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“La reforma previsional es otra de las estafas que sufrimos los laburantes”

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“La reforma previsional es otra de las estafas que sufrimos los laburantes”
Rubén Aguiar habló sobre los reclamos que sostienen desde el sector

Rubén Aguiar

Nació en Villa Nueva el 15 de marzo de 1959. Divorciado, tres hijos. Trabajador de la ANSES. Desde muy joven, motivado por sus padres, inició su militancia en el campo social en grupos solidarios, entre ellos, Ideas Compartidas, que armó junto a Pirucha Orpianesi y otros referentes de la ciudad. A fines de la década del 80 se transformó en delegado gremial de base y fue el puntapié inicial de su tarea en el ámbito sindical. Es delegado gremial de APOPS, integrante desde su creación en Villa María de la Fundayt y secretario de Acción y Previsión social de la CGT Villa María

Escribe Nancy Musa

DE NUESTRA REDACCION

No tiene filtro, no ahorra letras para expresar lo que siente y eso lo ha colocado en varias oportunidades en el centro de alguna polémica. Es peronista, pero no con militancia activa, nunca tuvo cargos políticos y acompañó desde el llano la gestión del exintendente Eduardo Accastello.

Siempre antepuso el reclamo de los trabajadores y fue crítico del Gobierno anterior, participando en protestas contra el impuesto a las Ganancias.

Hoy cuestiona la gestión de Mauricio Macri y espera ver un justicialismo con sangre nueva, unido y levantando en alto los principios y valores del movimiento fundado por Perón.

A los 59 años se considera un tipo feliz que sigue comprometido con el trabajo solidario que lleva adelante desde su juventud.

 

-¿Qué situación atraviesan hoy quienes son trabajadores de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES)?

-Estamos en una incertidumbre total. Una incertidumbre que yo sinceramente, en los 35 años que llevo ahí dentro, nunca la he vivido. Y me refiero a estar con miedo, los compañeros tienen miedo de perder su fuente laboral, se sienten adormecidos porque la impronta que ha tenido esta gestión ha sido la de amedrentar al empleado público.

Y uno ve que en las instituciones donde yo participo, todos vamos, fichamos, hacemos nuestra tarea, pero la gente está adormecida.

 

-¿A qué se refiere?

-Por ejemplo, en mi función gremial, a veces cambiar la palabra asamblea por reunión. Nos juntamos a charlar de la situación en el almuerzo. Cuando se convoca a una asamblea, somos siempre los mismos y ves a algunos actores que estuvieron en la otra gestión, defendiendo a capa y espada, y hoy están sentaditos y quietitos. Nadie hace nada, cuando ven que esto se está desmoronando y cayendo a pedazos.

Hoy un fondo de desempleo está en 3.250 pesos y va bajando con el tiempo. Y no es nada eso, no se consiguen los turnos en la ANSES. Te los disparan para otras Unidades de Atencion Integral (UDAI) y cuando va un trabajador que se quedó sin trabajo con toda su tristeza, cuando llega a la ANSES le dan un turno a 25 o 30 días. No se lo cargan en el acto y eso significa que desde que se quedó sin trabajo hasta que empieza a cobrar esa mísera plata pasan 60 días.

 

-¿Se incrementaron significativamente los trámites por desempleo?

-Hay muchos más trámites, pasa que no se refleja la realidad de los que realmente hay. Hoy por hoy pueden cargar hasta cinco o seis trámites por día en una UDAI que se maneja con 300 a 400 personas que diariamente vienen a plantear distintas situaciones. Es complicado.

 

-¿Cómo analiza la aprobación de la reforma previsional?

-La reforma previsional para nosotros es otra de las tantas estafas que estamos sufriendo los laburantes. La reforma ya estaba hablada cuando esta gestión habló de la reparación histórica, esa mentira que le hicieron a los jubilados.

Hay muchos que han tenido una reparación y cobran un poco más, pero el promedio es muy bajo, el promedio no llega a 200 pesos. Es como cuando la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) salía a hacer inspecciones y te decía que se detectaron 600 evasiones y en realidad eran 600 quioscos a los que les faltaban las planillas o alguna factura, pero no eran grandes empresas. Con la reparación histórica es igual.

 

-¿Usted quiere decir que la reparación histórica es una especie de ficción?

-Es una ficción. Mover a los viejitos para que vengan a poner su dedo, buscar a un abogado al que teóricamente también le paga la ANSES, pero algunos abogados también le cobran al viejito, son todas cosas que a nosotros nos duelen. A uno que está trabajando ahí, le duele que los viejos sufran y sigan sufriendo después de haber trabajado 30 o 40 años.

