El extribuno envió una carta a nuestra Redacción para dar su visión sobre declaraciones que Oyola hizo en la edición del viernes
He leído en EL DIARIO del viernes 13 las declaraciones del presidente del Tribunal de Cuentas, Julio Oyola, respecto a la nueva tarea encarada por los tribunos. Debo confesar que debí reprimir una carcajada cuando me entero de que han decidido ejercer el papel de “inspectores de obras públicas”. Aunque no aclara en ningún momento qué es lo que observan. Si el mismo Oyola admite que “…tenemos gente que controla. Nos pasan todos los datos. El mismo andamiaje municipal nos da un control” (textual).
Me gustaría saber por qué, durante la gestión anterior, a Oyola no se le ocurrió visitar una sola vez el complejo donde se construían las 250 Viviendas ni le preocupó jamás la fuga de las constructoras privadas de ese complejo, entre ellas Teximco SA, que junto a ICI SA resultó adjudicataria, en una confusa cesión realizada al margen de ciertas normas contractuales. (Si el doctor Oyola necesita más información, con gusto puedo proporcionarla). Casualidad: es la misma Teximco que iba a construir el complejo deportivo a cambio de la entrega de Plaza Ocampo.
Dice Oyola que el Tribunal de Cuentas “…es un órgano ajeno a la Intendencia… debemos controlar los gastos sin ningún tinte político… Naselli le ponía un tinte político a la gestión”. ¡Enhorabuena! Seguramente que Oyola no se manejó con “tintes políticos” al convalidar la quiebra de la legislación comunal cuando Accastello y el actual presidente del Deliberante Carignano firmaron sin autorización previa un oneroso contrato de alquiler de una céntrica casa en la ciudad de Córdoba, para ser destinada (según comunicaron con posterioridad) a instalar allí una “repartición comunal”. Todavía estoy esperando que Accastello, o bien Carignano o el propio Oyola me digan cuál es la repartición comunal que se instaló o para que se usó realmente esa casa y desafío para que, dentro del “…espíritu de gobierno abierto (¿?) propuesto por el intendente Martín Gill…”, alguno de los actuales tribunos le haga saber al pueblo de Villa María cuánto dinero se incineró en la instalación de la “repartición” anunciada y cuánto costó la rescisión del contrato de alquiler.
De todas maneras me alegro de que desde que se fue Naselli en el Tribunal de Cuentas no haya “tintes políticos”. El idílico romance entre los hasta ayer kirchneristas, el oficialismo peronista cordobés y las huestes de “Cambiemos” se replica en todos los ámbitos de nuestra comuna. Como dice una pegadiza marchita, “todos unidos triunfaremos”.
José Naselli
