El exministro de Trabajo habló sobre reforma laboral y la situación del país

Carlos Tomada arribó a nuestra ciudad invitado por la CGT y la Universidad Nacional de Villa María

Escribe Celeste Coschica
De nuestra Redacción

El exministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, regresó a nuestra ciudad, luego de varios años, invitado por el Instituto de Formación Sindical y Capacitación Laboral “Héctor Recalde”, perteneciente a la CGT local, y el Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María.

Con entrada libre y gratuita, la presentación se llevó a cabo en la sede de la UOM frente a un gran marco de público, principalmente representantes sindicales y miembros de organizaciones sociales y estudiantiles.

Entre los presentes se destacó la asistencia del exintendente de la ciudad, Eduardo Accastello, y de la legisladora provincial Carmen Nebreda.

Minutos antes de comenzar la charla, que giró principalmente en torno a la reforma y flexibilización laboral que el Gobierno actual busca aprobar en el Congreso y cómo afectará a los trabajadores, Tomada dialogó con medios de comunicación de la ciudad.

Como primer punto, destacó la coincidencia de su visita a nuestra provincia con el 49º aniversario del Cordobazo, que se conmemora hoy: “Es una fecha demasiado simbólica como para omitirla. El Cordobazo fue uno de los puntos más altos de la conciencia obrera en la Argentina”, destacó en diálogo con EL DIARIO.

Volviendo al contexto actual y al ser consultado sobre las consecuencias de una posible reforma laboral, Tomada aseguró que es un proyecto de ley que no se explica con claridad y que al día de hoy hay tres partes presentadas: “Esta cosa de dividirlos porque creen que de esa manera logran engañar. Personalmente creo que lo que está en juego es si va a haber reforma laboral o no va a haber. Plantear que los problemas de la Argentina se resuelven quitándole derechos a los trabajadores y trabajadoras es una enormidad. No debe pasar ninguna reforma laboral en este contexto, con intervención en los próximos días del Fondo Monetario Internacional”.

“El FMI ha sido el impulsor de todas las reformas laborales en el mundo, 103 países reformaron con los mismos argumentos, principios y objetivos. Siempre es para atraer inversiones, generar empleo, reducir el déficit, pero nunca dio resultado y eso lo establece un informe de Naciones Unidas. Lo que sí pasó fue pérdida de derechos y garantías e incertidumbre laboral”, destacó.

“Es hora de que la reforma laboral deje de ser un tema, incluso para los que la propician”, afirmó Tomada.

Una sociedad activa en defensa de sus derechos

Al ser consultado por la reacción de la sociedad frente a las medidas del Gobierno de Mauricio Macri como el aumento de tarifas o el pedido de crédito al FMI, el exministro de Trabajo aseguró que “a través de varias organizaciones sindicales, se está resistiendo”: “Hubo movilizaciones impresionantes en la ciudad de Buenos Aires y en otros lugares del país. Hubo movilizaciones por los derechos humanos, que me parece que es un piso que se puso. Cuando apareció el 2×1 no hubo necesidad de convocatoria. Ni una menos también es un piso de derechos, una plataforma y uno de los movimientos más fuertes y conmovedores que ha aparecido. También la Ley de Reforma Previsional ha generado un cambio en el clima, producto de una sociedad que está activa en defensa de sus derechos”.

“La marcha del 25 de mayo contra la vuelta del FMI fue muy importante. Fue algún dirigente, actores y periodistas, pero fue mucha gente enojada y al mismo tiempo esperanzada, alegre, sabiendo que estaba ahí dando testimonio y eso me parece muy valioso”, agregó.

Tras 12 años en el Ministerio

Tomada, ministro de Trabajo de la Nación a lo largo de 12 años, desde 2003 a 2015, durante la Presidencia de Néstor Kirchner y las dos presidencias de Cristina Fernández, aseguró que no puede hablar de un legado personal, sino del legado del Gobierno del que fue parte: “Tuve la suerte de trabajar para dos presidentes que hicieron del trabajo y de los trabajadores un eje fundamental de su gestión. No recuerdo, y uno lleva un largo camino recorrido, otro tiempo en el que haya habido un poder Ejecutivo donde haya tenido tanta importancia el trabajo, el salario y la seguridad social. Esas tres cosas son hoy las variables de ajuste”.

En ese punto de la charla, recordó un momento vivido junto a Cristina de Kirchner para ilustrar la importancia de esos ejes: “No me puedo olvidar el día que empezaban los primeros efectos de la crisis financiera internacional de 2008 y Cristina me convoca a su despacho en Olivos. Cuando llegué me dijo ‘esta crisis que empieza ahora, acá en Argentina no la va a pagar el trabajo ni los trabajadores. Mientras yo sea presidenta no va a ocurrir’. Yo no sé cuantos presidentes en el mundo reaccionaron de esa manera frente a esa crisis”.

Por otro lado, destacó que durante esos 12 años se recuperó el protagonismo sindical: “A partir de 2003 volvió a ser importante afiliarse a un sindicato y que éste discutiera tus condiciones de trabajo porque te mejoraban. Aumentó considerablemente su afiliación y por eso son hoy el principal enemigo del Gobierno”.

Frente a un desafío histórico

Cuando uno repasa la historia argentina, siente que se vive una especie de ciclo o circuito que empieza y termina, pasando por una sociedad que acepta un Estado que interviene en la economía para luego dar lugar a un Estado liberal.

Al ser consultado sobre si lo entiende de la misma forma, Tomada afirmó que sí se ve eso: “Tenemos períodos largos de una cierta aceptación a una redistribución del ingreso y rol del Estado. Eso se rompe con la dictadura cívico militar. A partir de ahí esta es la tercera vez que la derecha y los sectores concentrados de la economía van por los derechos, por el Estado y por establecer una relación de fuerza donde ellos manden. El primero fue la dictadura, el segundo fue el período de los 90 con la Alianza incluida y este es el tercero, que pretenden definitivo”.

“Si en Argentina se ha llegado al punto de romper ese esquema cíclico de forma definitiva, hay que defenderlo con convicciones, con dirigentes que estén a la altura de este desafío histórico que tenemos en esta oportunidad, que es diferente a todas las anteriores. Este macrismo viene a modificar de raíz la historia y la cultura de los argentinos. Frente a eso se debe hacer oposición, confrontación en la calle, sumatoria política y un programa”, manifestó.

Por último, sobre una unión del peronismo de cara a 2019, afirmó: “Sigo teniendo esperanzas. Tenemos que buscar la unidad de todas las maneras posibles porque es muy importante lo que está en juego. La sociedad movilizada le va a pedir rendición de cuenta a los dirigentes que no sepan estar a la altura de este momento histórico. Eso vale para todos”, finalizó.