 

-Se dice que podría haber nuevas reformas a la ley previsional, ¿maneja información al respecto?

-No, no tengo la posta. Sí sabemos que hay algo, pero no sabemos de qué manera se puede hacer. Lo que te puedo decir es que las jubilaciones hoy son menores. Antes, un jubilado normal se jubilaba con un 55% o 58% de su haber activo. Hoy con la inflación ha perdido más de diez puntos. O sea, se jubilan con el 45% de su sueldo de activo. Por eso la nueva ley previsional habla de que puedan trabajar hasta los 70 años para compensar esa pérdida. Pero hecha la ley, hecha la trampa, porque vos trabajás hasta los 65, el patrón te sigue contratando y va a estar exento de hacer los aportes. ¿Quién paga esas diferencias? Nosotros, los laburantes.

 

-Usted fue uno de los dirigentes que luchó para que se volviera al sistema de reparto. Se volvió y ahora dicen que el fondo de jubilación está fundido. ¿Por qué? ¿Cuáles son las posibles causas para esa afirmación?

-El Fondo de Garantía de Sustentabilidad no está fundido, sino que está mal usado. Me acuerdo de que en una de las primeras reuniones a las que fui a la Confederación General del Trabajo (CGT), yo puteaba a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y algunos me tocaban por abajo porque había un montón de gremios que tenían AFJP, por ejemplo Futura, con Luz y Fuerza. Pero yo seguí adelante porque sabía que lo que le sacaban al trabajador iba en desmedro de su ingreso. Y después pasó, cuando volvimos al sistema de reparto, mucha gente se pensionó con el fondo de retiro y es una miseria. Hay haberes de 300 pesos a 1.000 pesos.

Cuando por una cuestión de ley, que está hecha para todos, durante los años del kirchnerismo se otorgaron jubilaciones de amas de casas -que me pareció espectacular, a pesar de que no se controló como debería haberse controlado-, nunca se arregló a ese sector que había aportado al sistema perverso de la AFJP.

Esas son las cosas que hay que modificar y todavía no hay un solo diputado que haya salido a defender a la gente que aportó a las AFJP.

 

-De cualquier manera, para ahorrar, siempre le meten la mano en el bolsillo al jubilado. ¿Qué falla tiene el sistema?

-El sistema está complicado, en alguna oportunidad teníamos cuatro aportantes por jubilado, hoy tenemos dos aportantes. Está deteriorado, pero esto no quiere decir que no se pueda solucionar.

Está el Fondo de Garantía, pero se usó la plata para dársela a los amigos, a los políticos, a los gobernadores para que hicieran obras y de ahí van sacando. Y en ese fondo hay bonos, hay Lebacs, hay de todo, y se usa para la política. Y parte de eso también se vendió. Son las cosas que escapan a nosotros como dirigentes sindicales, nos da bronca, pero se deciden allá arriba.

 

-¿Qué opinión tiene sobre la actuación del sindicalismo en este momento?

-Creo que está saliendo con fuerza, yo fui muy crítico del kirchnerismo, pero hoy estamos todos en el mismo barro, a todos nos golpea, a los que son más ligados al oficialismo o a los más combativos.

Me acuerdo de que cuando estábamos con los bombos golpeando contra el Impuesto a las Ganancias, en el Gobierno anterior, nos criticaban diciendo “cómo le vamos a hacer paro a Cristina”.

Pero nosotros defendíamos nuestro salario. Y los mismos que estuvieron 12 años a la sombra, hoy son los más combativos. Ahora estamos todos.

Yo critiqué antes y ahora critico más todavía, a pesar de que a esta gestión le molesta que vos critiques, que cuelgues papeles con las cosas malas que hacen, y hacen muchas cosas malas.

 

-Aprobaron la ley para retrotraer las tarifas a noviembre de 2017 y en forma inmediata el presidente la vetó. ¿Qué reflexión le merece?

-Qué podíamos esperar de esta gestión y de un Macri que ha actuado los últimos dos años y medio a prueba y error. Así actuó todo este tiempo, a prueba y error.

Lo que hizo con los discapacitados, con las no contributivas, con algunas jubilaciones, las quitaban, volvían para atrás. No podemos esperar otra cosa de una gestión que en lugar de analizar los casos, de mirar las cuestiones sociales, lo primero que hizo fue bajarle las retenciones a las mineras y al campo.

