Diariamente le dan de comer a 100 chicos de La Calera y barrio Roque Sáenz Peña

La principal referente del espacio benéfico, Marisa Sánchez, aseguró que atraviesan por un momento difícil y que por ello necesitan toda la ayuda de la comunidad

“Hacía mucho que no nos pasaba pero estamos medio como tocando fondo”, expresa sin vueltas, Marisa Sánchez, respecto a la difícil situación que enfrenta cotidianamente Marisa Sánchez, la principal referente del comedor comunitario “Caritas Felices” en barrio La Calera.

Es que, cada vez que Marisa y las personas que colaboran con ella para brindarles un plato de comida todos los días a más de 100 chicos de su barrio y otros sectores cercanos, se encuentra con que faltan alimentos y a duras penas, logran reunir los que brindan en la mesa.

“Tenemos lo justo, pero el comedor funciona todos los días y las cosas tienen que estar. Pero bueno, la realidad es que tenemos cada vez menos para ofrecer y muchos para alimentar”, subrayó con preocupación Sánchez.

“Yo no pido hasta que realmente necesitamos. Mientras que yo tenga no pido a nadie pero cuando es como ahora, tenemos que decirle a la comunidad que necesitamos una mano”, apuntó.

A pesar del mal momento que transitan, muchos gestos solidarios tiene como destino el apoyo para “Caritas Felices”.

“La presidenta del Centro Vecinal del barrio Trinitarios, nos trajeron los alimentos no perecederos que recolectaron durante un bingo solidario que ellos mismos llevaron adelante”, manifestó la entrevistada por este medio.

La Iglesia Cristo Rey, el puesto en el Mercado de Abasto de Felipe y algunas personas de manera individual, también suman colaboraciones que son apreciadas por los integrantes del espacio benéfico.

“Lamentablemente nos falta más colaboración y tenemos muchos chicos para darles de comer. Hemos llegado a tener sentados, entre 86 y 92 niños. Sin embargo, hay que contar también aquellos a los que les llevamos la comida a la casa”, aseveró Marisa.

Esperan por solidaridad

“Espero que la gente no nos desampare. Hace poco pedimos platos y nos regalaron muchos. La comunidad villamariense es muy solidaria pero en estos meses todo ha caído mucho”, expresó además.

“Entiendo la situación económica que vivimos y por eso siempre digo, acercate aunque sea con dos paquetes de fideos. Todo sirve. aunque sea mínimo yo agradezco lo que nos hacen llegar”, además señaló.

“Antes teníamos los armarios llenos y últimamente no. Ojalá esto cambie y podamos continuar ayudando a todos los que vienen para alimentarse”, concluyó Sánchez.

Es importante señalar que el comedor comunitario necesita todo tipo de alimento no perecederos y material para utilizarse en la cocina.

Los interesados en hacer llegar sus donaciones, pueden enviarlas o llevarlas personalmente a Juárez Celman 842, donde a partir de las 18 están cocinado de lunes a viernes.