El plantel de Rivadavia llegó a la ciudad luego de la histórica consagración en Colombia, donde disputaron los Juegos Sudamericanos Escolares

Llegaron y se armó la fiesta. Los campeones volvieron a la ciudad y tuvieron un ruidoso recibimiento. Los chicos del Rivadavia, flamantes campeones de los Juegos Sudamericanos Escolares volvieron a la ciudad y tuvieron una bienvenida a la altura de las circunstancias.

El logro alcanzado por Rivadavia, el pasado sábado, tuvo repercusión en las principales webs de voleibol del país y una alegría inmensa en toda la comunidad del voleibol local. Ayer, cerca de las 9.20 de la mañana, a la altura del kilómetro 555 de la avenida Perón, el ómnibus que transportaba el plantel canario fue recibido por directivos y profesores del colegio, familiares y amigos.

Posteriormente, con el autobomba de los Bomberos Voluntarios adelante (embanderado de amarillo y negro), se armó la larga caravana que recorrió la zona céntrica, hasta llegar al colegio, donde se sumó otro numeroso grupo de familiares y profesores que le dieron la cálida bienvenida, luego se dirigieron hacia una de las aulas principales de la institución donde fueron homenajeados con una recepción y palabras de bienvenida.

Todos los directivos se encargaron de destacar el trabajo del cuerpo técnico, la gran labor de los chicos y agradecieron al refuerzo que llegó desde Trinitarios, Simón Seia y se integró como uno más al grupo.

Todas las voces de la llegada

Isidro Sánchez (entrenador): “Es muy difícil poner lo que se siente con palabras, es una mezcla de sentimientos enorme. Es lo más lindo que me pasó en la vida. Era un sueño representar a la escuela y haber logrado este título con Cristian Ambrosini y Fernando Badrán, que si no hubiera sido por todo el apoyo y el acompañamiento que tuvieron, hubiera sido difícil lograrlo. Cristian hacía la estadística y con Fernando planificaba los partidos y por eso podíamos ganarlos. En la final enfrentamos a Chile, que sólo había perdido 3 a 2 ante Perú, un equipo ordenado y con buen juego, parecido al nuestro. A partir del ataque nosotros supimos romper su juego y ganarle bien 3 a 0. Simón Seia desde el primer día estuvo a la par del equipo, entrenando y pensando en poner a la escuela en el mejor lugar. Quiero agradecerle a él, estuvo siempre luchando con el resto de los chicos. Este triunfo está dedicado por todos los del staff técnico a Joel Elsener”.

Jerónimo Badrán: “Estamos todos muy felices y alegres. No pasa siempre esto de poder ser campeones Sudamericanos. Quedamos en la historia del voleibol del colegio. El único de los partidos que nos costó más fue con Venezuela, que nos hizo dos sets, pero todos los otros fueron 3 a 0. Con Chile lo habíamos estudiado, sabíamos cómo jugaban y atacaban, que el 9 y el 10 eran los mejores, y nosotros armamos en función de eso, para ganarles”.

Nicolás Raspo: “Fue un lindo torneo y muy grato participar en una experiencia así. Ganar la final y estar en el podio fue increíble. Pensábamos que el torneo se nos iba a hacer más difícil. Ahora estamos felices por haberlo ganado”.

Francisco Stoppa Navarro: “El Sudamericano fue complicado; participar en él fue lindo, conocimos chicos de todas partes de Sudamérica. A medida que pasaba el torneo íbamos viviendo cosas muy satisfactorias. El último punto fue el que más gritamos. Estamos muy felices de cómo nos recibieron en la ciudad”.

Bautista Giusti: “Estamos todos muy orgullosos y contentos. Esto fue producto del laburo de todo el año. Nosotros siempre nos vimos con chances de estar en la final, sentíamos que éramos uno de los mejores equipos, se pudo conseguir. Los últimos puntos se vivieron con muchos nervios, queríamos cerrar el set y ponernos a festejar. Por suerte se dio”.

