La victoria de Cambiemos en varios estados, el triunfo peronista con Menem a la cabeza en La Rioja, la derrota del Movimiento Popular Neuquino y el tercer lugar del oficialismo en Santa Fe (detrás de Cambiemos y Unidad Ciudadana), son solamente algunos de los datos para el análisis que deja la elección

Anoche se escuchaban muchas campanas. El tañido hacia la derecha, decía que ganó el Gobierno nacional. El tañido hacia la izquierda decía que el 66% de los ciudadanos votó en contra de la gestión de Mauricio Macri.

Lo cierto es que la alianza Cambiemos se impuso en Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Neuquén, San Luis, Santa Cruz… y eso le da un “paraguas” nacional que “coronó” en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con Elisa Carrió (ver página 16).

Esos serían los primeros datos nacionales a considerar (más allá de que al cierre de esta edición restaba la definición del “primer estado”, la Provincia de Buenos Aires, donde la carga de datos era muy lenta y se realizaba en primer lugar por las secciones electorales más favorables al Gobierno.

En tanto, el senador nacional por La Rioja, Carlos Menem, defendió su participación en las PASO, a pesar de que la validez de su candidatura (y su triunfo con el 43% de los votos al cierre de esta edición) debe ser definida por la Corte Suprema.

Recordemos que el expresidente se postuló para un nuevo mandato como senador, pero la Cámara Nacional Electoral (CNE) impugnó su candidatura, por tener dos sentencias condenatorias de primera instancia, aunque un recurso judicial le permitió mantenerse en una de las boletas que encontraron los riojanos en el cuarto oscuro. Y ayer, tras emitir su voto expresó justamente: «Las boletas que están en el cuarto oscuro son válidas, no intenten confundir a la gente que hoy quiere hacer saber cuál es su pensamiento, por quién quiere ser representada».

El peronismo, bajos distintas denominaciones obtuvo triunfos “cantados” en distritos como Formosa, Tucumán, Catamarca, Chaco y Chubut, por ejemplo. Claro que habrá que ver cómo se van a alinear ahora los “astros” o “caudillos” que obtuvieron esas victorias, toda vez que la “Liga de Gobernadores” queda golpeada como en Córdoba, donde cayó uno de sus “popes” Juan Schiaretti, como se informó en las páginas precedentes.

También es destacable el segundo lugar de Agustín “Chivo” Rossi desde Unidad Ciudadana, relegando al oficialismo al tercer puesto. El kirchnerista de pura cepa se mostró cauto, al decir que “todavía podemos estar más arriba en octubre, cuando algunos compañeros entiendan que somos la alternativa para frenar el ajuste”.

Tal vez sus frases estuvieran dirigidas a los votantes de Sergio Massa, que no tuvo una buena elección.

El diputado tigrense, precandidato a senador nacional por su frente con el GEN de Margarita Stolbizer, 1País, le agradeció a «los casi 2 millones de bonaerenses» que votaron al espacio y convocó a los «desilusionados» del oficialismo.

«Estamos muy agradecidos con los casi 2 millones de bonaerenses que nos eligieron en el camino a octubre para representar una idea de país», comenzó diciendo el tigrense.

Tras conocerse los primeros resultados de las legislativas, en la que cosechaba el 15% de los votos y se quedaba con el tercer lugar, Massa salió del encuentro de los medios, sin la compañía de su socia política.

«Quiero pedirles que en octubre este debate también lo hagamos con ideas y que no contemos a los argentinos solamente lo peor del otro, sino también cómo le vamos a resolver los problemas», dijo.

Por otra parte, el líder del Frente Renovador resaltó que «hay mucha gente desilusionada que la está pasando mal» y que «no quiere a la Argentina del ajuste y la insensibilidad pero tampoco de la corrupción y la impunidad».

Más del 65% dio un mensaje al Gobierno

«Más del 65% le dio un mensaje al Gobierno de que no están de acuerdo y hay un mensaje muy claro: tenemos que resolver los problemas de los bolsillos de los que están hoy en su casa y esperan que tengamos la fuerza para cambiarles la vida», sostuvo.

De esta manera, el candidato opositor insistió con que «hoy no es ni Macri ni el kirchnerismo» y prometió que se van a seguir «consolidando porque es el camino para ponerle un límite a este Gobierno sin convalidar la corrupción».