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Jockey y un triunfo que vale doble

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Jockey y un triunfo que vale doble
Jockey impuso personalidad y ese carácter lo llevó a ganar un partido formidable

El “Hípico” sacó pecho en Córdoba frente a su homónimo y ganó 34 a 33 en tiempo de descuento. Se despegó de su rival en la tabla de posiciones, no ganaron sus competidores directos y el anhelo de semifinales está cada vez más cerca 

Jockey impuso personalidad y ese carácter lo llevó a ganar un partido formidable
Jockey impuso personalidad y ese carácter lo llevó a ganar un partido formidable

No apto para cardíacos. Un médico a la derecha, otro a la izquierda y los que sean necesarios para atender a los corazones verdes.

Jockey de Villa María viajaba a Córdoba cargado de ilusión y enfrentaba a su homónimo de la capital provincial, que tenía los mismos puntos en la tabla y era sin duda un rival directo de cara a la clasificación a semifinales.

Entonado tras el triunfo por la mínima frente a Urú Curé, en la fecha pasada, luego de varios años. Era el momento ideal para visitar a un rival de fuste y con los mismos puntos en la tabla.

Con la obligación de salir a ganar, el conjunto villamariense buscó desde el inicio el triunfo. Muestra de esto es el penal de Facundo Boaglio, a los 4 minutos de iniciado el juego. Los dirigidos por Alejandro Moreno se hacían dueños del juego desde el comienzo y lo plasmaban en el marcador.

Fue tan abrumador el comienzo que no sólo fue el penal del fullback, sino que luego de una jugada colectiva el capitán Valentín Pigni apoyaba en el ingoal y el conjunto verde pasaba a ganar 10 a 0.

Lo merecía por ese arranque a todo ritmo. Pero hasta ahí. Después de unos minutos excelentes de presión plasmado en el resultado, llegó el momento del local.

El Jockey cordobés despertó y a los 24 minutos lo había dado vuelta y ganaba 14 a 10. El “Hípico” villamariense no pasaba sus mejores minutos, no reaccionaba y no se parecía en nada al del comienzo del partido.

Y la cuestión no quedó ahí. Apenas unos minutos más tarde llegaba una nueva conquista del equipo del country. Francisco Lazcano apoyaba un nuevo try y los de Villa María pasaban a perder 21 a 10.

Era una pesadilla después de un comienzo para el aplauso, el cierre del primer tiempo era desolador. El pie del siempre efectivo Nicolás Ferreyra apareció para descontar con un penal y antes del final Jockey reaccionó. Fueron los backs los que nuevamente aparecieron en el ingoal, y el encargado de apoyar fue Brondello. El try traía aire y una gota de esperanza para darlo vuelta, porque el primer tiempo finalizaba 21-20.

Mas allá de haber terminado con un gran envión anímico y estar solamente un punto abajo en el marcador, el complemento fue una remake de aquel altibajo en el primer tiempo. Los locales salieron con todo y a los 13 minutos la chapa marcaba 33 a 20 para los locales. La pesadilla, el dolor de cabeza, volvía a aparecer cuando el partido estaba a tiro. Parecía increíble pero había que volver a remar contra la corriente y dar vuelta la situación que era de 13 puntos. En ese momento del juego, toda una utopía.

El partido deambuló y no hubo muchas emociones de destacar hasta el final. El cierre fue de película, el premio a no bajar los brazos, a no quedarse con las manos vacías y sobre todo con el mismo chip de los primeros minutos de juego, el equipo de Villa María lo dio vuelta. Sí, aunque usted no lo crea.

En el minuto 36, y luego de tanto buscar, hubo premio. Try penal, que Ferreyra convirtió y el partido para los verdes estaba 33-27 abajo. Un try convertido era la única posibilidad de triunfo. El tiempo apremiaba y la historia, pese al esfuerzo, parecía sentenciarse.

Las utopías se cumplen en muchos casos y lo que pasó es una muestra de ello. Cuando se jugaba el descuento, Jockey de Villa María lograba algo impensado para los presentes, pero no para el equipo que no dejó de buscar el triunfo pese a estar muy abajo en el resultado y con tiempo cumplido.

El premio de la búsqueda trajo un try penal, que por supuesto Ferreyra no desaprovechó y con su patada el tan ansiado triunfo. La historia estaba sellada, era 34 para los de nuestra ciudad y 33 para los de Córdoba.

Los corazones que estaban paralizados se colmaron de alegría, los abrazos y los gritos se unieron en uno solo, el “Hípico” logró un triunfazo en la ciudad capital frente a un competidor directo de cara a las semifinales.

Mas allá de los altibajos, nunca bajó los brazos y el premio llegó sobre el final.

Las alegrías no sólo fueron por el triunfo propio, sino que también llegaban desde otras canchas, Palermo Bajo perdió con el Athletic y Urú Curé en Río Cuarto empató con el líder Tala. Mejor, imposible.

Si en la previa se imaginaba un día ideal, fue el de ayer. Triunfo propio y no ganaron los rivales directos.

Las semifinales están a la vuelta de la esquina y el “Verde” villamariense está más prendido que nunca, colgado a la ilusión.

 

 

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