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El presunto asesino de Brenda trabajó hasta julio pasado en la Terminal de Villa María

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El presunto asesino de Brenda trabajó hasta julio pasado en la Terminal de Villa María

Ayer volvieron a buscar más pertenencias del imputado, apodado Manuco, hasta hace pocos meses vivió y durmió en la Terminal de Villa María

Durante casi un año, entre agosto de 2015 y julio pasado, Emanuel Heraclio Retamar, único imputado por el crimen de la joven mollense Brenda Jael Arnoletto, realizó trabajos en la Estación Terminal de Omnibus de Villa María, aseguraron habituales empleados y comerciantes del lugar.

 

Con antecedentes

El presunto abusador y femicida de la chica de 24 años de Pozo del Molle, quien permanecía detenido ayer en la cárcel de barrio Belgrano de Villa María, es apodado Manuco y, durante su permanencia en la estación de micros solía dormir en un depósito situado frente al baño de las mujeres.

Mientras la Fiscalía a cargo de René Bosio continuaba a la espera de los resultados de las pericias realizadas, tanto sobre el cuerpo de la víctima, como las practicadas al imputado, prosiguieron ayer receptándose declaraciones testimoniales en la sede policial de la localidad que fue epicentro del episodio, a la vez que continuó la búsqueda de prendas de vestir del individuo detenido.

Retamar, de 37 años, que aún tiene domicilio en Calchaquí, localidad santafesina situada junto a la ruta nacional 11 a 430 kilómetros al noreste de Pozo del Molle, posee antecedentes por otros abusos sexuales e incluso un homicidio, fue calificado como “mano de obra barata” que trajo el año pasado a Villa María la anterior concesionaria de la Terminal local.

Conocedores de los antecedentes policiales de Manuco, los comerciantes y demás habitantes de la Estación de colectivo habían reclamado por esta situación de riesgo que significa “traer este tipo de gente”.

 

Hace pocos días

Desde que dejó sus pagos de Calchaquí, donde quedaron varias cuentas pendientes, Retamar deambuló por el interior de la provincia de Córdoba, al punto que estuvo en La Carlota, en Alicia, en Las Varillas y, como se dijo, también en Villa María.

Su reducto, entre 2015 y 2016 fue la Terminal de Omnibus hasta que a mitad de año la nueva concesionaria le pidió que se fuera.

Alguna vez, apuntaron en la Estación, “se jactaba porque había matado a un político con un facón”, mientras que en otras ocasiones llegó a aconsejar a dos mujeres que trabajaban en la Terminal a que tuvieran cuidado cuando volvía a sus hogares por calles oscuras.

Manuco, al fin de cuentas, es una figura que se precia de “andar reapareciendo”, al punto que, “hace unos 10 días lo encontramos tomando un porrón en el bar de la Terminal”, ocasión en la que el policía de turno le pidió que se fuese.

Siempre llamó la atención que el hombre, hoy acusado de haber ultimado el lunes pasado a Brenda Arnoletto, fuera “un tipo que se la pasaba observando, como estudiando el movimiento de la gente”, se dijo en la Terminal.

 

Posteos

Hace poco más de dos meses (el 24 de septiembre último) el imputado posteó una foto en la que está flanqueado por dos religiosos.

Bajo la imagen, en tanto, escribió: “Un recuerdo con el obispo del Obispado (en referencia al prelado de Reconquista, monseñor Ramón Dus) y el padre Gustavo Braidot, en el retiro. Gracias por la sabiduría que me brindaron. Los volveré a ver”.

Tatuada la espalda con “San la Muerte” y los brazos, Manuco, quien asistió a la Escuela Técnica 448 de Calchaquí, desplegó en espacio virtual, en forma reiterada, imágenes de santos, las mismas que aparecen en las estampitas que supo comprar en la misma Terminal de Villa María una y otra vez, algunas de las cuales las quedó debiendo.

 

El novio de Brenda

Otra persona, en tanto, entró en escena durante las últimas horas cuando, desde Río Cuarto, el novio de la joven ultrajada expresó su sentimiento ante lo ocurrido.

“No hay dolor más grande, Dios mío. Aunque viva cada día quebrado al medio te prometo, mi amor, que me verás en el paraíso”, fue el mensaje que escribió Esteban Acuña, el novio de Brenda, en su cuenta de Facebook.

Fue el vigésimo tercer femicidio

Un sujeto, que resultó ser la expareja, fue detenido en relación al crimen de Guadalupe Soledad Herz, de 28 años, ocurrido el miércoles pasado en la pequeña localidad de Washington, en el sur del territorio cordobés, lo que se convirtió en el vigésimo tercer femicidio ocurrido en esta provincia en lo que va del año.

El sujeto, identificado como José Luis Aguilera, de 41 años, fue imputado de “homicidio agravado por el vínculo” y el arresto se produjo luego que lo denunció la madre de la víctima, testigo presencial del sangriento episodio.

La expareja de la víctima al ser ingresada a la sede policial. El crimen dejó cinco chicos huérfanos (foto, Telediario)
La expareja de la víctima al ser ingresada a la sede policial. El crimen dejó cinco chicos huérfanos (foto, Telediario)

Al llegar al lugar, la Policía encontró a la mujer, madre de cinco hijos, tendida en el suelo y el cuerpo presentaba heridas cortantes en el cuello y el abdomen.

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