El exintendente Eduardo Accastello operaba por intermedio de una caja de la financiera Cordubensis (CBI), donde compartía una cuenta con el exintendente de Laguna Larga, Fernando Boldú, según informó en su edición de ayer el diario La Voz del Interior.

En una nota titulada “El misterio de una caja con U$S290 mil”, Accastello asoma involucrado y, según se informó en ese texto, intentó que la publicación no saliera ayer, sino hasta volver al país, ya que se encuentra de vacaciones en el exterior.

En 2014, “tras la intervención del cofre por parte del fiscal federal Enrique Senestrari”, se determinó que ese depósito era compartido por Boldú y “el reciente candidato a gobernador (Córdoba Podemos) Eduardo Accastello”.

“Los dólares se atesoraban en 29 fajos de 10 mil dólares cada uno, con la particularidad de que todos tenían numeración correlativa. La explicación que surge es que los billetes no tuvieron circulación y procedían de una entidad financiera”, detalló el diario del grupo Clarín.

La publicación, que ayer fue duramente criticada por el propio fiscal Senestrari, recalcó que “el incidente no cobró trascendencia hasta que comenzó a actuar la Justicia provincial, más precisamente el juez Domingo Saúl Silvestre, a cargo de la quiebra de CBI”, financiera que saltó a la fama tras la dudosa muerte de su vicepresidente, Jorge Suau.

La nota también remarca que el juez Ricardo Bustos Fierro, quien se hizo cargo de la situación de los dólares, “libró oficio al área Jurídica de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para que investigara ‘profundamente’ la situación patrimonial de Accastello y Boldú. El informe llegó al Juzgado el 31 de agosto. Pero la llegada de ese informe indicó que el 7 de agosto -el mismo día que hallaron el contrato- Eduardo Accastello presentó declaración de los Impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales ante la AFIP por los ejercicios 2009 a 2014”.

“O sea, un mes después de las elecciones y el mismo día en que descubrieron el contrato, Accastello recordó cumplir con el fisco por los últimos seis años”, informó La Voz.

“Fuentes judiciales confiaron que, en ese acto, el excandidato incluyó una declaración por 18 mil dólares. Los mismos voceros sugieren que con ese monto pretendió ‘desinflar’ el mínimo requerido para configurar evasión impositiva y estar incurso en un delito de la nueva Ley Penal Tributaria. De este modo, sólo incurriría en una infracción, por la que recibiría nada más que multa de la AFIP”, agregó.

“En lo patrimonial, los 18 mil dólares podrían asimilarse a los 20 mil dólares que incluyó en su declaración jurada como candidato a gobernador”, sostuvo la nota, firmada por el periodista Francisco Panero.

En la publicación también aparece una declaración del abogado villamariense Edgard Bernaus, patrocinante en el “Legajo 51”, quien defendió a Accastello porque “no es titular” de la caja.

Bernaus añadió que “los U$S290 mil de la caja estaban fuera del conocimiento de Accastello” y que “son de Boldú”. Y sobre la presentación impositiva, el mismo 7 de agosto de 2015, el abogado señaló que se trata de “una coincidencia absoluta”.

En tanto, Boldú indicó que el dinero proviene de una sucesión de su padre y reconoció que tenía “una caja en común” con Accastello.

En cuanto a la respuesta de la AFIP Bustos Fierro, el diario informó que sobre Accastello “dice que posee CUIT, pero no estaba inscripto en impuesto alguno. También se dice que el 7 de agosto declaró Ganancias y Bienes Personales de 2009 a 2014 y que se incluyen 18 mil dólares”.

El diario va más allá cuando, en otra nota, remarca que la situación puede tener “trascendencia en lo político y en lo penal”. Y citando a “fuentes judiciales” infiere que por ahora “Accastello sólo merecería una multa de la AFIP”.

“Busca desacreditarme”

Anoche, Accastello alcanzó a enviar un escueto comunicado, que reza lo siguiente:

“Ante la nota publicada en la edición de hoy (por ayer) en un matutino provincial, hago saber que:

Toda documentación respaldatoria a los requerimientos efectuados fue contestada oportunamente ante organismos competentes.

Entiendo que esta operación busca desacreditarme ante la opinión pública, desconociendo los motivos y los intereses”.

Dura crítica

A través de su cuenta de Facebook, el fiscal Enrique Senestrari salió ayer a cuestionar la nota del diario, sobre todo la que menciona a la investigación de CBI.

En un escueto pero terminante texto, Senestrari resaltó lo siguiente: “‘La Voz de la mala leche’ vuelve al ataque. El señor editor sin nombre pega como siempre sin preguntar. Pero con la defensa parece que habla. Pura basura de un medio que cada vez tiene menos lectores crédulos”.