Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.

La siembra de soja de primera en el sur de Córdoba está cerca de su finalización. Si bien la fecha óptima se inicia en el mes de octubre, los retrasos que hubo se debieron en primer lugar a las lluvias de ese mes, que resultaron abundantes, y elevaron el nivel de las napas. Aunque hubo campos afectados por la falta de piso, no se llegó a las complicaciones por inundación que tuvo el noroeste de Buenos Aires. Más allá de los retrasos, tanto la soja como el maíz de primera evolucionan muy bien.

Ya se inició la cosecha de trigo, con muy buenos rindes para la zona, que superan los 30 a 35 qq/ha, cuando lo normal es que no lleguen a 30 qq/ha.

De hecho, salvo excepciones, el trigo se siembra en su mayor parte como cobertura, y si viene bien el año en lo climático respecto a las lluvias, se cosecha. Los rindes son buenos, pero el contenido proteico es bajo.

A medida que avanza la cosecha de trigo se está sembrando sobre esos lotes soja o maíz de segunda. En la zona se siembra mayor proporción de maíz de segunda que de maíz de primera.

De acuerdo con las proyecciones del cuadro adjunto, para en siembras en campo propio, los «rindes de indiferencia» se proyectan en 46 qq/ha en trigo, en 15 qq/ha para soja de 2ª, 57 qq/ha en maíz, 14 qq/ha en girasol, y 21 qq/ha en soja de 1ª.

En campo arrendado los rindes de indiferencia proyectados son de 56 qq/ha en trigo, de 19 qq/ha en soja de 2ª, de 73 qq/ha en maíz, de 19 qq/ha en girasol y de 27 qq/ha en soja de 1ª.

Si bien los rindes de trigo son altos, y hay rindes puntuales que en algunos casos superan los 40 qq/ha, en contados se podrán superar los rindes de indiferencia en campo propio. En campo arrendado directamente no se logrará alcanzar ni superar esos rindes de indiferencia.

El problema del trigo es el precio. El mercado está pagando valores que están 15 u$s/t por debajo de la paridad de exportación o FAS teórico. Los pases en el MAT entre los precios de trigo para las posiciones de enero y marzo son de 11 u$s/t, y el pase enero a julio es de 22 u$s/t. Claramente, el productor intentará posponer lo más posible la venta de trigo para lograr precios más altos.

Las proyecciones para los granos gruesos muestran rindes de indiferencia que son factibles de alcanzar y superar con clima normal. Pero para esto el clima tiene que acompañar con lluvias adecuadas. El productor, en tanto deberá ajustar lo más posible lo que está a su alcance, que es el manejo del cultivo en lo que respecta al control de malezas, plagas y fertilización. Para completar la ecuación de ingresos, los precios internacionales están debilitados por los abundantes stocks, y el mercado ya está pendiente de la evolución de cultivos en Sudamérica.