Entonces, hoy vos ves que el veto, a pesar de ser un recurso genuino del Ejecutivo, va en contra de los que menos tienen. El tema de las tarifas es como haber apretado el botón rojo y no medir las consecuencias. Se apretó el botón rojo y salió para todo el mundo. Y fijate que en Buenos Aires siguen pagando menos de lo que pagamos nosotros. Creo que esta gestión está equivocando el camino.

 

-Otro de los temas que está originando protestas es el regreso al FMI

-Eso ya lo vivimos. Después Néstor Kirchner pagó el total de la deuda con el FMI, pero este Gobierno nos endeudó de por vida.

Mirá nomás la reducción que les hizo a los jubilados, ahorrarse cien mil millones de pesos al año con los jubilados. No ahorraron cien mil millones de pesos con el aporte de las grandes empresas o con la renta financiera, no; se metieron con el bolsillo de los jubilados. Y ahora meternos al FMI, que también vamos a pagar el costo nosotros. ¿Y quiénes son los que hacen los negocios? La gestión actual.

Este gobierno quiere tapar el sol con los dedos. Y viene patinando en el barro desde hace un tiempo.

 

-¿Hay malestar en el seno de los gremios?

-Sí, por supuesto que hay malestar porque todo repercute en contra de los trabajadores. Hay despidos todos los días, no hay trabajo. Mucha gente busca trabajo y no consigue. Y el trabajo dignifica, yo desde chico salí a trabajar, mi mamá tenía una tintorería y a los 12 años yo salía en la bicicleta con esos canastos al frente para hacer el reparto.

Mis viejos eran laburantes, mi papá trabajaba en Lamberghini y no me podían dar el estudio en Córdoba.

 

-Hablando de su infancia, ¿la vivió en Villa Nueva?

-Sí, nací, me crié en Villa Nueva y tengo felices recuerdos de esos tiempos, con Jorge Roata, el mono Retegui, los Salguero, los Villanueva. Es más, recuerdo cuando durante la dictadura rodearon a una familia que vivía en la misma manzana. Me acuerdo como si fuera hoy ver los camiones del Ejército, en esa época eran calles de tierra, veredas altas y nos escondíamos en los caños de las cunetas para mirar. Fue algo que me quedó grabado y me acuerdo del campito, de jugar a la pelota, yo siempre fui nabo para el fútbol, nabo mal (risas). Me daban la pelota y la pateaba para cualquier lado con tal de que no me cag… a patadas (risas).

 

-¿El estudio no le gustaba mucho?

-No, no me gustó mucho. Con decirte que después hice el secundario en el Comercial y me quedaron tres materias. Y cuando entro a trabajar en lo que era la Caja de Subsidios Familiares (Casfec), rindo y me exigían el título secundario. Hacía cuatro años que había dejado el secundario, así que lo terminé.

 

-¿Su familia era politizada o no hablaba del tema?

-No era politizada, eran más de lo social. Mi papá y mi mamá estaban metidos en la Iglesia, en Cáritas, siempre haciendo acciones solidarias para los demás y eso me llevó a mí a trabajar en el campo social.

Mi viejo era un gran peronista, tenía las enciclopedias de Perón y la Biblia de Perón,  que ahora las tengo yo, pero ellos eran más de la parte social. Y yo, a los 18 años,  comencé a trabajar también en organizaciones solidarias y sigo en eso.

 

-¿Usted tenía un grupo solidario con Pirucha Orpianiesi?

-Sí, teníamos un grupo que armamos con Pirucha. En una oportunidad vino una vecina y me dijo que había una chica en barrio San Martín con leucemia y tenía tres chiquitos, a ver qué podíamos hacer. Y nos juntamos con Pirucha, Vilma Torasso, Dolly Pagani y varios más y con mi auto nos íbamos al Mercado y el Picucha nos daba verduras. Y con otros aportes empezamos a hacer bolsones de 20 productos, llegamos a repartir 70 bolsones.

Con Pirucha hablábamos con los sacerdotes de los barrios para que nos dijeran dónde había una familia que tuviera un discapacitado o un enfermo terminal. Y así fuimos ayudando a familias de diversos barrios. Después se incorporó Miguel, de la heladería Dalas, y él nos prestaba su auto para repartirlos.

 

-¿Qué nombre tenía el grupo?

-Ideas Compartidas. Con ese grupo recibimos un Premio Córdoba solidaria durante el Gobierno de De la Sota.

