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El campeón está estancado

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El campeón está estancado
Gayoso busca compañeros ante la atenta mirada de Moyano, en el nuevo empate que se registró en Arroyo Cabral

LIGA VILLAMARIENSE – Apertura – 8va. fecha – Interzonal A y B

Rivadavia igualó 1 a 1 con River y protagonizó su sexto empate consecutivo en el torneo, que lo aleja de la punta y se le arrimó Atlético Ticino, su próximo rival

Escribe: Pablo Luna Broggi

En una racha tanto increíble como llamativa, Rivadavia ayer empató 1 a 1 de local con River y sumó una rueda de empates: es decir, acumuló su sexta igualdad consecutiva en el marco del Apertura, que lo tiene como uno de los dos invictos.

Con dicha igualdad, el Verde se alejó del primer puesto, que hace un par de fechas que cedió en manos de Alumni, y le permitió recuperar posibilidades al tercero, Atlético Ticino, al cual recibirá en el próximo capítulo.

En los primeros minutos, un Rivadavia sorprendido por la actitud de su rival no pudo contrarrestar que la banda cuente con la primera chance clara de gol: Julián López tomó el balón en tres cuartos de cancha y recorrió más de 30 metros para culminar con un gran disparo de larga distancia que se estrelló en el travesaño.

El local contestó a los 15 minutos a través de un gran centro de Fabián Martínez que Pascual Gudiño cabeceó de gran forma, obligando a Garofani a hacer un esfuerzo sobrehumano para evitar la apertura del marcador.

Rivadavia comenzó a crecer de a poco y a contar con más opciones de gol, con Tadeo Albiero como estandarte del ataque verde. El experimentado goleador casi pone el 1 a 0 a los 30 minutos luego de cabecear un centro de Nicolás Gayoso que se estrelló en el ángulo millonario.

Unos minutos más tarde llegó el gol local, luego de un desborde de Gayoso que terminó derribado en el área por el recién ingresado Guevara. El propio delantero verde se hizo cargo de la pena máxima, y a pesar de haberla desperdiciado (Garofani la atajó de gran manera) capturó el rebote y convirtió el 1 a 0 para el delirio de toda la parcialidad local.

Rivadavia era más que su rival y ratificó su ventaja hasta el fin del primer tiempo con el dominio del balón y contando con más de una chance de aumentar la diferencia.

Sin embargo, en el complemento comenzó el dominio de un River que salió a jugar el segundo tiempo con una personalidad pocas veces vista, inclinando la cancha a su favor y logrando un empate final totalmente justificado.

A los 17 minutos, un centro de Julián López le posibilitó a Rodríguez cabecear en el área rival, pero el balón se fue muy cerca del arco defendido por Marcelo Berardo.

A los 26, luego de una falta a Santiago Palermo dentro del área que el árbitro interpretó como penal, Julián López se encargó del remate desde los 12 pasos, pero no pudo batir la resistencia del arquero local que voló hacia su palo derecho para desviar el penal.

Parecía que el buen momento de River se diluía luego del penal errado por López, pero el visitante continuó insistiendo hasta conseguir el merecido premio del empate. Primero fue Moreno quien estrelló un remate en el palo, luego el propio López quien probó nuevamente suerte con un remate rasante, pero Berardo le volvió a negar la posibilidad de festejar. Finalmente el gol llegó a los 35 minutos, luego de un gran centro que Guevara cabeceó para poner el 1 a 1 definitivo y así remediar su error del primer tiempo. Luego, con el empate ya consumado el defensor central se fue expulsado, pero con la satisfacción interna de haber remediado su error (en su primera intervención cometió penal) y logrado el merecido empate en tierras cabralenses.

Rivadavia no jugó bien y dejó el terreno de juego muy confundido, con empates consecutivos que lo alejan de la punta.

 

La figura

Matías Garofani

Fue el principal responsable del empate millonario, tapando jugadas claras de gol en momentos claves del partido. River creció apoyado en la seguridad que mostró el uno millonario.

 

Nueve de julio y colon igualaron 0 a 0

El gol se ausentó en Pasco

Escribe: Juan Pablo Morre

Un atajadón de cada arquero en cada tiempo, un cabezazo al travesaño y no mucho más ofrecieron ayer en Pasco el líder 9 de Julio y Colón, en un reparto de puntos que convenció al Patriota porque continúa en la cima y sostuvo la distancia de cuatro unidades con el cabralense.

En un trámite equilibrado, por momentos con mayor rigor físico y embarullado, todo derivó en un 0 a 0 claro porque faltó fluidez y elaboración, y prueba de eso fue que las “más peligrosas” llegaron por acciones de pelota parada.

De igual modo, la visita buscó ser más pulcro con el balón, con el buen trabajo de su doble cinco (Verón y Comba), aunque careció de profundidad frente a un rival que apostó a la solidez defensiva y a los ataques rápidos, esencialmente con la velocidad de Martín Arce o el constante trabajo de espaldas de Sorasio.

Así las cosas, todo fluyó en una paridad constante, más allá de momentos de superioridad o mayor presencia ofensiva que tuvieron ambos equipos, en lapsos cortos del trámite.

A los 13’ del primer tiempo, Altamirano voló y desvío magníficamente una pelota con destino de red que impactó Depetris en el área rival.

Dicha acción se visualizó en el mejor momento de Colón, que circuló la pelota y profundizó por izquierda, al punto que casi anota un golazo pero Giraudo no llegó a conectar en la terminación y, en la continuidad, Pereyra cabeceó alto.

El local, de igual modo, corrigió a tiempo con el sacrificio de Passero y el trabajo posicional de Coria, que le sumó la rigurosidad en los duelos individuales, que le posibilitó no pasar sobresaltos de envergadura.

Recién a los 15’ del complemento llegó otra posibilidad de gol, otra vez para los de Arroyo Cabral y en otro córner; esta vez ganó Acosta con un cabezazo potente pero la pelota reventó el travesaño; en el rebote, Altamirano intervino ante un tiro de Verón y le siguió un cabezazo desviado de Alvarez. En fin, ni el 3 x 1 le resultó a Colón.

En el último cuarto, el más incisivo fue 9 de Julio aprovechando la urgencia de un Colón, que asumió riesgos y tuvo descuidos defensivos. A los 33’, Fernando Rodríguez ganó en el área de cabeza, la pelota cruzó toda el área chica y a la altura del palo más lejano llegó Sorasio, quien definió forzado y apareció Peretti con una intervención espectacular.

Y, a los 38’, entre  Sorasio y Arce se molestaron de frente al arco tras un centro direccionado de Solís y se “morfaron” lo que hubiera sido el gol del triunfo.

En definitiva, la igualdad quedó a pedir del partido jugado en Pasco, en un punto que satisfizo al local y amargó a la visita, por más que logró sumar para dejar atrás dos caídas consecutivas.

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