Durante los primeros seis meses del año, los argentinos compraron en los bancos casi 15 mil millones de dólares. La adquisición de billetes físicos se mantuvo durante junio en torno a los 2.370 millones de dólares y suma así 14.241 millones de dólares en 2017.

El monto se desprende del Balance Cambiario que publicó el Banco Central. Si bien el máximo durante la gestión de Mauricio Macri fue en diciembre pasado, cuando los ahorristas se llevaron un récord de 3.500 millones de dólares de los bancos, el caudal de compras actual está peligrosamente estable en niveles elevados.

De hecho, a seis meses de terminar este año, la adquisición de dólares está a cinco mil millones de la moneda estadounidense de alcanzar todo lo que se llevaron el año pasado. A este ritmo, se llegaría en dos meses más.

De todas formas, será difícil que se llegue a quebrar el récord precepo cambiario cuando en 2011 los ahorristas compraron 26 mil millones de dólares.

Del informe del Banco Central también se desprende que el ingreso de capitales para apostar a las inversiones de cartera, en su gran mayoría para hacer la «bicicleta financiera», suman en el primer semestre de este año un total de 5.204 millones de dólares.

Este número se contrasta con lo que entra en concepto de inversión directa, que muestra un número mucho más acotado: tan solo 1.422 millones de dólares en el mismo período. Esto significa que ingresan casi cuatro veces más para apostar por la renta financiera que por la utilidad que podría dejar una inversión en la economía real.

Otros puntos destacados en el informe del Banco Central sobre la situación cambiaria de la Argentina indican que en junio el sector público vendió de forma neta 862 millones de dólares y los bancos y otras entidades, 87 millones de dólares. Este total fue comprado por clientes del sector privado por 950 millones de dólares. A su vez, el volumen operado en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) totalizó 40.790 millones de dólares, con un incremento de 25% respecto al mismo mes de 2016, explicado principalmente por las operaciones entre las entidades y sus clientes y, en menor medida, por la operatoria entre entidades.