El histórico referente de los trabajadores analizó la actualidad  de la CTA, de la que fue secretario general, además de la CGT. Hizo un repaso histórico desde su aparición en la política de los trabajadores

Mientras se recupera de una operación de corazón, el reconocido dirigente gremial Camilo Rodríguez opinó sobre la actualidad de las principales centrales obreras del país.

La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) fueron espacios que alguna vez integró e incluso llegó a liderar desde la Secretaría General.

“La verdad es que los trabajadores estamos muy jodidos”, resumió en una parte de la nota Rodríguez, tras decir que no cree que exista un acercamiento entre las facciones de la CTA que hoy existen. Son las que lideran Pablo Micheli, Hugo Yasky y Ricardo Peidro, éste último cercano a uno de los fundadores de la agrupación, Víctor De Gennaro.

“Estoy desencantado de la dirigencia gremial nacional”, dijo Rodríguez.

El sindicalista local vislubró una crisis de representación de los trabajadores y al ser consultado sobre la actitud de los dirigentes nacionales, respondió que “primero, les falta laburar”.

“La mayoría son empresarios y no están donde están los problemas de la gente. Estos tipos se mueven muy distinto a los trabajadores, entonces, es imposible saber qué piensan y cómo viven”, aseguró.

“Hay que darles participación a los trabajadores”, consideró, y se lamentó de que no haya “un horizonte que indique que esto va a cambiar”.

“Hoy no se consulta a los trabajadores para tomar las decisiones. Antes se hacían asambleas para consultar cualquier aspecto. Hay trabajadores que están pasando por una situación terrible, tanto en el tema económico como social”, expresó.

Rodríguez eligió poner un ejemplo a la hora de explayarse sobre la actitud que se debe destacar en la conducción gremial: “A lo mejor no todos estén de acuerdo, pero el Gringo (Rubén) Daniele -el secretario general de los municipales de Córdoba- pelea por sus trabajadores. No pelea por nadie más y no deja pasar una. Uno de los mejores sueldos del país lo tienen los trabajadores del Estado de Córdoba y es una conquista de un dirigente gremial que hacer respetar el derecho de los laburantes”, indicó.

Con la mirada histórica

Camilo Rodríguez, quien estuvo cerca de Raúl Alfonsín desde el brazo sindical de su Gobierno, formó parte del proceso de fundación de la CTA.

En ese sentido, recordó que “las consignas fueron claras: independiente de los partidos políticos, de la patronal y del Estado”.

“Peleamos muchísimo por eso y hoy tenés a la CTA partida en tres. Los dirigentes no respetaron los principios para los que fue creada la Central”, sentenció.

“Yo estuve en la CGT en la época de los militares y todavía había algunos dirigentes que eran ejemplo de conducción. El caso de Agustín Tosco, de Atilio López, que peleaban realmente por los derechos de los trabajadores. Yo me acuerdo de haber participado de los plenarios donde se discutía, pero en serio, sobre las cuestiones de los laburantes”, recordó el sindicalista.

“Después con el tiempo se empezó a politizar el tema del gremialismo. Cuando digo politizar, digo política partidaria, y se fue para cualquier lado. Después de la dictadura todos los sindicalistas teníamos los mandatos vencidos y a Alfonsín se le ocurrió hacer una ley, no quiso intervenir, que le costó más de un año sacarla y después se perdió por un voto; ahí se desbarrancó todo”, repasó.

Al finalizar, también opinó sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que firmó el presidente, Mauricio Macri, y que modificó la Ley de Riesgos del Trabajo: “Es una barbaridad”.