Y hoy, Atilra da tres cajas de leche cada mes y medio y yo con esas tres cajas voy y dejo a un comedor o donde veo una necesidad, pero callado, con perfil bajo seguimos ayudando en lo que se pueda.

 

-También es uno de los integrantes de Fundayt y es una semana especial porque tuvo media sanción la llamada Ley Justina.

-Eso es una maravilla. Ahí sí le doy la venia a esta gestión que fue impulsar que todos seamos donantes de órganos como en varios países del mundo. Con esta ley, todos somos donantes, salvo que vos manifiestes por escrito lo contrario. Lo veo como una cuestión de reconocimiento a esos papás que sufren y esperan una donación.

En España hoy la lista de espera por un trasplante ronda entre 5 y 25 días. Acá pasan años en espera. Nosotros tenemos cerca de ocho mil pacientes en lista de espera para un trasplante, los que más se dan son los renales. A pesar de que en la provincia de Córdoba aumentó el 30% la lista de donantes.

 

-¿Cuándo comienzan a trabajar con Fundayt en Villa María?

-Nosotros nos incorporamos a Fundayt en noviembre de 2002 con una impronta que tuvo Miguelito Sponer, que tenía el contacto con Sonia Maranzano, la esposa de uno de los dueños de Arcor.

Ella era la presidenta de Fundayt y surgió la idea de armar la fundación en Villa María. Y Miguelito llamó a distintos actores sociales, ahí estaba también Vilma, Dolly, Carlitos Roncaglia, don Juan Chiantore, Pablito Gornitz.

Así se armó la primera comisión, el único que queda de esa primera comisión soy yo. Estaban también Chiquita Gagliesi y Héctor Cavagliato, entre otros, y después se incorporaron Edgard Borri, distintos trasplantados, en ese momento teníamos uno solo: Lalo Aráoz.

Hoy podemos decir que lo que hemos sembrado durante 15 años ha dado sus frutos, hemos estado siempre sensibilizando sobre la donación de órganos.

Después en 2010 incorporamos el tema de la donación de sangre, en la actualidad tenemos 6.200 donantes de sangre voluntarios y seguimos trabajando en esta campaña.

 

-¿Se fue concientizando la sociedad de la importancia de la donación de órganos?

-Sí, se ha ido concientizando, nosotros lo notamos porque el primer Festival de Peñas en el que participamos fue en 2003 y a partir de ahí hasta la actualidad la Municipalidad siempre nos brindó un lugar estratégico y sin costo para que nosotros hiciéramos nuestra tarea y fuimos notando año tras año la concientización.

 

-Vamos al terreno partidario, ¿en qué momento inició su militancia en el PJ?

-En realidad, a militar empecé hace 15 años, pero nunca tuve una militancia activa al ciento por ciento. A Eduardo Accastello lo conozco hace muchos años, hemos cursado parte del secundario en el  Comercial y lo acompañé como un peronista más, sin la militancia activa barrial, y acompañé su gestión, su trabajo. A veces me duele ver hoy a algunos de los que eran laderos de Eduardo y ahora lo miran de costado.

 

-¿Nunca se interesó por tener un cargo partidario o electivo?

-Me hubiera gustado, me gusta porque se pueden hacer muchas cosas, pero quizás no tengo el perfil que se requiere para los cargos políticos.

 

-¿Lo convocaron o invitaron a cubrir un cargo?

-No, nunca. Hoy, con 59 pirulos, podría cumplir una función en lo que sé hacer, pero nunca me convocaron y sé que la política exige mucho tiempo y en este momento yo priorizo el tiempo en cosas concretas. Si alguien necesita algo, trato de conseguirlo y punto. No me gusta dar vueltas ni prometer.

 

-¿Qué análisis hace del Partido Justicialista actual, de sus divisiones, enfrentamientos?

-Al PJ lo veo muy dividido, hay muchos pensamientos encontrados, los que ayer criticaban la gestión de Córdoba hoy están sentados en la misma silla de esa gestión.

Las cosas hay que decirlas con todas las letras, lo aprendí de mi papá, y por eso tal vez no me busquen para ningún cargo, porque yo no le rindo honores a nadie. Al único que le rindo honor es al que me da la vida, allá arriba, a mis hijos, a mis amigos.

Y en la política hay acciones que te hacen mucho ruido. Ves personas que hasta hace un tiempo puteaban al Gobierno de Córdoba y hoy se olvidaron de lo que decían por seguir sentadas en un cargo. Váyase a su casa y déjele lugar a otro. Hay personas que le abrían el camino a Accastello y hoy se olvidaron.

