En el podio

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En el podio

P18-f1El “loquito” duerme sobre el escalón del Polideportivo Guillermo Evans, acompañando a la nena que disfruta de su día por la siesta.

Es uno de los tantos perros que andan por ahí, acercándose a la gente, buscando esa compañía que necesitan todos los seres vivos de la Tierra. Pero parece que ellos, los perros, hacen sentir más esa búsqueda.

Hay barrios en la ciudad donde los perros callejeros dominan el paisaje. Se pelean por acá, por allá, y se reúnen en grupo con los que salen de las casas, esos que tienen dueño, pero que rondan con la libertad de un callejero más. Y todos son fieles amigos.

El problema que aquellos que vuelven a casa, lo hacen sabiendo que van a tener la comida diaria y el lugar exacto para desafiar al frío. En cambio aquellos que se quedan en la calle, no tienen otro remedio que “enfermarse” ante las bajas temperaturas que se “padecen” en estos días.

En Villa Nueva, cerca de la cancha de Alem, días atrás unos vecinos del sector comentaron que pudieron apreciar un espectáculo de la supervivencia canina: cuatro perros callejeros, todos distintos, dos grandes y dos chicos, durmiendo acurrucados, uno con el otro, y con una sonrisa.

Cuando despertaron se fueron cada uno por su lado, quizás conscientes que tenían que “hacer la calle”, como cada mañana.

Tal vez alguno de los cuatro tenga suerte o ya logró toparse con un rescatista que le encontrara refugio. A lo mejor, en cambio, vuelvan al sector a “codearse” con los perros de las viviendas que abren sus puertas para salir al sol.

Habrá que ver si esta historia se repite cuando se obligue a las personas a sacar a sus perros con correa. ¿Qué pasará con esos amigos fieles que salen a encontrarse con los de la calle?

Lo que es cierto es lo que dice una vieja frase de animales: “No todas las casas deben tener perro, pero todos los perros deben tener una casa”.

Sólo así el animalito podrá sentirse que se encuentra en el podio. Y haya ganado la carrera de su vida.

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