EL DIARIO, Mauro comentó algunos de los casos y de las narraciones recabadas que más le llamaron la atención.

 

Un matrimonio, una niña y un pastor evangélico

“Hubo personas que se acercaron solas a contar sus propias historias o de algún pariente y hasta un matrimonio con su hija. Una señora se acercó y me preguntó: ‘¿Tienen que ser historias de pareja solamente?’. Le respondí que no, que podían ser de amor, pero en lo que ella quisiera. Y me contó sobre el amor que le tiene a su hija, lo que le costó tenerla, lo que sufrió junto a su marido, casi 15 años de tratamientos médicos luego de perder varios embarazos”, recordó.

También rememoró el momento cuando se acercó una niña pequeña que no sabía leer. “‘Qué es lo que dice ahí?’, me preguntó por el cartel. Yo le expliqué y le pedí que me contara una historia. Entonces, me habló de sus papás”.

Pero uno de los casos que más remarca fue el de un hombre que “me dijo que era escritor, que había hecho poemas en la escuela y que dos de ellos eran de amor, y que se lo aplaudieron mucho. Luego, que amaba mucho a su mujer hasta que me comentó que era pastor evangélico y que el único amor verdadero, que nunca se acaba, era el amor a Dios. Que en el otro amor se pasa de la pasión a ser compañeros”.

 

Literatura de rabona

Por otra parte, Mauro concretó el jueves pasado en el bar Taurus otra propuesta relacionada con el arte de narrar, pero sobre una temática, a priori, totalmente diferente.

“Cuentos de fútbol y otras canciones redondas” se llamó el espectáculo que llevó a cabo junto al músico Juan Poquito.

“Finalmente pude combinar dos de mis pasiones: el fútbol y la literatura. Cuando era más joven llegué a jugar en las inferiores de la Asociación Española y en la Primera de Central Argentino en la Liga. Incluso, fui rival de Franco Jara (el referente local que integra actualmente el Pachuca de México). Después me fui a Buenos Aires y no volví a jugar más, ni siquiera veo fútbol ahora. Pero quería hacer algo al respecto y surgió esta idea. Pude hablar de cómo comenzó el fútbol en el mundo, tirar datos concretos, recrear anécdotas famosas y relatar cuentos de Dolina o leer un poema al Burrito Ortega, mientras Juan hacía canciones de La Bersuit o interpretaba algunos tangos”.

Precisamente el jueves próximo y en Taurus (bulevar Vélez Sarsfield 1170), Guzmán plasmará una reversión de “Amor al contado”, con el título de “El amante imaginario” junto a Rocío Heredia y Ezequiel Infante.

 

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