Más de 250 personas dieron marco a la charla que ofreció la reconocida licenciada en Psicopedagogía sobre el rol de la familia y cómo acompañar a los adolescentes en los desafíos diarios que lo preparan para su futuro

“Los padres llegan cansados y se pierden la posibilidad de un lindo momento con los chicos”, lanzó la prestigiosa licenciada en Psicopedagogía Liliana González.

En el salón municipal de La Palestina, donde más de 250 personas se dieron cita el viernes por la tarde para escuchar por dos horas a la especialista, primero manifestó su sorpresa por la convocatoria en un pueblo de poco más de 500 habitantes. Identificó en su mayoría a docentes y padres que llegaron desde localidades vecinas como Ticino, Las Perdices, Luca, Arroyo Cabral y Villa María, entre otros.

La actividad organizada por la Escuela Comandante Luis Piedrabuena, con el apoyo de la Municipalidad, se dio en el marco del cronograma por los Festejos Patronales en honor a la Virgen del Rosario.

Las pantallas

La destacada especialista abordó desde “Los desafíos actuales de la educación” la función de la escuela y la de la familia frente a los mismos.

Luego de la frase introductoria se refirió a “los tiempos”, en tanto “qué pasa cuando uno (los padres) llega a casa con cansancio y sin energía: los chicos se refugian en las pantallas: celulares, tablets, computadoras. Y a más pantalla, más fracaso escolar”, sentenció.

Planteó que “el desafío no está en prohibir, sino en equilibrar, porque seguro deberá haber un tiempo para pantallas porque se da más en las ciudades grandes (como Córdoba), cuando los niños no pueden salir a jugar”, dijo, y recogió con asombró que más allá de la cuestión de seguridad, esa adicción se refleja en las pequeñas poblaciones.

“Entre los tiempos y el tiempo deberemos encontrar ese equilibrio y, además, la calidad del tiempo”, afirmó.

Las abuelas

En otro orden, dedicó un párrafo a “las abuelas, que ya no crían a sus nietos porque muchas salen a trabajar”, aunque cuestionó a las mismas porque “no se puede criar como abuela, sino como función materna-paterna”, en cuanto a las normas y límites que los niños deberán reconocer.

Una construcción

“Cuando los chicos maduran precozmente no es una madurez situada”, aseguró González, en tanto “los chicos son una construcción”, definió, y lamentó que “hay padres que no miran más allá de un diagnóstico médico. Los pediatras están preocupados por las infancias. En plural, no hablan de una. Porque no es lo mismo. Y hay chicos que ya perdieron la infancia. Hay niños disfrazados de adultos. Lo que podemos llamar adultización de los niños marca que algo de los adultos entró en su vida y resulta que aparecen casos de úlceras, depresión, lo que no corresponde a los niños”, dijo.

Mencionó también, en ese aspecto, que si “una niña toma pastillas de la madre para atentar contra su propia vida, no es un comportamiento de la niña; lo vio, copió”.

Se quejó y puso fuera de lugar que “un niño vea un noticioso”, porque “no lo puede asimilar su psiquismo. No podemos someter a los chicos a situaciones de adultos”, concluyó.

“Que la ingesta de alcohol y droga entre antes, o el sexo y bajo efectos de los primeros, es porque a esos chicos los dejamos hacer. Viene del mundo de los adultos; consumen cosas que son de adultos”, resumió la licenciada.

La verdad

La especialista enumeró situaciones de niños manifestando curiosidad sobre sexo y sostuvo que “responder sobre sexualidad infantil es fácil cuando se dice la verdad”. Luego recorrió una decena de casos de consultorio para ejemplificar situaciones.

Al final, la licenciada González ofreció y dedicó algunos de sus nueve libros a los asistentes.

La directora de la Escuela Piedrabuena, Mirian Boglio, y la vicedirectora, Rosanna Pajón, manifestaron su satisfacción por el resultado del evento y la marcada convocatoria.

“Responder sobre sexualidad infantil es fácil cuando se dice la verdad”.

La educación

“El secundario sigue siendo enciclopédico, memorístico, no sirve más. Los chicos saben que el conocimiento está en Google, tienen que enseñarles a investigar y a pensar críticamente”, aseguró González

Sostuvo que “donde comienza la etapa más importante de la vida de uno, que es la de elegir qué vas a hacer, se acabó lo obligatorio y lo que eligen tus padres. Algunos quieren estudiar, algunos no tienen la menor idea de qué estudiar, quisieran pero no saben qué porque nada los apasionó y nada les gustó en el secundario, no se les despertó ninguna llamita. Otros quieren trabajar o forzosamente trabajar y estudiar. Algunos quieren un año sabático y si es posible dos o tres. Algunos quieren una mochila y viajar y otros quedan al margen y no entran en ninguna institución educativa”. Y en ese contexto, lamentó, “tenemos los ‘ni ni’ (ni trabaja ni estudia)”.

En esa línea, afirmó que “el secundario tiene que cambiar radicalmente. Como está hoy el secundario sigue siendo enciclopédico, memorístico, no sirve más. Los chicos saben que el conocimiento está en Google. Los chicos tienen que aprender a investigar y a pensar críticamente”, agregó. “La escuela tiene que ser un centro de investigación y debate. Con mucha lectura crítica de los que nos pasa, mucha lectura de los medios de comunicación, que aprendan a elegir, a criticar; sería lo básico”, manifestó, y esgrimió que “deben tener teatro”.

“Creo que para reformar el secundario hay que hacer un congreso pedagógico donde todo el mundo tenga posibilidad de participar; no puede venir de arriba”, propuso.