Comenzamos a detallar lo mejor de 2016 en materia cultural, con sus protagonistas

-¿Qué podés destacar como positivo y qué como negativo o a mejorar de este año del museo?

-Como positivo destaco el apoyo del Gobierno municipal a un proyecto de museo que ha sido históricamente relegado y olvidado. Hoy el museo tiene vida, al igual que otras instituciones que conforman la Subsecretaría de Cultura, y eso se debe a muchos factores, pero el más importante es que es una decisión política, nuestro intendente Martín Gill y el secretario de Gobierno Rafael Sachetto le devuelven al museo un cargo de dirección, invirtiendo y apoyando a un espacio que contiene uno de los patrimonios más valiosos de nuestra ciudad y pretende abrirse a toda la comunidad. El museo acompaña en sus acciones a dos ejes de gestión sustanciales: la descentralización territorial y la democratización del acceso a los bienes culturales. Bajo una idea de “museo abierto”, pensado desde la nueva museología, se ha trabajado en diferentes lugares de la ciudad porque sabemos que nuestro ámbito de acción es donde reside la comunidad, además de nuestro edificio. Es fundamental remover los vestigios elitistas que lo caracterizaron históricamente y desmantelar la imagen de este espacio como un lugar para intelectuales o artistas. La remodelación de las salas, el trabajo que se hizo en los baños, sumando un baño para discapacitados es sumamente positivo porque permite conectarnos y mostrarnos a la comunidad desde un mejor lugar. El trabajo que se hizo con la escena de las artes visuales y el encuentro positivo del museo con un gran número de artistas que trabajaron en conjunto todo el año. La investigación de la colección: es la primera vez en la historia del museo que se comienza a investigar, tarea invisible pero fundamental que nos va a permitir poder mostrar la colección y decir de su historia en relación a la historia de la ciudad, y así poder conectar a la comunidad a un patrimonio que nos pertenece a todos. Para mejorar, creo que muchas cosas. Aún hay mucho trabajo por hacer en el edificio, el proyecto debe fortalecerse y es necesaria la articulación con otras instituciones. Hay un gran trabajo para desarrollar en la generación de públicos para el museo.

“Propuestas para diferentes públicos”

-Ha sido un año con mucha actividad. ¿Cómo has visto ese proceso de trabajo y cómo creés que lo ha percibido la escena artística?

– Creo que el proyecto de museo se hizo notar por un gran número de actividades desarrolladas y por aparecer en lugares donde no estaba antes, como, por ejemplo, los barrios. Además, no tenía proyectos vinculados a la educación y este año se desarrollaron actividades desde “Museos y escuela, socios para educar” con diferentes instituciones, jardines, primaria, secundaria y terciario. “Los niños exploradores”, desarrollado en el museo y de los barrios al museo. Y un enorme trabajo realizado de extensión, como la intervención en el Festival de Peñas, la carpa del Museo, “La noche de los Museos”, “La noche de Bonfiglioli” (recorrida nocturna por los espacios donde se encuentran obras del genial pintor), “Museo para armar”, “Enredados de arte”, etcétera. Fue un año de mucho trabajo, con la conformación de un nuevo equipo dentro del museo que tiene objetivos claro, lo que permite que caminemos todos los días juntas para el mismo lugar. Intentamos desarrollar propuestas para diferentes públicos. En lo que respecta a los artistas, tenemos evaluaciones muy positivas de actividades realizadas en conjunto. Se ha capacitado a un grupo de artistas durante todo el año en un espacio de crítica colectiva de obras; además, se dictó todo el año un curso de fotografía contemporánea y se brindaron espacios para mostrar y exponerse desde diferentes lugares.

-¿Qué muestras, proyectos o propuestas del Museo te han sorprendido por la convocatoria o la puesta o lo significativo?

-Aún sigo impactada del festival “Vive y siente” (que se llevó a cabo durante una semana en octubre en el Parque de la Vida), de la gente haciendo cola para entrar a una instalación. Se trataba de la obra “Entropía”, de Josefina Ancarani. Eso me ha hecho pensar mucho en la manera en la que podemos acercar el arte a la comunidad en lugares de circulación masiva. “La noche de los museos” fue sin duda una gran noche. La gente estaba encantada y feliz de visitar los museos. Circularon 900 personas; es un gran número para nuestra ciudad pensando en los consumos culturales habituales. En tanto, la muestra más convocante fue la de Pablo Bernasconi (la primera del año), donde recibimos durante esa muestra hasta tres escuelas por día.

-¿Qué planes tienen para 2017?

-Pensamos reforzar el trabajo hecho este año en educación, exposición, investigación y extensión. Trabajar más fuerte con el proyecto educativo dentro del museo, tener más presencia en diferentes lugares de la ciudad durante todo el año. Vamos a inaugurar el espacio de exposición permanente. Va a salir a la luz parte de la colección del museo, un hecho importantísimo para nuestra institución. Trabajaremos durante el año para fortalecer políticas aplicadas este año, políticas que entendemos son transformadoras porque el museo no es un fin en sí mismo, es un herramienta de inclusión y transformación. Creemos que es posible un museo accesible llevando a cada lugar la posibilidad de disfrute, sensibilización, intervención, participación. Un museo para la construcción de la mayoría.