Se trata del oficial que fue pasado a situación pasiva tras la investigación de EL DIARIO que reveló que maneja una empresa de seguridad privada. Se lo vio trabajando durante las tres noches del evento en Villa Nueva
Claudio Quiroga, el comisario que opera una empresa de seguridad privada -actividad vedada por leyes provinciales para integrantes de las fuerzas policiales- fue quien se encargó de la custodia durante las tres noches de los Carnavales Gigantes de Villa Nueva, más allá de los adicionales de la Departamental que estuvieron trabajando.
Como ya publicó este medio en anteriores ocasiones, Quiroga actúa ilegalmente al manejar su propia empresa de seguridad, promocionarla en redes sociales (tras una publicación de EL DIARIO borró decenas de fotos de su Facebook) y ahora, impunemente, haciendo trabajo de campo con la ropa identificatoria de su prohibida actividad privada.
Cabe aclarar que a raíz de la investigación que publicó este medio, en septiembre del año pasado, el comisario fue pasado a situación pasiva y puesto bajo una doble investigación: una por parte del Tribunal de Conducta Policial y otra de la Justicia ordinaria, ya que la fiscal Silvia Maldonado abrió una investigación de oficio.
De todas formas, más allá de su condición actual de apartamiento de las fuerzas, Quiroga sigue siendo parte de la Policía, por lo cual llamó la atención no sólo verlo durante el festival trabajando para su empresa, sino que impunemente haciéndolo con ropa identificatoria de la misma (remera negra, escudo de la firma).
Según lo que se pudo observar, fueron como mínimo 15 personas las que trabajaron para Sepriv, cuyo servicio fue contratado por la Comisión de Carnavales.
Desde esta entidad explicaron que hace cinco años que la empresa de Quiroga presta servicios durante el evento, por lo que «como el trabajo que hacen es bueno, se volvió a contratar». A su vez, una fuente del municipio dio la misma explicación: «El trabajo que hacen es muy bueno», indicaron, pero al mismo tiempo confiaron desconocer que las leyes provinciales (la 9.236, que califica este accionar como «falta grave») prohíben a un comisario (y a cualquier integrante de la fuerza) realizar este tipo de actividad.