Martín Sarasa (capitán): “El torneo fue lindo y la estadía muy buena. Pudimos jugarlo muy bien y afrontarlo como un gran equipo. Nunca me puse nervioso. En la cancha nunca hay que ponerse nervioso y más en los partidos duros, hay que jugarlos poniendo todo. Nunca pensábamos que íbamos a tener este recibimiento con tanta gente. Como capitán es un orgullo, dimos todo por el equipo y el colegio y por obtener este resultado”.

Martín Ramírez: “Es una alegría tremenda”. Nunca habíamos vivido algo así. Estamos todos contentos. Ser campeón Sudamericano es una alegría tremenda y sentimos ser como estrellas del torneo, encima jugando con la camiseta de la selección argentina, pero abajo con la de Rivadavia, totalmente”.

Nazareno Luna: “Estamos muy emocionados. Hicimos todo en equipo, todo el tiempo soñamos que lo podíamos hacer. El partido ante Chile fue intenso, pero lo pudimos controlar”.

Simón Seia (refuerzo de Trinitarios): “Me tocó hacer el último punto y será inolvidable. Va a quedar para toda mi vida la emoción que vino después de ese punto, fue algo muy grande, inmenso. Para mí fue muy lindo jugar con este equipo, los chicos y los entrenadores me recibieron de 10, como si fuera uno más de Rivadavia y me gustó que fueran buena gente conmigo. Mi hermano (Federico) también ganó esta medalla y varias más. La del Sudamericano Escolar ahora la tengo yo también. Espero poder seguir sus pasos”.

Lautaro Tuninetti: “Empecé a jugar al voleibol hace muy poco, con pocos meses de jugar confiaron en mí. Fue muy bueno jugar el Sudamericano. Cuando se dio el último punto fue algo muy emocionante, todos corrimos a festejar. Esperábamos ese momento, trabajamos mucho. Los profes hicieron un gran esfuerzo, nosotros sólo hacíamos los que ellos nos pedían. También juego al básquet en Unión Central y me gustan los dos deportes. En ambos equipos se comparten los mismos colores”.

Thiago Ponteprino: “Es una gran alegría ser campeón y haber jugado este Sudamericano”.

Cecilia Bazzanella (directora del ISBR): “Es una alegría inmensa y un agradecimiento a estos chicos, porque trabajaron mucho y se lo merecen. Cuatro años de trabajo y nos hacen el mejor regalo del año. En la despedida le decíamos ‘los vamos a esperar con los Bomberos’ y sin imaginarlo se logró. El voleibol de la escuela tiene mucha historia, pero cada vez que hay un logro uno lo revive nuevamente. En esto tenemos que agradecer a todos, por el apoyo recibido, de la Municipalidad, de los padres, esto es un regalo para toda la ciudad”.

Sergio Gilabert (presidente de la Biblioteca Rivadavia): “Es una tranquilidad que ya estén acá y una gran emoción de vivir este resultado, que toda la escuela, alumnos, docentes, toda la familia del Rivadavia lo haya recibido de esta forma. Es una satisfacción para nosotros y un reconocimiento al trabajo de los chicos y de los técnicos. Reconocer a todos ellos, lo que han trabajado para que el voleibol del Rivadavia se mantenga en este lugar. Agradecemos a todos los que nos dieron una mano, que son muchos”.

Mario Rodríguez (entrenador campeón en 1998): “No es fácil conseguir estos logros. Se me vienen a la cabeza un montón de recuerdos. Esto es laburo, nada más. Cuando ganamos en 1998 dijimos que eso debía repetirse alguna vez. Lo mismo cuando nuestro primer jugador llegó a la selección argentina, decíamos que no debía ser el último. Estos son los objetivos que uno se fija y los desafíos que no son más que seguir apostando por el trabajo y esta pasión que tenemos por el voleibol, sobre todo por la escuela”.