Ana María Bucetta indicó que se pretende que la Licenciatura en Optica Oftálmica que se dicta en Villa María, también pueda brindarse en Córdoba

Luego de cumplirse con la instancia eleccionaria que la ubicó al frente del Colegio de Opticos de la Provincia de Córdoba, Ana María Bucetta se expresó acerca de los objetivos trazados y cómo la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) puede sumar en este sentido.

En nota concedida a Comercio y Justicia, Bucetta destacó que la profesionalización de los matriculados se erige como un eje fundamental.

“Nuestro objetivo es profesionalizar al óptico, que deje de ser un vendedor de anteojos, que deje de ser un comerciante para ser un profesional. Para eso la idea es brindar capacitación”, precisó la nobel mandataria colegial.

“Estamos en contacto con el Ministerio de Educación, hemos ido al Instituto Técnico Superior Córdoba, donde se está dictando la carrera de Optica, también fuimos a la Universidad Nacional de Villa María, que dicta la licenciatura (en Optica Oftálmica) para gestionar si esa casa de altos estudios puede traer a su sede en la ciudad de Córdoba la articulación con la licenciatura”, subrayó la presidenta del Colegio.

Por otra parte, la entrevistada señaló que la intención “es mantener la actualización permanente en un campo que se distingue por constantes avances tecnológicos. Entre ellos, los referidos a contactología”.

En el diálogo concedido al medio cooperativo capitalino, Bucetta recordó que en un congreso llevado a cabo recientemente, se hizo hincapié en “lentes esclerales” y “ojo seco”, esta última una problemática muy común y poco tratada. Se refiere a cuando el ojo es incapaz de mantener una capa saludable de lágrimas.

“El ojo seco lo provocan montones de cosas: la contaminación ambiental, el viento, los químicos, vapores, todo eso puede provocar un cambio en la lágrima y provoca el ojo seco. Produce molestia, ardor, picazón y si no se lo trata puede llegar a generar una queratitis, que es una inflamación de la córnea, o problemas más serios”, indicó.

“En el Congreso nos dieron herramientas para que, como profesionales de la salud, adaptemos las lentes de contacto. Vimos todos los medios que se están usando a nivel mundial para ello, como productos y gotas”, ejemplificó.

En tanto, respecto a los denominados lentes esclerales -una nueva tecnología en lentes de contacto-, señaló que es para casos especiales como, por ejemplo, pacientes que han tenido cirugías refractivas, que tienen queratocono o alguna patología más complicada.

Para concluir, la nota de referencia precisó que se mostró asombrada con la novedad sobre un nuevo desarrollo.

“Ahora hay lentes de contacto que vienen con una válvula con medicación para tratar casos de diabetes o glaucomas. La medicación va dosificada allí, con la cantidad exacta que necesita el paciente”, cerró.

Provienen de pantallas de celulares, tablets y notebooks – Hay que protegerse de la “luz azul”

La exposición de los ojos a la luz azul-violeta ha aumentado de forma increíble en los últimos años debido, fundamentalmente, a tres causas:

Las fuentes de luz artificial emiten en la banda de longitudes de onda de la luz azul más nociva para la retina. La luz visible de los LED y las pantallas de diferentes dispositivos (Smartphones, tablets, monitores) tiene un porcentaje mucho mayor de luz azul que las luces naturales.

El uso de luces LED y de dispositivos electrónicos se ha multiplicado en los últimos años. Un usuario de Smartphone mira su teléfono móvil unas 150 veces al día.

A esto hay que añadirle las miradas a la pantalla del ordenador, a la televisión, a la tablet… Además, estos dispositivos se usan en distancias cortas, muy cerca de los ojos, lo que aumenta el grado de exposición.

La irrupción de los dispositivos electrónicos que emiten tanta cantidad de luz azul-violeta se ha producido en muy poco tiempo, sin dejar tiempo suficiente para que el organismo cree mecanismos fisiológicos de compensación para protegerse.

Prevenir es clave

Las pantallas emiten luz azul-violeta para que los puedas ver incluso en las horas más soleadas del día.

Pero, por la noche, tu cerebro se queda confundido por esta luz, intensa como la solar, reduciendo la producción de melatonina, la hormona que da a tu cuerpo la señal de ir a dormir. Dicho de otra forma: la luz de los dispositivos electrónicos puede interrumpir tu ciclo de sueño, haciendo más difícil dormir y permanecer dormido y esto, a la larga, puede llegar a causar serios problemas de salud.

Usar lentes con filtros adecuados. Bloquean hasta el 20% de la luz azul nociva, reduciendo el índice de muerte celular en la retina en un 25%.

Además puede combinarse con otros filtros que eviten el deslumbramiento para mejorar el contraste al trabajar con textos pequeños.

Resulta primordial, entonces, consultar con un profesional de la salud visual el estado de los ojos y preguntarle cómo se pueden proteger de la luz azul si estás expuesto a ella muchas horas en tu día.