Son 22 los alumnos de tercer año de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Villa María que por primera vez toman contacto con pacientes en el centro de salud

La vinculación entre instituciones de la ciudad muchas veces resulta fundamental y esto es un claro ejemplo de ellos. Actualmente, un grupo de 22 estudiantes de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Villa María se encuentra realizando prácticas en el Hospital Pasteur.

Se trata de un hecho más que relevante si se tiene en cuenta que es la primera camada que accede a esta posibilidad, tras la firma de un convenio entre las partes que se hizo en junio pasado.

Los aspirantes a convertirse en profesionales médicos se encuentran cursando tercer año (ya están abiertas las inscripciones al cursillo para la cuarta cohorte).

“Empezaron los primeros días de agosto, acá se dicta la cátedra de Semiología”, comentó Nuria Reynoso, jefa del servicio de Clínica Médica del centro de salud provincia, quien al mismo tiempo detalló que “es relación médico-paciente que es dictada por profesores de la UNVM y por el servicio de clínica médica es quien los acompaña en la parte práctica”.

Sobre las actividades que llevan adelante los 22 estudiantes, la profesional de la salud describió que “vamos con ellos a ver a los pacientes que están internados en las salas de adultos, primero se les pide permiso, pero son muy buenos y todos acceden, y con ellos empezamos a hacer las prácticas donde los futuros médicos tienen ese primer contacto, ven cómo se hace una historia clínica, cómo se revisa”.

Cabe destacar que el cupo de cantidad de alumnos que puede haber por año en la carrera de Medicina es de 60, y ese número está determinado, entre otras cosas, justamente por la cantidad de espacios de prácticas que hay disponible en la ciudad.

-¿Qué importancia tiene esta primera experiencia para los estudiantes?

-A través de esto, buscamos que puedan aprender a que el paciente te dé la información, porque nosotros tenemos la información de los libros en ese momento, pero esa información la tenemos que aplicar hacia un ser humano. Aprender cómo mis conocimientos pueden hacer que interprete lo que le pasa al paciente. Porque el paciente no te dice la definición de lo que siente, sino que te viene con un dolor, con falta de aire, o con algo. Cómo hacer las preguntas para saber si ese dolor le corresponde a una enfermedad crónica, aguda, o a qué corresponde. A su vez, también aprenden a cómo van a revisar el paciente buscando saber qué tiene”.

Reynoso ponderó que “es el primer contacto de alumnos con el Hospital, son la primera camada, gracias a la UNVM y el comité nuestro de capacitación y docencia que pudieron hacer un buen convenio y se está trabajando en conjunto de manera excelente”, y bromeó: “Al principio los encontré un poco asustados, pero muy bien preparados. Son muy buenos chicos, muy educados, muy permeables para la educación”.