Consideró que los despidos fueron arbitrarios y sin derecho a defensa. Al exponer esto, reiteró que siguen sin respetarse las pautas que marcan las leyes para la actividad

Aldo Domínguez, representante en Córdoba de la Federación Argentina de Guardavidas (FAG), señaló ayer a EL DIARIO que cuatro hombres que se desempeñaban como guardavidas (“guardacostas” según el término utilizado por la Municipalidad) fueron despedidos de sus puestos laborales, dos de ellos “sin haber siquiera firmado el contrato”.

“Resultaron despedidos arbitrariamente, sin derecho a defensa alguna”, aseguró el dirigente, quien durante muchos años se desempeñó en este rol para el municipio villamariense, al que responsabiliza de haberlo proscripto laboralmente por su postura ante diversas condiciones.

“Los cuatro, incluido el encargado, han sido despedidos en los últimos días y todos venían trabajando desde las temporadas anteriores, siendo muy buenos guardavidas”, aseguró. “Me sorprende que esta gestión, que hace gala de la docencia y la pedagogía, ignoren las características de esta actividad”, añadió al ser entrevistado ayer por EL DIARIO.

En este contexto, Domínguez subrayó que “no se puede obviar la falta de interés real de las autoridades municipales sobre lo que es prevención y seguridad en el río, desde el armado de un sistema de prevención que no es acorde, hasta la contratación indebida de personal sin formación de guardavidas y la discriminación sobre quienes tienen experiencia de muchos años en la actividad”.

El guardavida evaluó que el sistema de custodia de bañistas “debería ser de excelencia”, acorde a lo que demanda un río como el Ctalamochita, que acapara a miles de vecinos. Sin embargo, lo que observa es que “no cuentan con un examen preocupacional exigido por la Ley de Trabajo y de Riesgo de Trabajo, no tienen materiales idóneos ni son identificados por los vecinos, ya que los puestos no están señalizados”.

También recalcó que no poseen radios de comunicación ni base operativa en el lugar. Calificó de “magros” a los botiquines y añadió que no existen garitas para protegerlos ante tormentas. En este sentido dijo que cuando hay temporales “muchos de ellos salen en sus motos o bicicletas con la reposera a cuestas, con la bandera en el hombro, con el riesgo que esto implica”.

Además afirmó que se incumple la Ley Provincial 8.939, que regula la actividad.

Y sobre las embarcaciones de rescate sostuvo que no son las adecuadas y que en esta temporada no está la moto de agua.

Ante la pregunta sobre los elementos con los que cuenta el personal en la actualidad, enunció una bermuda, la reposera y “un torpedo, solo algunos de los cuales son profesionales”. “Lo poco que tienen llegó a destiempo”, agregó.

En otro tramo de la nota, el entrevistado hizo referencia a la ilegalidad de la ordenanza municipal que denomina “guardacostas” a los guardavidas. “El término guardacostas no existe para este rol, guardacostas es un barco pesquero que anda patrullando”, indicó.

Interpretó que esta terminología “apunta a no querer reconocer la actividad, que está legislada a nivel nacional y provincial”.

Y denunció que el Gobierno local no ha realizado “nunca el total de los aportes de previsión social de todos los guardavidas”, al tiempo que advirtió que los mismos “no cuentan con obra social”.

A lo largo de la nota evitó apuntar explícitamente hacia el secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria, Rafael Sachetto, aunque quedó evidente cuando quitó de responsabilidad a Juan Rosso (encargado de los guardavidas ahora despedido) y al funcionario Carlos Vivas, “quienes siempre tuvieron toda la predisposición”.

“No se puede formar un grupo ni a encargados de guardavidas en un mes y en una temporada, detrás de un escritorio”, disparó y casi al final señaló que el Gobierno “se olvidó que detrás de cada uno de estos trabajadores que se quedaron sin fuente laboral hay una familia”.

“En esto están los grandes aprovechadores que van a ocupar estos puestos sin la mínima noción de la actividad, así como también hay guardavidas que no se capacitan nunca”, manifestó y añadió que hombres de mucha trayectoria perciben el mismo sueldo (“12.700 pesos”) que quien recién ingresa.

D.B.

En las piletas

“Muchos clubes hacen lo mismo”

“Esto que se verifica en la Municipalidad de Villa María también se observa en muchos clubes de la ciudad y Villa Nueva, en piletas de gremios”, aseguró Aldo Domínguez en relación a la precarización laboral de los guardavidas.

Cuestionó que no se le dé a la profesión la entidad que tiene, siendo que se trata de la custodia de la vida de las personas.

“Hay guardavidas que se han especializado y capacitado y no se los reconoce, precarizándolos, mientras que en algunos lugares se toma a personal que no es idóneo para esta tarea”, advirtió.