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Hasta siempre, Capitán

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Hasta siempre, Capitán
Capitán demostró una lealtad que fue elogiada en todo el mundo (foto de la Voz del Interior)

El domingo murió el perro de Carlos Paz que estuvo más de una década cuidando la tumba de su dueño. Su caso trascendió fronteras y los grandes medios del mundo le dijeron adiós. Todo indica que será enterrado en el cementerio

Los gestos de los perros son tan inmensos que el mundo entero, prácticamente, tuvo que despedir el domingo a Capitán, el célebre mestizo de Carlos Paz que vivió más de una década al lado de la tumba de su dueño.

Desde los medios cordobeses y nacionales hasta el diario El País, de España; los portales más vistos de Centroamérica, diferentes franceses o el canal RT de Rusia, entre tantos más, contaron sobre el final de este perro que, de acuerdo a las últimas informaciones, podría ser enterrado junto a la tumba, por pedido de la Fundación Protectora de Animales de Carlos Paz (FUPA), que tanto hizo por él desde que lo descubrió.

La historia de Capitán se hizo mundialmente conocida y las proteccionistas solicitaron al Gobierno que se autorice su entierro en el camposanto y que sus restos sean despedidos durante una ceremonia. Y si prospera la iniciativa que fue presentada en el cuerpo legislativo (se debe aprobar una ordenanza especial), el can se convertiría en la primera mascota en encontrar descanso eterno en el cementerio carlospacense.

La propuesta cuenta con el respaldo del municipio y la premisa de las integrantes de FUPA es que Capitán sea sepultado junto a Miguel Guzmán, su dueño, aunque la última palabra la tendrán los ediles. Por su parte, los concejales también analizan la posibilidad de levantar una estatua en su honor en la plazoleta de ingreso.

 

El fiel amigo

Desde hace 11 años, Capitán cruzaba cada día a las seis de la tarde el cementerio municipal para acostarse junto a la tumba de su dueño, Miguel Guzmán, muerto en 2006.

El fiel amigo tenía 16 años. La insuficiencia renal crónica que padecía le provocaba vómitos y un estado de somnolencia. Había perdido la vista y apenas podía caminar. Pese a ello, Capitán seguía acudiendo a su cita para permanecer al lado de los restos de su amo. Este domingo, los cuidadores del cementerio no lo han visto pasear, como de costumbre, entre los panteones, sino tumbado sin vida en los lavabos del cementerio.

Hace una década, los trabajadores del camposanto se percataron de las visitas puntuales de este perro negro.

En 2012, su vida se popularizó y algunos medios, entre ellos este suple, publicaron su historia, incluso el programa francés 30 Million d’Amis viajó hasta el cementerio para grabar un reportaje sobre él.

“Se ve que quería mucho a su amo, hace muchos años que está acá. Va a su casa, pero vuelve. Muchas veces lo quisieron llevar, pero se viene para acá”, comentó por entonces una de las mujeres que vende flores en el cementerio, a La Voz del Interior.

Hasta hoy muchos se preguntan cómo pudo encontrar la tumba de su dueño. Según cuenta su familia, días después de la muerte de Guzmán, no volvieron a verlo. Lo dieron por perdido hasta que, un año después durante una visita al camposanto, lo encontraron vigilando la tumba de su amo.

“Cuando fuimos con mi hijo al cementerio, lo encontramos ahí. Damián comenzó a gritar y el perro se nos acercó ladrando, como si llorara”, relató la mujer de Guzmán. La familia explicó que intentó que volviera con ellos a su casa, pero el perro siempre volvía al lado de los restos de su dueño.

Los últimos años de su vida, la FUPA alimentaba a Capitán y se encargaba de su estado de salud. “Le detectamos el problema renal hace cuatro años y todo este tiempo se lo hemos estado cuidando con comida especial y medicamentos”, explicó Cristian Stempels, el veterinario que trató al can hasta su muerte.

Quizás Capitán nunca entenderá del mensaje de amor que dejó en todo el mundo. Y así lo contó también uno de quienes más lo vieron, el director del cementerio, Héctor Baccega, al diario Clarín: “Este perro nos da una lección. Los humanos tendríamos que apreciar más los recuerdos de los que se nos van. Los animales nos enseñan tanta fidelidad”.

 

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