Inicio Locales El intendente negó la auditoría

El intendente negó la auditoría

0
El intendente negó la auditoría
Marcelo Barotto, presidente de la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad, recordó que cuando Accastello asumió en 1999 ordenó una auditoría externa sobre la gestión saliente

A través de un extenso comunicado, la Asamblea cuestionó el silencio del Ejecutivo sobre su solicitud para que se llevara a cabo una auditoría externa

Marcelo Barotto, presidente de la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad, recordó que cuando Accastello asumió en 1999 ordenó una auditoría externa sobre la gestión saliente
Marcelo Barotto, presidente de la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad, recordó que cuando Accastello asumió en 1999 ordenó una auditoría externa sobre la gestión saliente

“El día 11 de diciembre la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad Asociació́n Civil presentó en la Mesa de Entrada de la Municipalidad de Villa Marí́a una nota, a modo de recomendación, con el fin de que el intendente Martí́n Gill dispusiera las siguientes medidas: 1) Poner en resguardo toda la documentació́n administrativa y contable de la Administració́n municipal, entes y sociedades de las que el municipio forma parte ante una eventual investigació́n federal y/o provincial. 2) Convocar a contadores externos o estudios especializados para llevar adelante una auditoría sobre las cuentas del municipio y organismos descentralizados”, comienza diciendo el documento enviado por la Secretaría de Prensa de la Asamblea.

“Evidentemente, dado el tiempo transcurrido sin que el intendente se expidiera sobre lo solicitado y por las manifestaciones públicas hechas por integrantes del oficialismo, como el concejal Carlos De Falco y el jefe de Gabinete, Héctor Muñoz, negando tal posibilidad ante un pedido similar del bloque de Juntos por Villa María, nos hace pensar que la continuidad del proyecto del que tanto habla incluye cubrir con un manto de impunidad la gestión de su mentor político, el exintendente Eduardo Accastello. Esto significa negarle la posibilidad a los villamarienses de conocer el destino de los aproximadamente 2.500 millones de pesos que llegaron de manera indiscriminada de la Nación al municipio, entes y sociedades, los costos de obras, los manejos de fondos de la Tesorería, la gestión de la procuración y los juicios, los inventarios de bienes, entre otros puntos que hacen a la gestión de Accastello”, agregó.

“El intendente Gill fue elegido recientemente por el voto popular y asumió́ el cargo el 10 de diciembre con un mandato de cuatro añ̃os, no puede hacer borró́n y cuenta nueva como si se comenzara de cero, tiene la obligació́n ante los ciudadanos de responder por la continuidad del Estado, de transparentar los actos de gobierno y, en su caso, de denunciarlos ante la Justicia. Optar por el ocultamiento y el silencio para blindar de impunidad a un gobierno que quedará́ en los anales de la historia por los hechos cargados de irregularidades, no es má́s que una actitud de complicidad , siendo un pé́simo calificativo para alguien que pretende ser un hombre íntegro”, consideró el parte de prensa.

 

El dilema de Martín

“El intendente reprogramó los fuegos artificiales. Ya no se hicieron para fin de año, sino en la segunda semana de enero. Es que Martín está obligado a defender de palabra, ante los medios, la gestión que finalizó el 10 de diciembre, pero sabe que en su accionar no puede cometer los gravísimos errores que su antecesor. Debe tener el máximo de cuidado. No puede permitir que un niño o vecino de la ciudad o región sufra las quemaduras que padeció hace un año el pequeño Bautista Ayala, hecho denunciado por Asamblea ante el fiscal Gustavo Atienza, quien no cumplió con sus deberes de funcionario, lo que promovió a solicitar la formación de jury de enjuiciamiento en su contra. El dilema del nuevo intendente es romper la matriz de corrupción heredada o seguir los pasos de su antecesor”, remarcó el texto.

“Tampoco puede satisfacer el pedido de auditoría externa, elevado por la Asamblea. ¿Por qué? Porque las constataciones efectuadas por el Tribunal de Cuentas del mandato cumplido desde 2011 a 2015 y el secretario técnico contable de dicho organismo son contundentes sobre las conciliaciones de las cuentas bancarias del municipio. Las irregularidades observadas son comprometedoras con el desempeño de los funcionarios de la Secretaría de Economía y Administración que estuvieron a cargo hasta hace poco, encabezados por las actuales concejala Verónica Navarro Alegre y tribuna de Cuentas, Mariela Boaglio”, afirmó el parte de prensa.

 

En vía muerta

En el documento la Asamblea también mencionó como “otros hechos muy delicados de los que nunca se ocupó o resolvió la Administración accastellista” la falta de control del funcionamiento de la planta depuradora de líquidos cloacales, el tratamiento adecuado de residuos patógenos, los dos muertos por quemaduras en el Hogar Municipal de Ancianos Velo de Ipola, problemas con los planes de las 250 viviendas y “la importante suma de dinero que manejó el Eninder”, al que definió como un “agujero negro, por donde pasaron millones de pesos sin las rendiciones de cuenta correspondientes”.

“¿Terminarán los hechos enunciados en vía muerta para que pasen al olvido?”, se preguntó el texto, que sumó a la lista de irregularidades la remoción del cargo de dos integrantes de la planta de personal de la UNVM: María Rosa Estrada, directora general de Administración, y Paola Boeris, directora de Compras y Contrataciones, con el argumento de “refuncionalización del área y por el sólo hecho de denunciar en la Justicia Federal el manejo de fondos de la casa de altos estudios sin cumplir con los procedimientos de la Ley de Contabilidad Pública”.

“El equilibrio en las expresiones públicas o relato y la realidad de los hechos, gestión gubernamental incluida del responsable del DEM, deben coincidir con los preceptos de transparencia y calidad institucional que los villamarienses se merecen”, señaló el escrito.

“La constitución en ONG de la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad ha de continuar con los objetivos que la llevaron a su creación: luchar contra la corrupción y la impunidad de los valores democráticos y republicanos; como también aquellos relacionados con la transparencia, eficiencia y participación ciudadana en la gestión pública. Por eso la Asamblea estará muy atenta a lo que pueda pasar en la sociedad de Villa María”, promete el documento para finalizar.

Fuera de lo expresado en el parte de prensa, en diálogo con EL DIARIO, Barotto remarcó que “la decisión de las auditorías se dan siempre con el recambio de autoridades” y ya ha transcurrido un tiempo de eso.

“Cuando Accastello asumió en 1999 inmediatamente hizo una auditoría externa de la gestión que se iba, ya hubo experiencias de esto”, manifestó el presidente de la Asamblea contra la Corrupción.

 

Print Friendly, PDF & Email