 

-¿Tienen algo que ver en este tipo de actitudes las denuncias que se hicieron sobre supuesta corrupción?

-Yo fui muy crítico con el kirchnerismo, ¿pero las pruebas dónde están? No voy a poner la cabeza en el ventilador, pero me parece que hasta ahora no he visto nada firme y para mí la gestión de Eduardo fue una de las mejores, más allá de que tuvo la ayuda del Gobierno nacional para transformar la ciudad como la transformó.

 

-¿Vislumbra algún referente en el peronismo a nivel nacional? ¿Un dirigente que pueda llegar a ser una pieza clave para la unidad del partido?

-Mirá, sinceramente, los que han aparecido son buenos dirigentes del peronismo histórico, pero me parece que ya tienen que irse a su casa. Hace falta una renovación, algunos hablan de Urtubey, pero para mí es igual que esto, igual que la gestión de ahora.

Está difícil para decir quién puede ser un referente a nivel nacional, todavía no está visualizado quien puede hacer las cosas con los principios del peronismo. No lo veo por ahora, todos pelean para ver quién sale victorioso en esta batalla y resulta que sigue victoriosa la gestión de Macri.

 

-¿Qué expectativas tiene de aquí en adelante respecto a la situación económica?

-Sinceramente, espero que la gestión del presidente pueda tener la visión de pensar realmente en la gente y no en un sector determinado y olvidarse de los otros. Lo que estoy viendo es que se están olvidando de la gente común, veo que hay muchas falencias en el Gobierno y veo muchos enfrentamientos en la sociedad. Nos estamos enfrentando pobres contra pobres. Hoy sale el presidente a hablar en contra de los empleados públicos, en contra de los sindicatos, cuando la columna vertebral de los trabajadores siempre estuvo ligada a los gremios.

El pensamiento de esta gestión es empresarial. Son todos empresarios, tienen la plata afuera, dicen sueltos de cuerpo que no piensan traerla y a nosotros nos cag… por un plazo fijo, nos sacan radiografía de todo lo que hacemos y a estos tipos quién les dice algo, y siguen trabajando para ellos y ninguneando a los sindicalistas para que los trabajadores se peleen con sus dirigentes. Y ni hablar de la seguridad.

 

-Hablando de seguridad, el Gobierno planteó que el Ejército debía dar apoyo logístico a la seguridad interior.

-Eso es de terror, eso es ya darle la llave. Eso es por no tener una solución institucional para el problema, tenemos problemas en todos los ámbitos. Ojalá que Dios bendiga a esta Patria y puedan encontrar las soluciones dentro de un marco institucional. Porque tenemos de todo para estar bien y ser felices.

 

-¿Qué soñaba cuando era chico? ¿Qué quería ser? Jugador de fútbol seguro que no.

-(Risas) ¿Sabés lo que quería ser? Y lo digo con toda honestidad; quería ser feliz. Y se me pone la piel de gallina. Y hoy, a los 59 años, te puedo decir que soy feliz.

 

-¿Y cuál es su sueño a partir de ahora?

-Poder caminar por la calle y que te reconozcan como persona, pero sigo con mi sueño de ser feliz. Tengo 59, ¿cuánto tiro me queda? Quiero ser feliz.

 

Opiniones

Mauricio Macri
Me parece una persona que tiene que seguir como dirigente empresarial del Club Boca Juniors. A mí, sinceramente, como trabajador, no me representa por decirlo así. No veo soluciones para los trabajadores, veo que todo es para la clase empresarial.

Y yo estoy en un sector que vemos día a día los despidos, las necesidades de los jubilados, de las personas que cobran asignación.

Juan Schiaretti
Es un dirigente, pilar del peronismo cordobés, pero para mí ya tendría que dar un paso al costado y dejar a la sangre nueva que vaya surgiendo.

Martín Gill
Martín es un amigo y una excelentísima persona, con principios y valores extraordinarios. Por ahí veo que tendría que abrir un poquito el juego y escuchar a los militantes, a la CGT.

Me gusta
La vida, disfrutar de los amigos, de los hijos, de una buena compañera.

Me encanta
Caminar, pasear de la mano de la persona que uno quiere.  Ayudar a la gente.

Me divierte
Compartir cenas, bailes, fiestas con amigos.

Me entristece
El dolor de un abuelo, de un padre, de una mujer que sufre por maltrato. El dolor de los hijos.

Me enoja
La hipocresía de los dirigentes.

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