A los 90 minutos, Esteban Oliva decretó el 1-0 para Yrigoyen, ante Unión Central, y el “Diablo” festejó el bicampeonato en Plaza Ocampo. Un título merecido para el equipo de Tío Pujio, que resultó ser muy superior y tardó en demostrarlo en la red

En la tarde-noche más infernal, donde las “llamaradas” del calor agobiaron más que nunca en el año, se sintió con énfasis la presencia del “Diablo”, con su atuendo rojo y ese semblante que intimida; con su afán de quedarse con todo, con su postura de rey.

Fue Yrigoyen, el “Diablo” local, quien se adueñó por completo de la sonrisa en el fútbol doméstico, bailando hasta que las velas ardan, haciendo un ritual pagano, nuevamente en Plaza Ocampo y para rubricar su nombre de campeón en forma consecutiva.

Le alcanzó con ganar 1-0 para desatar la fiesta desde Oliva (Esteban, el autor del histórico gol) hasta Tío Pujio, resonando en la “Placita” como si fuera suya, ante muchas almas entregadas a sus pies.

Enfrente, Unión Central no estuvo a la altura de las circunstancias porque si bien entregó el esfuerzo y la vida, cometió pecados futboleros que el “Diablo” los hizo pagar con la misma fórmula que “padeció” en la segunda final: un gol en prácticamente la última jugada.

Y si la historia terminó así, con la angustia de una final electrizante, fue porque el “Diablo” de anoche perdonó como nunca antes lo había hecho en el campeonato, fallando las situaciones más claras que hubiesen plasmado bien temprano las diferencias entre unos y otros.

Es que anoche no hubo equivalencias más que las del resultado cerrado hasta el final.

Yrigoyen, bajo el concepto elogiable que amalgamó Germán Vicario (de lo mejor en técnicos locales, está mostrado), sostuvo una supremacía notable a lo largo de casi todo el partido y, sin embargo, se encargó de sumar y sumar tiros erráticos frente al arco de Leonardo Morales. Entonces el partido fue intenso hasta el final.

Otra oportunidad

El partido marcó una tendencia cuando a los 40 segundos de juego, Alvaro Nieva se perdió de manera increíble una chance ante el rebote que dio el arquero Morales.

De ahí en más, entre Waldemar Carranza -el que más falló-, Joel Manzanares, José Fernández y Matías Bendazzi, las posibilidades de Yrigoyen fueron creciendo, pero jamás la efectividad.

El “Diablo” dominaba por su libreto de siempre, con la sapiencia de un centrocampista inteligente, Juan Bianchi, y la voracidad de sus volantes externos, entre los que se destacaba Manzanares, siendo imparable por el

sector derecho.

También se lucía Carranza, colaborando por el centro y atacando por afuera, mientras Nieva tenía que lidiar con la marca pegajosa de Brian Guerrero.

Precisamente, la tarea para neutralizar algo del potencial de Yrigoyen fue lo único que se vio de Unión en la primera etapa.

El problema es que una vez que tuvo la pelota, el equipo de Marcelo Sachetto se encargó de regalarla.

La idea primaria del aurinegro era jugar de contragolpe, en salida rápida y con envíos largos hacia los veloces de arriba. Pero todo se redujo a pelotazos a dividir sin sentido, con lentitud en el medio para ir a buscar cada rechazo.

Las intermitencias de Paul Marinelli, que no encontró conexión con Rodrigo Solís, marcaron otro problema en el equipo villamariense, encima nadie pudo jugar en la zona de gestación y todo quedaba a expensas de algún héroe de ataque que la bajara del cielo, la pusiera en el piso y la llevara hacia el gol. Mucho para un equipo que ya tuvo demasiados méritos al provocar una tercera final.

Así, mientras Unión Central parecía no mejorar su confianza para jugar a la pelota y quedaba lejos del arco de David Pauletti, Yrigoyen se animaba siempre, pero no convertía.

Lo de siempre

Como sucedió en las dos finales anteriores, anoche no podían faltar los expulsados: A los 5 minutos del segundo tiempo, el árbitro Cristian Arreguez echó a Matías Bendazzi y Cristian Reinoso (por agresión mutua), y quedó la sensación que Yrigoyen salía perdiendo porque necesitaba la sapiencia en el gol de su delantero, justo en el momento que Carranza añadía otro tiro errado frente al arquero.

En ese contexto, el ingreso de Martín Delfino parecía encarrilar mejor a Unión Central, simplemente porque el “Patito” intentó hacer jugar a sus compañeros, que ya buscaban mejorar con la recuperación de Claudio Ledesma, otro que saltó desde el banco de suplentes.

Ni bien entró Delfino, con sus 42 años, se vio lo mejor de Unión cuando una aparición de Solís terminó con el tiro en el palo.

Promediando la etapa, Yrigoyen empezó a cuidarse un poco más, sin hacer locuras, sabiendo que el empate le jugaba a su favor, más allá que no dejó de buscar con las subidas de Andrés Ferrero, por derecha, y el ingreso entusiasta de Oliva, por la izquierda.

