El primer intendente de la ciudad desde el retorno de la democracia recuerda sus inicios en la política, los desafíos de su Intendencia y brinda su mirada sobre el futuro 

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la asunción del primer intendente del actual período democrático, Horacio Cabezas. El militante radical conversó con EL DIARIO y repasó sus comienzos en una charla en la que repasa su militancia política y remarca su optimismo con respecto al futuro, para lo cual asigna un rol destacado a los jóvenes.

Desde la cuna

“Salí de la cuna y caminé a la calle; siempre fui muy callejero, desobedeciendo hasta a mis padres, a veces. Se podría decir que me crié en la calle, así que conocía toda la ciudad y su gente, a pesar de que era muy tímido. Eso hizo que yo participara en infinitas instituciones de Villa María donde había que ayudar”, comienza la charla, contando cómo se inició en la política.

“Desde muy chiquito empecé en las filas del radicalismo y lo combinaba con algún trabajito, porque en mi casa estábamos en una situación de mucha necesidad. Pero yo me las arreglaba, en ese tiempo la juventud daba para todo”, destaca.

Participó de las reuniones de comité de la Unión Cívica Radical desde los 13 años: “Los chicos siempre teníamos actividades, que recuerdo con tanta nitidez y cariño. Hacíamos las pegatinas, el ensobrado de la propaganda, la limpieza y cuando había reuniones, servíamos la merienda”.

“La Constitución era elemental para nosotros. La estudiábamos en la primaria y me quedó grabada a fuego. Yo aprendí los lineamientos del régimen constitucional argentino y hasta el día de hoy no se me han borrado”, comenta, y señala a continuación que los ideales libertarios lo acompañaron toda su vida: “Aprendimos también los principios de Mariano Moreno. En el radicalismo nos jactábamos y nos atribuíamos ser los herederos de esos principios; por ejemplo, la periodicidad de los cargos, la publicidad de los actos de gobierno”, recuerda.

El nuevo despertar de la democracia

“No se engañen, a nosotros nos han elegido para administrar la miseria”, fue la frase de Raúl Alfonsín que, según Cabezas, marcó las gestiones de los diferentes gobiernos que siguieron a la dictadura militar: “Nosotros llegamos en una época de mucha pobreza. Teníamos muchas dificultades. Lo que no me dejaba dormir era juntar la plata para los sueldos. Tampoco faltaban los problemas internos, que había que asimilarlos, enfrentarlos y solucionarlos”, cuenta sobre su época en el Sillón de Pedro Viñas.

“Lo más feliz de esa época fue la víspera de las elecciones. Cuando se abrió el proceso electoral fue algo hermoso”, recuerda.

“Usted no se imagina cómo estaba el país de ansioso por votar; fue un despertar, como una flor que se abre. La juventud manifestaba una ansiedad por conocer la Constitución Nacional. Tal es así que con el llamado a elecciones imprimieron la Carta Constitucional y nosotros la distribuíamos. La juventud estaba ávida por leerla”, le comenta a la cronista de EL DIARIO. Y añade: “Eramos bastante ingenuos también; creíamos que con ese entusiasmo íbamos a poder solucionar todo”.

La juventud hoy

“Yo soy, como siempre, un optimista. Los líderes políticos que tienen que darnos un ejemplo, no lo dan. La juventud está recibiendo las faltas que cometen los grandes, pero yo sigo pensando que este desarreglo que hemos hecho estas generaciones, incluida la mía, ya sea por acción o por omisión, los jóvenes lo van a poder cambiar”, expresó con entusiasmo.

“No hay otra alternativa. Si no son los jóvenes, ¿quién?”, pregunta y agrega: “En El Diario continuamente se expresan ejemplos de los que hacen cosas por una escuela, los movimientos de solidaridad. Eso quiere decir que no todo está perdido”.

Devenido escritor

Cuando terminó la Intendencia, siguió caminando la ciudad, no se podía quedar en casa, continuó visitando los barrios, charlando y tomando una copa con todos sus amigos. Siguió vocacionalmente la política: “Lamentablemente el radicalismo fue debilitándose en sus principios. Soy muy prendido a los símbolos, al escudo, a la bandera radical. Hoy la bandera la ponen al revés, el color blanco debe ir a arriba porque eso significa la pureza de la vida y lo rojo es la sangre, y eso se los tengo que enseñar hoy. Cuando yo presencio eso, les digo que lo cambien”.

“Después de la Intendencia, se me despertó la pasión por escribir”, expresa.

“Lo primero que se me ocurrió fue escribir la historia de mi partido. Un partido centenario merecía tener su historia escrita. Hice tres tomos y abarcan sus 100 años de historia”.

Ahora acaba de finalizar un libro con motivo de los 100 años de la declaración de Villa María como ciudad, que fue en 1915, y quiso agradecerle al actual intendente, Martín Gill, que comenzó las gestiones para llevar adelante la edición de este nuevo volumen: “Quizás es mi último libro”, expresa, aunque a sus 94 años, Cabezas aún tiene mucho para contar.

Ciclo de homenajes – Persona destacada

El próximo martes 13, frente a la sede del Museo Sabattini (Mariano Moreno 270), la Municipalidad de Villa María y el propio recinto histórico honrarán a Horacio Cabezas, por ser una personalidad destacada de la ciudad, que ha aportado su trabajo y esfuerzo para el crecimiento de la comunidad.