Precisamente, cuando las piernas ya no daban y la incertidumbre se magnificaba, Oliva, más fresco para la corrida, aprovechó un rechazo defectuoso de Ledesma -la tiró hacia atrás de cabeza- y llegó al histórico gol a los 45 minutos, luego de ajusticiar a Morales con un remate rasante.

Tras un lapso de guapeadas, sólo quedó tiempo para la euforia.

Yrigoyen salió a buscar el reencuentro exitoso con su gente, que no paró de alentarlo desde la tribuna techada. Y las sonrisas tiopujienses acentuaron el bicampeonato.

El rojo intenso iluminó la noche y la “Placita”, como en agosto, tuvo el grito del “Diablo” sonando arriba de la pelota, cerrando un año inolvidable para un club que hizo todo para llegar al aplauso.

La campaña en números

5  los títulos que acumula en su historia Hipólito Yrigoyen con el de anoche, todos obtenidos en los últimos 20 años. Superó la línea del Argentino y Ameghino.

13 son los equipos que ya obtuvieron uno o más de un bicampeonato de la Liga Villamariense de Fútbol. Unión Central, Sarmiento, Unión de Ballesteros Sud, Ameghino, River Plate, Central Argentino, Alumni, Alem, Colón y Rivadavia de Arroyo Cabral, Sportivo Playosa, Universitario e Hipólito Yrigoyen. Vale aclarar que desde 2005 comenzaron a jugarse dos campeonatos anuales.

3 los títulos que obtuvo Germán Vicario como entrenador en Primera división. El primero fue con Atlético Ticino en 2013 y los otros dos corresponden al reciente bicampeonato con Hipólito Yrigoyen, igualando la marca de dos títulos de Jorge “Chacho” Peñaloza.

10 los goles que marcó Lucas Morre, para convertirse en el goleador de la temporada del “Diablo”.

SUPERCAMPEONES

Matías Bendazzi y Lucas Morre son los más ganadores de la historia de Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio. Ambos, con el de ayer, obtuvieron tres campeonatos e igualaron a Pablo Vicario, campeón en el 96, 97 y 06.

Minuto a minuto

Primer tiempo:

40seg- Arranca Yrigoyen. Le pega Fernández, Morales da rebote y Nieva se lo pierde, solo, hasta que atrapa el arquero.

9m- Centro de Manzanares. Carranza, sin oposición, cabecea apenas arriba.

10m- Fernández habilita a Carranza, que le pega de zurda y afuera.

21m- Toque a “Suruno”, que la para en el área y la quiere colocar, pero el tiro es elevado.

23m- Manzanares encara y le pega en la puerta del área. Desviado.

26m- Bendazzi lo deja solo a Nieva, pero este le pega afuera.

27m- Sigue todo de Yrigoyen. En un tiro libre, Bendazzi la pelea y la tira arriba.

36m- Centro para Bendazzi, que la baja en el área. Entra Carranza, pero la manda afuera.

38m- La tocan todos y Carranza, desde afuera, le pega al primer palo, pero mal.

39m- La única de Unión: Marinelli abre para Geremía y le queda a Bustos, que le pega pisando el área chica, pero Peralta se la desvía justo.

Segundo tiempo:

3m-Manzanares habilita a Carranza, que le pega. Tapa Morales.

5m- El arquero de Unión saca y la pelota rebota en un compañero. El portero corrige tirándose al piso, mientras se agreden Reinoso y Bendazzi. Al final, el árbitro echa a estos dos.

10m-Carranza está “engualichado”; recibe de Bianchi y le pega. Tapa otra vez el arquero.

13m- Entra Delfino y Unión arma una jugada que terminó con Solís pegando un tiro en el palo. La más clara del local.

19m-Ferrero encara por derecha, enfrenta a Morales y la pica. El balón cruza todo el arco y se va cerca.

39m- Sotto encara con corrida y le pega de lejos. Afuera.

44m- Se escapa Solís, que tira el centro. Llega Peralta, que casi la mete en contra.

45m- Gol de Yrigoyen: 1 a 0: Pelotazo largo; falla Ledesma en el cabezazo. Oliva la toma, encara a Morales y define fuerte, por abajo, para desatar la locura tiopujiense.

Figura: Joel Manzanares

El volante de Yrigoyen fue indescifrable por derecha, por donde encaró siempre y fue una pesadilla para el fondo de Unión, tanto sea para enviar centros peligrosos como para habilitar a los delanteros con pases en cortada.

Otro destacado en el “Diablo” fue Juan Bianchi, comandando el juego desde el medio.

En Unión, lo mejor fue el arquero Leonardo Morales, tapando varias, aunque casi siempre sacando apurado y mal.

Arbitro: Cristian Arreguez El cordobés terminó el partido sin inconvenientes, aunque tuvo algunos errores en lo disciplinario que le pudieron traer problemas. Le perdonó a Brian Guerrero un par de manotazos que merecían la segunda amarilla. No calmó las protestas desmedidas en los bancos y, en la expulsión del segundo tiempo, hizo la más fácil: echó a los dos.